Una pesadilla y diez trucos para llevarse mejor con la tecnología
Ocurrió de nuevo, esta semana. Tuve una pesadilla que se repite desde hace muchos años. nada tiene que ver con la pandemia, y creo que es más bien una suerte de resorte mental para mantenerme humilde y empático. Suena raro, ya sé. pero fíjense de qué se trata.
En estos sueños, de forma sistemática, me encuentro con un dispositivo que no logro entender. En el de esta semana, estaba en un cierre del diario y el sistema de edición era una mezcla de videocámara de los 90 con una cosa de aspecto bastante alienígena, y por mucho que el horario apretara, no conseguía editar mis páginas. al final, como es usual, me desperté sobresaltado.
En otras ocasiones, no consigo marcar un número en un celular o el equipo en cuestión (desde computadoras hasta drones) se desarma y no logro volver a ensamblarlo. Dado que desarmé y volví a armar mi primer juguete antes de los 4 años, esta clase de pesadillas siempre me intrigó. no siento precisamente miedo frente a una máquina. De ninguna clase y bajo ninguna circunstancia. armé siempre mis computadoras, eligiendo los componentes uno por uno, y usé todos los sistemas operativos más o menos relevantes, desde Unix para acá. ¿por qué tengo estas pesadillas, entonces?
no puedo explicarlo, excepto que sean en realidad providenciales. Me permiten saber cómo se sienten las personas que se atemorizan frente a las nuevas tecnologías. Estos sueños me han enseñado que ese temor nada tiene que ver con la ignorancia. Mucho menos con la falta de inteligencia. conozco docenas de personas de una capacidad intelectual sobresaliente que se llevan pésimo con las máquinas. no, el problema no es la ignorancia, sino el miedo.
En esas pesadillas aprendí que a medida que transcurren los minutos y no logro que la dichosa máquina funcione o, simplemente, entender cómo se maneja, me dominan la angustia y la desesperación, y las dos, en equipo, nublan mi entendimiento.
por eso, resumo a continuación algunos conceptos elementales que pueden ayudar a llevarse mejor con computadoras, smartphones, servicios online y demás.
Mire toda la pantalla. Frente a una aplicación o servicio nuevos, tendemos a enfocarnos en el centro de atención, pero no siempre lo que buscamos está ahí. a veces lleva tiempo; incluso a los veteranos nos lleva tiempo. Solución, explorar toda la pantalla.
Nada es para siempre. Salvo que aparezca una advertencia que diga que la acción no puede deshacerse, nada es definitivo en una computadora. Ctrl+z funciona incluso cuando movimos, borramos o copiamos cientos de archivos.
Apaga y prende. Si algo no está funcionando como debe, la primera medida es reiniciar el dispositivo. Teléfonos, notebooks, televisores inteligentes, smartphones y cualquier cosa que tenga un cerebro electrónico, memoria ram y un sistema operativo puede empezar a hacer tonterías. no es usted, es el dispositivo.
El tiempo y las conexiones. conozco a varias personas que conectan un concentrador con ocho puertos USB y esperan que la cámara, las otras dos pantallas, el mouse, el auricular y los dos discos externos estén listos de inmediato. como tal cosa no ocurre, creen que el concentrador no anda, que la cámara no anda, que nada anda. Y todo lo que se requiere es tiempo. Hay cosas que son casi instantáneas en estos dispositivos, pero si hay conexiones involucradas, entonces cuente hasta 50. El router wifi es un clásico; le lleva tiempo bootear (es una pequeña computadora; en general, con un linux adentro) y hacer todo el trámite para conectarse con el proveedor y darnos internet. parece mentira, porque nos vendieron el ideal de la instantaneidad, pero en la práctica un montón de cosas en este rubro requieren tiempo.
Curva de aprendizaje. no entender de entrada Facebook, instagram, Twitter, pinterest, Tiktok y demás es normal. repito, es normal. nadie los comprende de un vistazo, y además cambian constantemente. así que nada de sentirse avergonzados. algo parecido ocurre con las aplicaciones. Desde un simple procesador de texto hasta un complejo editor de video, las computadoras han traído tal poder a nuestras manos que no se puede esperar que aprendamos a usarlas de forma instantánea. no es el dispositivo, somos nosotros; la cantidad de información que podemos incorporar a cada minuto es bastante limitada.
No se complique. Hay interfaces y equipos mal diseñados, es un hecho, pero, en general, hay un fenómeno que no sé si ya alguien analizó y si hasta tiene nombre y todo, pero es algo de este tipo: uno cree que como son computadoras entonces tienen que ser difíciles de usar. así que busca la solución por el lado complicado, mientras el botón rojo que dice EMPEZAR está ahí, bien a la vista. así que, si le resulta fácil, no se preocupe. Eso también es normal.
Alt-tab. Este atajo de teclado sirve para cambiar el foco entre diferentes ventanas. Es muy práctico, pero además puede ser un salvavidas. resulta que a veces alguien se olvida de configurar ciertos cuadros de diálogo para que queden siempre visibles, toda vez que son modales. Modal quiere decir que requieren que el usuario responda con Aceptar o Cancelar antes de poder seguir usando la aplicación. resultado: el programa deja de responder (porque hay un cuadro modal abierto), pero el cuadro modal no está a la vista. lo usual es que pensemos que toda la computadora se colgó. Un simple Alt-tab revelará el dichoso cuadro de diálogo, y un error de programación no nos costará el trabajo que hicimos durante toda la tarde. ¿Que si algo tan básico realmente ocurre con programas serios? por favor, no me hagan hablar.
Anatomía comparada. Esto es especialmente cierto para los smartphones. Si todavía se siente un poco perdido con estos equipos, una solución es tomar el teléfono y ver dónde caen los dedos. notará que, en la mayoría de los casos, el pulgar y el índice quedan cerca de los botones importantes: encender/apagar/bloquear, volumen y así. lo que me lleva al siguiente punto.
Pareto. cuando no conocemos algo, creemos que el experto se sabe 18.000 trucos y herramientas que para nosotros son un arcano druídico. la verdad es que todos, incluidos los veteranos, hacemos el 80% de nuestro trabajo con el 20% de nuestras herramientas.
Mucho ayuda el que no estorba.
Esto lo decía mi madre, y es verdad. Si hay alguien mirando sobre su hombro (con la noble intención de ayudar) y le indica dónde tiene que hacer clic cada dos segundos porque usted no llegó a ver el botón de inmediato (y eso es porque es nuevo en la aplicación o en la página), lo está damnificando de dos formas. primero, porque la única manera de aprender algo es haciéndolo, no que otro le diga cómo hacerlo. Segundo, porque refuerza la idea de que usted no entiende nada y todos los demás son unos hackers de la primera hora. Tómese el tiempo y practique, que la práctica hace al maestro.
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