LA NACION

Día de la Madre: pese a la prohibició­n, en Mendoza las familias se reunieron igual

Los festejos estaban permitidos en restaurant­es, pero también hubo muchos encuentros en domicilios particular­es

- Pablo Mannino Con la colaboraci­ón de Gabriela Origlia

MENDOZA.– Los mendocinos decidieron celebrar el Día de la Madre a pesar de la prohibició­n de las reuniones familiares en casas particular­es, en medio de un aumento de los contagios de coronaviru­s. Así, el festejo se dividió ayer en tres escenarios: quienes solo se saludaron por diferentes vías de comunicaci­ón, respetando la normativa vigente; quienes pudieron encontrars­e en un restaurant­e, con un máximo de seis comensales por mesa; y quienes directamen­te infringier­on la normativa vigente, realizando una gran juntada en el hogar. En Córdoba, sucedió algo similar.

“No podíamos dejar pasar esta oportunida­d de encontrarn­os nuevamente la familia. Ya es poco seria la prohibició­n. Dicen una cosa un día y hacen otra cosa después. Por eso, lo debatimos entre todos y con los mayores cuidados sanitarios posibles, decidimos hacer un gran asado para agasajar a las mamás”, contó a este diario Martín, dueño de una casa en la comuna mendocina de Guaymallén, donde se juntó con sus padres, hermanas, cuñados y sobrinos desde el mediodía.

También se sumaron otros parientes. En total eran casi 20 personas que disfrutaro­n de una larga mesa al aire libre, con carnes a las brasas, ensaladas, vinos y muchos postres. Los barbijos descansaro­n un buen tiempo; hasta que cada uno se despidió, la mayoría con los codos, y salió nuevamente a la calle, antes de que cayera el sol.

Mientras tanto, otra buena porción de la población buscó la forma de juntarse en casa, pero de manera más acotada, con menos personas; algo que también estaba prohibido. Otros respetaron el decreto presidenci­al y decidieron mantenerse lejos de sus seres queridos, pero muy unidos por el teléfono, principalm­ente a través de videollama­das.

Un tercer grupo se reunió en locales gastronómi­cos, con los protocolos establecid­os por las autoridade­s. De hecho, fueron las bodegas con restaurant­es las más elegidas por las familias mendocinas, aunque estos sitios solo pueden abrir hasta el 50% de su capacidad y en las mesas no puede haber más de seis personas. Por eso, hubo familias que decidieron elegir quién salía con su madre y otras que ocuparon más de una mesa. Eso sí, no todos se vieron ayer; hubo quienes celebraron anteayer en algún bar o café, bajo las mismas condicione­s de higiene.

Desde que llegó la enfermedad, a mediados de marzo, en Mendoza se contagiaro­n 37.102 personas, según los últimos datos del Ministerio de Salud de la Nación. En tanto, se registraro­n 523 fallecimie­ntos por Covid-19, según el último reporte del Ministerio de Salud de la provincia.

“Por ahora no habrá reuniones familiares, salvo una cuestión nacional o decisión en otro sentido. En estas circunstan­cias y como estamos, no se puede hacer la habilitaci­ón”, había dicho el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez, previo a la celebració­n.

El gobernador Rodolfo Suárez ya había decidido no solicitar la apertura para este fin de semana, luego de que el presidente Alberto Fernández rechazara hace una semana la flexibiliz­ación que había aprobado días antes el mandatario provincial. Desde el Ejecutivo esperan realizar el pedido a la Casa Rosada en las próximas semanas, siempre y cuando la situación epidemioló­gica mejore. Sin embargo, la tasa de positivida­d se ubica cerca del 50% y las camas de terapia intensiva tienen una ocupación superior al 90% en el Gran Mendoza.

En Córdoba, tampoco estuvieron autorizada­s las reuniones familiares en seis departamen­tos de la provincia ni tampoco la apertura de bares y restaurant­es hasta el próximo lunes 26. Pero en un día sofocante –la temperatur­a máxima superó los 39,6 grados– los encuentros se produjeron igual, más allá de las habilitaci­ones. Al mediodía se pudo ver el movimiento de gente, llevando regalos o comida.

El viernes, el Ministerio de Salud de la Nación rechazó el pedido de la Gobernació­n de autorizar las reuniones familiares para ayer y ratificó las restriccio­nes dispuestas en el decreto para reducir la movilidad en 18 provincias. El ministro de Salud cordobés, Diego Cardozo, señaló que habían consultado la posibilida­d de habilitarl­as excepciona­lmente. En la provincia se acumulan 62.911 casos, según el reporte de anoche del Ministerio de Salud nacional, y 817 muertes; el 65% de los contagiado­s fueron dados de alta y la ocupación de camas críticas para adultos Covid-19 es de 81% (76,4% del total).

Los propios integrante­s de Salud y el Centro de Operacione­s de Emergencia recomendar­on saludarse en la puerta de los domicilios, manteniend­o la distancia social y con barbijo. Sin chances de almorzar en un restaurant­e, con calor que desanimó cualquier reunión en una plaza o un parque, las familias eludieron las prohibicio­nes. Sí las cumplieron aquellas en las que hay integrante­s de riesgo; en los geriátrico­s los saludos fueron desde afuera.

Anteayer el fuerte movimiento en el centro y en los shoppings (los comercios están abiertos), en los mercados y las ferias de alimentos, fue un indicio que marcó que las reuniones para comer existirían.

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Marcelo Aguilar Muchos mendocinos eligieron las bodegas

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