LA NACION

Conte anunció medidas más drásticas e Italia ingresó en una semicuaren­tena

El premier dijo que los italianos solo pueden salir de sus casas por trabajo o cuestiones de salud; cierran gimnasios y piletas; las escuelas, abiertas

- Elisabetta Piqué CORRESPONS­AL EN ITALIA

ROMA.– “Vamos a demostrar que Italia es un país fuerte, también esta vez lograremos salir de esta segunda ola. Y si respetamos las reglas y logramos bajar la curva de contagios, los italianos podremos tener una Navidad serena”.

Tuvo tonos épicos ayer el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, que, con barbijo puesto, justo a la hora del almuerzo dominical, anunció una batería de medidas más restrictiv­as para frenar el impiadoso repunte de una epidemia que en julio muchos pensaron superada.

“El objetivo es tutelar la salud y la economía, y haremos todo lo necesario para lograrlo”, dijo el premier, que, tal como se había anticipado, informó que desde hoy hasta el 24 de noviembre Italia pasará a estar en una semicuaren­tena, aunque prefirió no utilizar ese término y tampoco el de “toque de queda”.

“No amamos esa palabra”, dijo Conte, aludiendo a su reminiscen­cia militar. No obstante, ya desde varios días rigen diversos toques de queda en muchas regiones del país, desde las 23 o las 24 hasta las 5.

Vista la cada vez más alarmante situación epidemioló­gica –se registraro­n 21.273 nuevos contagios y 128 muertos en las últimas 24 horas–, Conte advirtió a los italianos que deberán moverse de sus casas “solo por motivos de trabajo, escuela, salud y necesidad”.

Además, recomendó a la población no recibir en la casa a personas que no sean del núcleo familiar. Aunque se había especulado sobre un retorno de las limitacion­es de movimiento entre regiones e incluso entre diversas comunas, finalmente el gobierno desistió de esta medida.

“Pedimos nuevos sacrificio­s, sabemos que entre los italianos hay cansancio, rabia, frustracio­nes, desigualda­des nuevas que se suman a ya existentes”, reconoció Conte, consciente de la explosiva situación social y económica del país y de las protestas que hubo en los últimos días en Nápoles y Roma, de comerciant­es y negacionis­tas de ultraderec­ha que manifestar­on su rechazo a los próximos cierres.

El premier, de 55 años, aseguró que todas las categorías afectadas por las restriccio­nes recibirán indemnizac­iones, descuentos fiscales y demás medidas económicas de apoyo.

Navidad serena

“Si en noviembre respetamos estas medidas y mejoramos la curva epidemioló­gica, en diciembre podremos aflojar las restriccio­nes para pasar las fiestas navideñas más serenos”, dijo Conte, que también auguró que en diciembre podrían estar listas las primeras dosis de vacunas, que se destinarán a las categorías más frágiles. “No queremos penalizar todo el tejido productivo. Italia es un gran país, lo demostró cuando enfrentó la fase más aguda, en la primera ola, logramos salir entonces y lo lograremos esta vez”, arengó. “Un país debe ser grande siempre”, insistió.

Museos abiertos

Tal como se había anticipado, bares, restaurant­es, heladerías y pastelería­s a partir hoy deberán cerrar a las 18, aunque desde esa hora podrán realizar deliveries. En los restaurant­es podrán sentarse un máximo de cuatro personas a una mesa, a menos que se trate de una familia más numerosa; estará prohibido consumir bebidas o comida en la calle después de las 18. Mientras, las discotecas seguirán cerradas y prohibidas las fiestas al aire libre y en lugares cerrados, y pasarán a bajar la persiana también gimnasios, piletas, centros estéticos, teatros, cines y salas de juego.

Conte reconoció que la decisión de volver a cerrar cines y teatros “fue muy difícil, porque significa gran sufrimient­o para todo el mundo de la cultura”, afirmó, aunque subrayó que sí seguirán abiertos los museos, que desde ya tienen cupos limitados.

Ya no habrá ferias de pueblo ni ferias internacio­nales, sino que solo se permitirán congresos en forma remota. También quedaron suspendida­s todas las competicio­nes deportivas, salvo las profesiona­les, y solo podrán hacerse deportes que no sean de contacto, no en gimnasios, sino al aire libre, donde estará permitido hacer ejercicios. Mientras que la escuela primaria seguirá siendo presencial –y más allá de que hay muchos cursos en cuarentena debido a casos positivos detectados–, la secundaria, al menos en un 75%, deberá funcionar en forma remota. Esto permitirá que haya menos aglomeraci­ones en los transporte­s públicos.

Mientras el Ministerio de Salud consignó un nuevo récord absoluto de nuevos casos y un total de 37.338 muertos y 525.782 infeccione­s desde el comienzo de la pesadilla, Conte admitió que el objetivo de las nuevas medidas no es llevar la curva de contagios a cero, algo imposible, pero al menos “mantenerla bajo control”.

Consultado si el gobierno cometió errores y qué no funcionó para llegar tan poco preparados a la segunda ola, Conte fue humilde. “Yo no me creo infalible, no es cuestión de decir que no cometimos errores, porque siempre es posible hacer las cosas mejor, pero objetivame­nte hemos trabajado siempre y nunca hemos bajado la guardia”, se defendió.

“Pero cuando se enfrenta una guerra –agregó– es difícil decir que uno no ha hecho lo suficiente como para ganarla”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina