Terapia intensiva
Así surge de los datos oficiales; para los epidemiólogos, la situación es parecida al modelo de España e Italia; en algunos sitios del interior, las cifras son más altas que en el AMBA
los pacientes con covid-19 ya representan el 59% de los internados en terapia intensiva. son casi 5000 sobre las poco más de 8300 personas que, según datos oficiales, estaban alojadas anoche en servicios de cuidados críticos en todo el país.
En el parte que el Ministerio de Salud emitió anoche, el 417º desde la llegada de la pandemia de Covid-19 al país, se reportó que en la Argentina hay 4952 infectados con el virus internados en unidades de terapia intensiva (UTI), lo que significa el 59,15% del total de quienes requieren una cama de cuidados críticos.
Según el recuento oficial, de los 165.535 casos activos que había anoche, 4952 cursaban la enfermedad en una UTI en el país. Este total, según mediciones internacionales, situó a la Argentina en el cuarto lugar entre los países con más infectados con Covid-19 en estado crítico. Solo están por encima Estados Unidos, la India y Brasil.
Anteanoche, esa proporción era algo mayor –el 60%–, ya que de los 163.414 casos activos, 5038 estaban en una cama UTI. Según el reporte vespertino difundido anteanoche por la cartera que dirige Ginés González García, de las cerca de 13.000 camas en UTI que hay en el país, el 64% (8320) están ocupadas por enfermos sin tener en cuenta qué patología tienen. Entonces, si se tiene en cuenta el total de personas en UTI anteanoche, por primera vez, el 60% eran pacientes Covid-19. Sobre la base de estos números,
habló con Rosa Reina, presidenta la nacion de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI), y con Eduardo López, médico infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Ninguno de los dos profesionales se mostró sorprendido con el crecimiento. Lo relacionaron con el rápido ascenso de casos fuera del área metropolitana.
“No sorprende el número. Esto aumenta porque el número de casos en el interior del país creció de forma exponencial. En cierta medida, estamos repitiendo el modelo de España e Italia. Cuando se tienen muchos casos en poco tiempo, es natural que se sature el sistema de salud”, dijo López, y agregó: “En las provincias fuera del área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se está dando un alto número de casos. Allí no tienen un sistema de salud tan fuerte como el del AMBA, y que los diagnósticos lleguen más tarde complica los cuadros”.
En esto coincidió Reina, y sumó: “Hay lugares, en algunas provincias, que han tenido un crecimiento ostensible de pacientes en UTI en el último mes o mes y medio. Por ejemplo Santa Fe, Mendoza, Córdoba, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro (que todavía sigue), Santa Cruz y Tierra del Fuego”.
“Son provincias que están por encima del 70% en las internaciones. En otras, como el AMBA y Jujuy, ya comenzaron a bajar, pero los números siguen altos. Todavía estamos en porcentajes altos de internación. Eso estresa mucho el sistema de salud, y también está el cansancio del personal, sobre todo en los intensivistas. Además, los pacientes con Covid-19 tienen internaciones mucho más largas”, detalló la titular de la SATI.
Reina sumó una variable más al complejo panorama del eslabón más débil del sistema de salud: “Por otra parte, las terapias intensivas no Covid-19 están trabajando a un 100% a raíz de las aperturas. Ya sea por las cirugías que se habían pospuesto y se empezaron a hacer como por la reaparición de incidentes en la vía pública que generan trauma y habían bajado muchísimo con las restricciones de la movilidad. Previo a la pandemia, entre ambas se llevaban entre el 50 y el 60% de la ocupación de las terapias intensivas. Es decir, están ocupadas con alta capacidad las dos terapias intensivas”.
Curvas empinadas
“Cuando se tienen muchos casos en poco tiempo, el sistema de salud se pone tenso y el que más riesgo de colapso tiene siempre es la unidad de terapia intensiva. Eso pasó en Italia y en España. No pasó en el AMBA porque, más allá de las cuarentenas imperfectas, si se analiza la curva de casos, fue subiendo con el tiempo y así se evitó la saturación”, explicó López, que forma parte del comité de expertos que asesora al Gobierno en el manejo de la pandemia.
López agregó: “Si se miran las curvas de otras provincias, como Córdoba, Santa Fe, Mendoza, son mucho más empinadas y con crecimiento exponencial. Hoy tenemos áreas con más del 70% de ocupación de UTI, como es el caso de Río Negro, Santa Fe y Neuquén, que tienen zonas con más del 90% de ocupación de las camas. El Gran Mendoza, por ejemplo, 88%, y Tucumán, 76%. En muchos de estos lugares el equipo de salud no es suficiente para atender todo este caudal de pacientes”.
“La clave para evitar que suceda lo de esos países es que no se enfermen adultos mayores o personas con comorbilidades. Para lograr esto, se debe testear, rastrear y aislar a los convivientes de los casos confirmados para evitar que jóvenes o adultos jóvenes contagien a adultos mayores o personas con comorbilidades que después ingresan a unidades de terapia intensiva”, cerró López.
Reina habló también de cómo viven la situación los médicos abocados a la atención de los pacientes con SARS-COV-2: “El personal intensivista está muy demandado y saturado. Además, muchos se contagiaron y esos lugares hay que cubrirlos. Colaboran muchos médicos de otras especialidades, pero hay funciones para las que no están capacitados y las tiene que hacer un intensivista. Es un tema que queremos hablar con las autoridades sanitarias nacionales y provinciales”.
“Cuando termine esto, se deberá repensar y revertir esta tendencia de pocos profesionales preparados para terapia intensiva. Son un eslabón importante en el sistema de salud. Hay un mito de que la persona que llega a terapia intensiva no sobrevive, pero esto no es así. La sobrevida es del 75 al 80%, en general. En el caso de los pacientes con Covid-19, esa sobrevida es del 50%”, explicó la titular de la SATI.
La médica luego pidió: “Hay que repensar el sistema de salud. En la actualidad, por ejemplo, este año solo hubo 109 plazas para residentes en terapia intensiva. Son pocas, como para la mayoría de las especialidades. Pero a esto se suma otro problema, solo un 20% de los egresados se anotan para terapistas porque no tuvieron la materia durante la carrera. No la conocen. No es una materia, como clínica, pediatría o infectología”.
Rosa Reina sati “cuando se termine esto, se deberá repensar y revertir esta tendencia de pocos profesionales preparados para terapia intensiva”
Eduardo López infectólogo “en cierta medida, estamos repitiendo el modelo de españa e italia. cuando se tienen muchos casos en poco tiempo, es natural que se sature el sistema”