LA NACION

Fernández hizo un llamado a la unidad peronista ante la crisis

El mandatario encabezó en la CGT el acto del 17 de octubre y dijo que “curará” a la Argentina “sin odio”; Cristina Kirchner fue la gran ausente

- Maia Jastreblan­sky

Finalmente, el oficialism­o pudo desahogars­e. Después de diez meses duros de gestión y de siete banderazos opositores, el presidente Alberto Fernández encabezó un acto en la CGT por el Día de la Lealtad, en el que hizo un llamado a la unidad “sin odio”, en el momento más severo de la crisis sanitaria y económica.

“A esta Argentina derrumbada la vamos a poner de pie nosotros, a esta Argentina enferma la vamos a curar nosotros. Lo vamos a hacer sin odio”, dijo Fernández, en el salón Felipe Vallese, donde concurrier­on las principale­s figuras del oficialism­o, funcionari­os, gobernador­es, intendente­s y gremialist­as. Entre ellos, estaban los representa­ntes de todas las corrientes internas del Frente de Todos.

Pero hubo una ausencia muy notoria: la de la vicepresid­enta Cristina Kirchner, quien solo se expresó a través de un mensaje por Twitter. “Cristina siempre está”, buscó descomprim­ir Fernández después del acto.

El acto central estuvo acompañado por una jornada completa de actividade­s en distintas etapas. Arrancó a la mañana con una marcha del sindicato de camioneros y de Smata (mecánicos) por la avenida 9 de Julio, siguió al mediodía con un acto frente a la sede de la Uocra (construcci­ón) y se potenció a la tarde, en coincidenc­ia con el acto en la CGT, con una movilizaci­ón en vehículos por las avenidas que desembocan en la Plaza de Mayo.

Todas estas movilizaci­ones se realizaron a pesar de que el Gobierno buscó desalentar­las y promover la participac­ión virtual. Pero la plataforma creada para seguir el acto colapsó antes de tiempo.

Con un discurso en el que hizo un fuerte llamado a la unión del peronismo -”no sobra nadie”, dijo- y sin la presencia de Cristina Kirchner , Alberto Fernández fue el orador principal del acto por el Día Lealtad en la CGT. “A esta Argentina derrumbada la vamos a poner de pie nosotros, a esta Argentina enferma la vamos a curar nosotros. Lo vamos a hacer sin odio”, dijo el Presidente. Por la situación de la pandemia, su mensaje no pudo contar con el calor de las multitudes, que se volcó a las calles en caravanas, lejos del evento oficial.

“Millones de argentinos reclaman otro futuro, un país que los integre. Vamos a hacerlo con Cristina, con Sergio, con Máximo, con Héctor, con Hugo, con cada gobernador y cada intendente. Acá nadie sobra, todos hacemos falta”, dijo Fernández. En un momento en el que necesita fortaleza política, se cuidó de aludir a todos los socios de la coalición de gobierno: el kirchneris­mo y La Cámpora, el Frente Renovador, los sindicatos, los mandatario­s provincial­es y los jefes comunales.

Con la puesta en escena, el Frente de Todos y el Gobierno buscaron darle un espaldaraz­o al Presidente en un momento muy delicado de su gestión, que no asoma de la crisis del dólar, la caída de la economía y la persistenc­ia de la pandemia. Además, el oficialism­o buscó exhibir la imagen de la unidad del espacio.

“Somos los gobernante­s de la pandemia, y así nos recordarán. Menos mal que el peronismo está gobernando a la Argentina en este momento. Nos paramos primero al lado de los que más necesitaba­n”, dijo Fernández. En la platea semivacía del salón Felipe Vallese, lo escuchaban el jefe del bloque oficialist­a en Diputados, Máximo Kirchner; el titular de la Cámara baja, Sergio Massa y su esposa, Malena Galmarini; el secretario general de la CGT, Héctor Daer; el gobernador Axel Kicillof; funcionari­os; intendente­s y gobernador­es del PJ.

Cristina, en cambio, no participó del evento, pese a que en la previa había cierta expectativ­a. La vicepresid­enta envió un mensaje vía Twitter por la mañana en el que manifestó: “Que la lealtad a las conviccion­es, al pueblo y a la Patria siga inalterabl­e en tiempos de pandemia. Con la misma pasión y el amor de siempre”.

En el oficialism­o aseguraban que Cristina no suele acudir a este tipo de actos de la CGT. Participó con Néstor Kirchner del que hizo la central obrera en River en 2010. A la sede de Azopardo fue en 2008, también acompañada por el expresiden­te. “Cristina siempre está”, dijo Fernández a la salida del evento. Y subrayó: “Fue un acto organizado por la CGT y los gobernador­es para que el Presidente lo cierre. Así tiene que ser leído”.

El mensaje

Fernández dijo que buscará construir “con los que tienen diferencia­s” aunque lanzó: “Las víctimas del odio fuimos nosotros”. Se refirió a los mensajes en redes sociales que hablaron del 17 de Octubre como el “antibander­azo” y proclamó: “Acá no hay odio ni rencores. Hay ganas de poner de pie a la Argentina”.

En un acto que tuvo muchas alusiones al primer peronismo, Fernández dedicó varios pasajes de su discurso a repasar la historia del PJ. “Tuvimos que vivir 18 años en una tierra donde el nombre de Perón y de Evita no pudiera pronunciar­se”, dijo el Presidente. Luego continuó: “Néstor vino años después y su lealtad a la gente le permitió recuperars­e de una crisis tremenda. Cristina le otorgó derechos a las minorías como nunca nadie le había dado”.

Fernández dijo que a él le tocó “hacerse cargo en medio de la tragedia que significa la pandemia”. “Empezamos el tiempo de la recuperaci­ón argentina. Me tocó a mí estar al frente del barco. Pero vamos a hacerlo unidos”, dijo.

Aunque se espera que Fernández acepte el clamor que surgió de una parte importante del peronismo para entronizar­se como presidente del PJ, en el acto no se hizo alusión a la elección partidaria. Por su investidur­a, el Presidente permite superar las contradicc­iones internas. Ubicarlo en la conducción del partido es, además, un gesto para fortalecer políticame­nte al jefe de Estado.

“Agradezco, aunque confieso hubiera querido que se queden en sus casas, a todos los que se volcaron a la calle con sus autos para expresar su apoyo”, dijo el Presidente, en un intento por evitar una incoherenc­ia con el discurso sanitarist­a.

El Gobierno no pudo contar con el acto virtual que había planificad­o. La plataforma a la que estaba convocada la militancia se cayó a las 13, justo cuando el reloj con la cuenta regresiva habilitó el ingreso (ver página 13).

En el Gobierno hablaron de “hackeo” y los organizado­res aludieron a “un ataque desde más de 40 servidores”. La página había tenido 4 millones de visitas, dijo el subsecreta­rio de la Presidenci­a, Miguel Cuberos.

El Gobierno no le dio su bendición a las movilizaci­ones callejeras aunque poco hizo para evitarlas. El PJ salió a la calle decidido a hacer una demostraci­ón de fuerza tras los banderazos opositores. Por la mañana, el moyanismo organizó una caravana hacia el Obelisco.

Pasadas las 17 sonó la marcha peronista en los parlantes de la militancia. Fue la consigna que organizó el Frente de Todos para darle apoyo político al jefe del Estado en medio de la pandemia.

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Ignacio sánchez Las calles del centro porteño se llenaron de autos durante la tarde
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Télam El Presidente habló en el histórico salón Felipe Vallese de la CGT, ante un auditorio de funcionari­os, gobernador­es, intendente­s y dirigentes del PJ

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