Darán beneficios para el desarrollo de residencias estudiantiles
La Ciudad prevé incentivos fiscales para los hoteles que se reconviertan y los nuevos proyectos; la puesta en valor del casco histórico
Los hoteles que se reconviertan en residencias estudiantiles y aquellos que apuesten por la construcción de este tipo de alojamiento tendrán una serie de beneficios e incentivos para desarrollar la actividad, según la ley sancionada por la Legislatura porteña el jueves último. La iniciativa también busca poner en valor la zona del casco histórico por su cercanía con cinco universidades y 62 predios pertenecientes a establecimientos educativos y por su alta conectividad con el transporte público.
El diputado de la Ucrevolución y presidente de la Comisión legislativa de Desarrollo Económico –en la que se debatió el proyecto–, Marcelo Guouman, explicó que la normativa tiene dos partes complementarias: “La primera tiene por objeto la promoción de proyectos de inversión de residencias de estudiantes en la ciudad, que pueden ser llevados a cabo por personas humanas, jurídicas o fideicomisos”.
Mientras que la segunda parte modifica las leyes 6038 y 6186 con el fin de extender “los incentivos fiscales para las inversiones en el sector hotelero anteriores a 2021 y hasta 2023 en igualdad de resultados. Recordemos que, en las leyes citadas, las inversiones, antes y durante 2021 obtenían ventajas superiores a las inversiones realizadas en 2022 y 2023”. Aunque aclaró: “Por la crisis del sector hotelero durante la actual pandemia y por la prohibición de las tareas de construcción, las inversiones fueron paralizadas. Entonces, se extienden los incentivos al resto del período”.
“Quienes desarrollen los proyectos de inversión podrán optar entre dos beneficios: el primero, convertir en crédito fiscal hasta un máximo del 60% de la inversión, que podrá ser computable contra el pago destinado a la cancelación del impuesto sobre los ingresos brutos. Y el segundo, la eximición del pago del impuesto sobre ingresos brutos por un plazo máximo de 24 meses contados desde el inicio de la explotación de la actividad económica en el nuevo establecimiento”, completó Guouman.
La iniciativa había sido impulsada por el diputado de Vamos Juntos y presidente de la Comisión de Educación, Gonzalo Straface. “Atraerá a nuevos estudiantes, al mismo tiempo que paliará una necesidad para quienes eligen a Buenos Aires como destino educativo. Se busca posibilitar el desarrollo de nuevas inversiones, lo cual hoy representará para la ciudad un costo cero, que a la vez generará no solo nuevos ingresos, sino también un mayor caudal de estudiantes, creación de puestos de trabajo en obra y servicios, y fortalecerá asimismo el turismo interno y el desarrollo de la interculturalidad”.
La presidenta de la Cámara de Hoteles y vicepresidenta primera de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (Ahrcc), Gabriela Akrabian, manifestó la sorpresa del sector: “Es una ventana para seguir favoreciendo los alojamientos turísticos no regulados, porque el proyecto establece que un inmueble sea destinado hasta un 70% como residencia estudiantil y el resto lo podrían utilizar para otras cuestiones, entre ellas, el alojamiento turístico”.
“La mayoría de las personas que vienen a estudiar terminan alquilando un departamento, hay un pequeño nicho que usa residencias –detalló Akrabian–. Con esta ley se favorece a los que están en la zona del casco histórico, toda el área de San Telmo y microcentro. Y, si bien ahí hay universidades, es una zona destinada a lo turístico. La mayoría de las universidades están en otros barrios”. Y advirtió: “Parece más una cuestión de fomentar la construcción que un incentivo para residencias estudiantiles”.
Además, Akrabian indicó: “Lo que necesitan los hoteles es ayuda del gobierno nacional y de la Ciudad, porque no podemos subsistir ya que no hay circulación terrestre ni aérea. No hay demanda. Sabemos que cuando pase la crisis y tengamos la vacuna, el turismo se va a recuperar y va a haber una retribución, pero necesitamos ayuda para poder llegar a ese punto”.
Por otro lado, las aguas se dividieron entre quienes se mostraron a favor de la medida y los que la rechazaron categóricamente. Dentro del primer grupo se encuentra Sergio Abrevaya (GEN), que consideró: “En la ciudad, casi 100.000 estudiantes de grado y posgrado necesitan una residencia durante la estadía de sus cursos. Usualmente, solo 2000 encuentran residencias especializadas, el resto trata de solucionarlo con hotelería barata o alquiler de departamentos”. Y concluyó: “Apostar a dar oportunidades en el sector para reconvertirse y poder brindar el servicio de residencia es bueno, da trabajo y permite un alivio en la economía”.
Santiago Roberto (Frente de Todos) explicó que no están “de acuerdo con el proyecto porque las demandas que nos han acercado desde este sector no tienen que ver con incentivar la inversión para ampliar o crear nuevos espacios como plantea esta ley, sino que piden ayuda concreta para poder sostener la actividad y evitar que cierren sus puertas más hoteles”.
Durante el año pasado, la ciudad recibió a 178.000 estudiantes. De esos, 86.000 llegaron del interior del país y 92.000, del exterior.