Guzmán reconoció que la emisión monetaria desató tensiones cambiarias
Lo justificó por los mayores gastos derivados de la pandemia
El ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzó a redefinir su propio diagnóstico de la crisis económica y las posibles soluciones que podría empezar a implementar para tratar de suavizar la tensión sobre el dólar y devolverle la confianza al sector privado.
El economista de Columbia afirmó ayer que la emisión monetaria en mayor proporción a la prevista como consecuencia de la pandemia está provocando tensiones en el mercado cambiario. Además, señaló que la manera de recuperar la confianza del mercado es lograr un ancla fiscal, coordinada con una política monetaria que tenderá a tener “tasas de interés ordenadas”. Habló además de un sendero de acumulación de reservas y “otro pilar”: reglas de juego en sectores claves.
No es casual el cambio de enfoque. En las últimas horas, el Poder Ejecutivo decidió que sea Guzmán, hoy entronizado como el número uno del equipo económico, quien comenzara un viraje en el enfoque para frenar la desconfianza, que amplifica cada vez más la brecha cambiaria entre las cotizaciones oficiales y las alternativas.
Ayer, además aplicó un cambio de matiz en el discurso. “Hubo que recurrir al financiamiento monetario en una proporción mayor a la que habíamos estimado”, señaló en una reunión virtual en el marco del encuentro con empresarios “Perspectivas económicas de la Argentina”, organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
“Tomamos el camino que considerábamos mejor dentro de las restricciones que enfrentábamos”, dijo el ministro, y reconoció: “Esto ha generado tensiones en otros frentes”. El dólar blue, el contado con liquidación (CCL) y el dólar bolsa (MEP) volvieron a ensanchar ayer la brecha con el oficial pese a las medidas anunciadas esta semana.
“La política fiscal, comenzando con el presupuesto para 2021, es el ancla para la política económica. La Argentina necesita transitar el camino de la sostenibilidad fiscal. Tener las cuentas en orden, pero a la velocidad para que el país se recupere y sostenga esa recuperación”, afirmó el ministro. Anteanoche, el Palacio de Hacienda anunció el resultado fiscal de septiembre, que mostró tasas de crecimiento interanual del gasto de más de 70% y levemente superior al 30% en los ingresos. El Gobierno prevé este año un déficit de 8 puntos del PBI. Algunos analistas que siguen de cerca esos números creen que el dato puede ser peor. Para el año que viene, el Gobierno pronosticó un rojo primario de 4,5 puntos del PBI (el 60% de ese bache será financiado con emisión monetaria).
“El presupuesto 2021 muestra principalmente una redefinición de los rubros del gasto, privilegiando aquellos que fomentan la recuperación y el crecimiento económico”, indicó el ministro ante los hombres y las mujeres de negocios. “Se apunta a una reducción importante del déficit fiscal con respecto a 2020. Buscamos converger a que no haya financiamiento sistemático del Banco Central al Tesoro”, agregó.
Guzmán mencionó además como “segundo pilar” el programa con el FMI. “El diálogo viene siendo muy bueno. Hay una alineación de visiones con respecto a que la estabilidad requiere una recuperación de la economía. Esperamos que sea un programa que ayude a restaurar la estabilidad económica y el crecimiento”, afirmó el ministro de Economía y completó: “Hay medidas vinculadas con políticas que tienen que ver con promover la competencia, el desarrollo de mercado de capitales. Va a incluir un sendero fiscal y de recuperación de reservas plurianual. Buscamos que la sostenibilidad fiscal y externa no sea tan solo política de gobierno, sino también de Estado”.