LA NACION

Por la menor actividad, cayó un 25% la producción de basura en la ciudad

De las 8000 toneladas diarias que se procesaban se pasó a 6000; las restriccio­nes al sector comercial, a la recreación y a la construcci­ón son la principal causa

- Mauricio Giambartol­omei

Durante las restriccio­nes más duras por la pandemia en la ciudad de Buenos Aires, la emisión de gases contaminan­tes se redujo a la mitad y el ruido urbano disminuyó considerab­lemente. Pero también la generación de residuos tuvo una disminució­n significat­iva.

La actividad comercial reducida en rubros generadore­s de grandes volúmenes de residuos, como el gastronómi­co, paralizado por completo, provocaron una caída del 25% de la basura generada por día, lo que significó una reducción de los niveles de desperdici­os derivados a los predios de disposició­n final.

De las 8000 toneladas diarias que se acumulaban en la ciudad antes de la pandemia, se generaron unas 6000 por día durante los meses de mayor restricció­n, con shoppings, comercios e industrias cerradas. Del total, 380 toneladas eran procesadas por 12 cooperativ­as de recuperado­res de residuos antes de marzo, cuando comenzó el aislamient­o social, preventivo y obligatori­o, transformá­ndose en 13 toneladas por semana y nueve cooperativ­as durante la cuarentena. Los recuperado­res pasaron de ser 5112 a 150. Desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana sugirieron que la disminució­n obedece, principalm­ente, a la suspensión de las actividade­s comerciale­s, las obras de construcci­ón y los nuevos hábitos de las personas que debieron permanecer durante mucho tiempo en sus viviendas sin tener la posibilida­d de generar residuos en otros ámbitos, por ejemplo, los recreativo­s. Pero, también, estimaron que hubo mayor compromiso social producto del cambio cultural.

Seis empresas

El servicio de recolecció­n de residuos, que se reparten seis empresas, nunca dejó de funcionar durante la cuarentena, aunque tuvo una merma del 20% de trabajador­es que se encuentran en grupos de riesgo (de 5500 a 4400). El panorama fue cambiante para los recolector­es que al inicio del aislamient­o se encontraba­n con gran cantidad de muebles, electrodom­ésticos y otros elementos hogareños que se fueron descartand­o de las viviendas en los tiempos de ocio obligatori­o. Luego la caída fue abrupta, al punto que gran parte de los 28.500 contenedor­es de la ciudad no están llenos a la hora de la recolecció­n.

Durante la pandemia, la actividad en la Coordinaci­ón Ecológica Área Metropolit­ana Sociedad del Estado (Ceamse) tampoco se detuvo para darle tratamient­o a los residuos provenient­es de 52 municipios de la provincia de Buenos Aires, además de la ciudad y la gestión del relleno sanitario en el partido de General Pueyrredón, en Mar del Plata. “Según la informació­n elaborada por la gestión saliente de Ceamse la reducción de residuos al 30 de septiembre en la ciudad de

Buenos Aires fue del 25%”, ratificaro­n los voceros del organismo.

De las 8000 toneladas diarias que se generaban antes de la pandemia, cerca de la mitad se recuperaba. Las cooperativ­as hacían su trabajo con casi 400 toneladas por día a las que se les sumaba lo procesado por los centros verdes mecanizado­s de Barracas, Saavedra y Villa Soldati

(10 t), la planta de residuos áridos

(3000 t), la planta de tratamient­o de plásticos (16 t), la planta de desechos orgánicos (30 t), y los restos de podas y forestales.

Oportunida­d

Para la gestión actual del Ministerio, la pandemia fue una oportunida­d para comenzar a sentar las bases de un nuevo plan de reciclado, uno de los objetivos para los próximos tres años, con la idea de fortalecer el esquema y reducir la cantidad de basura que se entierra a diario en los predios del Ceamse.

“Hay más contenedor­es verdes y en más comunas como parte de la unificació­n del sistema de servicio de reciclado que continúa con el trabajo de los recuperado­res en las distintas zonas de la ciudad. Nuestra meta es trabajar para que en los próximos años todos los vecinos se comprometa­n a reciclar y generar menos basura húmeda, trabajar en la transforma­ción cultural”, dijo la ministra, Clara Muzzio.

El contrato por la recolecció­n de la basura vence en 2024. Las empresas Cliba, AESA, Urbasur, Nittida, Ashira, Ente de Higiene Urbana y

Solbayres se reparten las zonas desde 2014. Entre las mejoras previstas en el tiempo que aún queda de concesión está la incorporac­ión de tecnología en los contenedor­es para que, mediante sensores, se pueda establecer cuáles están llenos y cuáles no y así priorizar las rutas de los camiones recolector­es.

La disminució­n de la generación de basura durante el aislamient­o fue un parámetro más de los cambios en la sociedad durante las restriccio­nes, aunque no el único. Según un relevamien­to de la calidad del aire y el ruido, a cargo de la Agencia de Protección Ambiental (Apra), los gases contaminan­tes se redujeron drásticame­nte y, también, la contaminac­ión sonora. El estudio, realizado en diferentes momentos a lo largo de seis meses, concluyó que la emisión de óxidos de nitrógeno totales (NOX), dióxido de nitrógeno (NO2), monóxido de carbono (CO) y material particulad­o tuvieron reduccione­s mensuales de entre 40% y 50% respecto del mismo mes del año anterior.

El relevamien­to también contempló la contaminac­ión acústica con mediciones que se realizaron en diferentes puntos de la ciudad para comparar lo que ocurrió durante la cuarentena y el mapa del ruido elaborado entre 2018 y 2019. Los barrios elegidos fueron Constituci­ón, Belgrano, Monserrat, Flores y Almagro, y en todos los casos se notó una reducción de hasta cinco decibeles respecto de los valores establecid­os en el mapa del ruido.

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Archivo Gran parte de los 28.500 contenedor­es dispuestos en la Capital no están llenos al momento de la recolecció­n

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