Trump intensifica su campaña con múltiples actos
Recorrió varios estados con la mira en movilizar a los votantes; cruce con un senador
WASHINGTON.– Rezagado en las encuestas, el presidente norteamericano, Donald Trump, intensificó ayer su campaña con un ritmo frenético en una recorrida por el país para descontar puntos frente a su rival demócrata, Joe Biden.
Trump viajó al norte para visitar Michigan y Wisconsin, dos estados tradicionalmente demócratas que ganó en 2016, antes de dirigirse a Las Vegas, nevada, para una gira en el oeste que comenzará hoy, sumando kilómetros a toda velocidad para remontar en las encuestas de cara a las elecciones del 3 de noviembre.
Al igual que en 2016, Trump hace una intensa campaña en el terreno con varios viajes al día. Anteayer estuvo en Georgia y Florida, dos estados del sudeste que difícilmente puede permitirse perder si quiere ganarle a Biden.
Para movilizar a sus seguidores, el mandatario anunció “una ola roja de magnitud nunca antes vista”, en referencia al color que distingue a los republicanos.
Con encuestas que no le favorecen, una pandemia que superó los ocho millones de casos en Estados Unidos, y las dudas que surgen dentro de su propio partido, Trump está “dándolo todo” para recuperar terreno, según destacó la vocera presidencial, Kayleigh Mcenany.
Mcenany también denunció que encuestas “muy infladas” y diseñadas para “formar la opinión pública en lugar de medirla”, en alusión a la clara ventaja de Biden, a solo dos semanas de unos comicios que, hasta principios de año y con la economía en movimiento, se veían como un mero trámite para revalidar las credenciales de Trump.
Entre acto y acto, montado en su avión camino a los diversos escenarios de campaña frente a sus seguidores, Trump aprovechó para descalificar a propios y extraños en su cuenta de Twitter y achicar la diferencia con el candidato demócrata, además de saldar cuentas con un dirigente de las filas republicanas.
En un mensaje afirmó que Biden “propone la mayor suba de impuestos en la historia” de Estados Unidos. Y se preguntó: “¿Cómo se puede votar por eso?”.
En el frente interno, calificó al senador republicano Ben Sasse como “un peligro para el Partido Republicano y una vergüenza” para su estado de nebraska.
El presidente le respondió de esa manera a Sasse, que durante una asamblea telefónica les dijo a sus votantes que Trump “coquetea con supremacistas blancos”, se ríe de los “cristianos evangélicos en privado” y “besa a dictadores en el trasero”.
Sasse, que se presenta a la reelección en un estado sólidamente republicano, aparece como un posible candidato presidencial en 2024. En la asamblea criticó el manejo de la pandemia de coronavirus y dijo que los Trump tratan a la presidencia “como una oportunidad para hacer negocios”.
Y mientras Trump volaba en busca de votos, miles de personas marcharon frente a la Corte Suprema de Estados Unidos, en Washington, para conmemorar a la fallecida jueza Ruth Bader Ginsburg y manifestarse en contra del apuro del presidente por imponer a su reemplazante, la jueza conservadora Amy Barrett.
En marcado contraste con la intensa agenda de Trump, Biden, de 77 años, se quedó en la costa este, en su bastión de Wilmington, Delaware, antes de partir hoy a Carolina del norte, otro estado clave. El viernes había visitado Michigan, que busca atraer hacia el campo demócrata.