LA NACION

Vacunas: por baja afluencia, extienden una campaña infantil

Solo alcanzó al 34% de los chicos de 5, 6 y 11 años que deberían haber sido inmunizado­s.

- Fabiola Czubaj

En la ciudad, con indicadore­s de la pandemia de Covid-19 más favorables, empezó esta semana el regreso progresivo de los chicos a las escuelas y hay unos 36.000 que aún no cumplen uno de los requisitos que prevé el protocolo: tener el calendario de vacunación al día. Son el 45% de los niños de 5, 6 y 11 años que no recibieron las dosis recomendad­as para la edad de vacunas que protegen de enfermedad­es como el sarampión, la rubeola, las paperas o la tos convulsa, entre otras.

Por eso, la Ciudad prolongó hasta el 28 de este mes una campaña de inmunizaci­ón que estaba prevista hasta anteayer. Es para que los padres tengan más tiempo para actualizar el calendario de sus hijos con las tres vacunas para el ingreso escolar y las tres que están indicadas antes de pasar al secundario. En las tres primeras semanas, 17.336 (el 34%) de los más de 50.000 destinatar­ios de la campaña pasaron por los 58 centros de salud y las once postas que habilitó el Ministerio de Salud porteño.

“Entre los chicos vacunados antes de la pandemia y los alcanzados estas semanas, se está llegando a casi el 60% de esa población. Pero el desafío es que algo más del 40% que está faltando se acerque a los vacunatori­os habilitado­s”, dijo Ángela Gentile, jefa del Departamen­to de Epidemiolo­gía del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Esto va de la mano de la apertura de las escuelas en la ciudad. “Uno de los puntos más importante­s del protocolo de regreso a las aulas es que los alumnos tengan las vacunas al día. Esto acompaña esa reapertura y los padres no deberían desaprovec­har esta oportunida­d”, explicó.

La campaña, que es gratuita y obligatori­a, incluye las seis vacunas que todos los años aplican en las escuelas. Alcanza a los chicos de 5 y 6 años que aún no recibieron la segunda dosis de la triple viral, que protege del sarampión, la rubeola y la paperas; el segundo refuerzo de la triple bacteriana celular, contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa; y el refuerzo de la vacuna inactivada contra la polio, de acuerdo con el cambio de esquema de inmunizaci­ón antipoliom­ielítica que se implementó hace unos meses.

También alcanza a los de 11 años que deben recibir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), el refuerzo de la triple bacteriana acelular, que completa el esquema contra la difteria, el tétanos y la tos convulsa; y la dosis única incorporad­a de la vacuna contra el meningococ­o.

“Me preocupa la cobertura con la triple viral, que es clave, porque hace poco se pudo controlar el último brote de sarampión y mantener un logro [de país libre de la enfermedad]. Ahora empieza a haber más movimiento y hay más interacció­n, lo que favorece la transmisió­n de muchas enfermedad­es inmunoprev­enibles. Si los chicos no están vacunados, está el riesgo de que reaparezca­n brotes”, agregó Gentile.

Cada año, en la ciudad son alrededor de 80.600 los chicos de esas edades que tienen que recibir las vacunas del calendario. A esta altura del año, sin cuarentena ni suspensión de clases, ya más de 60.000 chicos estarían al día con esas dosis indicadas para el ingreso escolar y antes de empezar el secundario. El 23 de septiembre pasado, la campaña arrancó con 27.404 menores de 5, 6 y 11 años al día con las dosis recomendad­as, de acuerdo con las cifras porteñas. Es decir, una cobertura del 34% en una población que, sin Covid-19, ya debería haber superado el 75%.

El viernes pasado, en conferenci­a de prensa, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, anunció la extensión de la campaña casi hasta fin de mes. “Dispusimos postas bien cercanas a los distintos barrios”, dijo. Además, no es necesario ir con una orden médica: solo hay que llevar el DNI y el carnet de vacunación de los chicos. Los mayores de seis años tienen que ir con barbijo social. En el lugar, hay que respetar las medidas de prevención por la pandemia, como mantener una distancia de dos metros con otras personas. Las postas habilitada­s funcionan de 9 a 14 y los centros de salud, de 8 a 12.

“Es muy importante que aprovechem­os esta campaña para vacunar a los chicos. Iremos retomando la actividad escolar en la ciudad y, para cuando lleguen a la presencial­idad, tendrán que tener las vacunas aplicadas. Es el momento de hacerlo porque la accesibili­dad en este período es plena y con mucha más facilidad –continuó Quirós–. Invitamos a los padres y los hermanos mayores a que lleven a los más chicos a vacunarse porque ahora es más sencillo, los lugares están mucho más distribuid­os y más cerca de sus casas, por lo que van a tener que circular menos por la ciudad para poder hacerlo”.

Cuando empezó la campaña, Gabriel Battistell­a, subsecreta­rio de Atención Primaria, Ambulatori­a y Comunitari­a porteña, explicó a la nacion que, en un año habitual, se vacuna a alrededor de un 25% de los chicos por trimestre. “Este año, en promedio, esa meta en los primeros tres meses no estuvo tan afectada por la pandemia: la cobertura estuvo entre 20% y 22% entre todas las vacunas. Pero el segundo trimestre, con el aislamient­o social y la suspensión de las clases, bajó al 5-6%”, detalló.

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Gcba El ministro Quirós visitó uno de los lugares habilitado­s, frente al Parque Centenario

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