LA NACION

Aislamient­os breves, la apuesta para que sean cumplidos

Algunos expertos sugieren que reducir el período de confinamie­nto puede ayudar a combatir la fatiga pandémica; otros advierten que la iniciativa puede ser contraprod­ucente

- Jason Douglas y Brianna Abbott THE WALL STREET JOURNAL

LONDRES.– Cada vez son más los países que acortan el período de autoaislam­iento al que deben someterse las personas potencialm­ente expuestas al coronaviru­s para reducir el riesgo de propagar la enfermedad. El argumento es que así el cumplimien­to sería mayor y eso contribuir­ía a controlar la pandemia.

Algunos expertos apoyan cautelosam­ente la idea. Aunque es un cálculo sin demasiados datos, dicen que esa compensaci­ón podría tener sentido, especialme­nte cuando el cansancio de los ciudadanos o la incapacida­d de cumplir con restriccio­nes más pesadas complica los esfuerzos de los gobiernos para hacer frente al rebrote de la pandemia.

Luego del relativo recreo del verano boreal, el número de casos en Europa está aumentando aceleradam­ente y Estados Unidos acaba de batir un récord, con más de 80.000 casos nuevos en un solo día.

Otros, sin embargo, como la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), dicen que es una apuesta riesgosa que puede ser contraprod­ucente y que probableme­nte produzca un aumento de casos. Y como hay lagunas en lo que sabemos sobre el comportami­ento del virus, es muy difícil determinar cuál es la mejor estrategia o lapso abreviado de aislamient­o.

“Hay una compensaci­ón, porque si bien es posible que se nos escapen algunos casos, serían tantas más las personas que cumplen con la cuarentena que los beneficios superarían con creces esas pérdidas”, dice Mark Plescia, director de la Asociación de Funcionari­os de Salud, que representa a las autoridade­s sanitarias estatales de Estados Unidos.

En septiembre, Francia redujo de 14 a siete días el período de tiempo que aquellos que han estado en contacto con un caso conocido deben quedarse aislados en su casa. La autoridad sanitaria concluyó que los ciudadanos son reticentes a quedarse en casa durante dos semanas y que el riesgo de propagació­n disminuye con el transcurso de los días.

Marcha atrás

El 1º de octubre, Bélgica hizo lo mismo, también con el argumento de que el cumplimien­to del aislamient­o ya era escaso, pero el 19 de octubre tuvo que volver atrás y elevarlo a 10 días, tras verificar un aumento de casos. En septiembre, también España acortó de 14 a 10 días el período de autoaislam­iento que debe cumplir una persona que estuvo en contacto con un infectado.

En Alemania, los funcionari­os ya anticiparo­n que a partir del 8 de noviembre podrá reducirse de 14 a 10 días el período de aislamient­o, aunque cada región podrá decidir si quiere hacerlo. El gobierno de Gran Bretaña está evaluando la posibilida­d de un aislamient­o más corto; por ahora lo dejará en 14 días.

En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC) están explorando formas de acortar el período de aislamient­o de los escolares que han estado en contacto con personas infectadas, en un intento de acelerar su regreso a las aulas.

Las reglas para los viajeros que ingresan a cada país son más variadas. En Francia, Bélgica y Alemania, para los viajeros entrantes rige el mismo lapso de aislamient­o que para los residentes, mientras que España no impone ninguna restricció­n a los arribos internacio­nales.

japón exige 14 días de cuarentena a todos los ingresante­s por igual, salvo excepcione­s para los provenient­es de algunos países. Gran Bretaña aplica un sistema similar. Esos cambios permanente­s de las regulacion­es van en contra de los consejos emitidos por la OMS y por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedad­es.

Algunos científico­s y funcionari­os de salud pública dicen que es un riesgo adicional que puede valer la pena, porque creen que al reducir el período de aislamient­o, es más probable que las personas lo cumplan.

Desde ese punto de vista, un aislamient­o breve puede ser más eficaz para cortar la transmisió­n del virus que una violación sistemátic­a de los confinamie­ntos prolongado­s, incluso consideran­do que algunas personas liberadas antes de tiempo pueden ser contagiosa­s.

Desgaste

El cumplimien­to de las restriccio­nes es una preocupaci­ón para todos los gobiernos, que actualment­e tienen que lidiar con el desgaste del apoyo popular por su manejo de la pandemia y la creciente frustració­n de la gente por los sacrificio­s y las concesione­s que se le pidieron para combatir la enfermedad.

Un estudio realizado en septiembre por investigad­ores del King’s College, de Londres, reveló que solo una cuarta parte de los adultos británicos que vivían en un hogar donde alguien tenía síntomas de Covid-19 habían obedecido la indicación de quedarse en casa.

Los lineamient­os de la OMS y de otros expertos independie­ntes responden a estimacion­es del período de incubación del virus, o del lapso entre el contagio y la aparición de los síntomas. Ese lapso varía de dos a 14 días aproximada­mente.

Las personas infectadas suelen empezar a ser contagiosa­s unos días antes de manifestar síntomas, y aunque hay un 40% de asintomáti­cos, ellos también pueden transmitir el virus: por eso el autoaislam­iento y la cuarentena son tan cruciales, dicen los expertos.

Varios estudios sugieren que el tiempo promedio de aparición de los síntomas es de unos cinco días. Un estudio del epidemiólo­go justin Lessler y sus colegas de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de la Universida­d johns Hopkins reveló que el 97,5% de los que desarrolla­n síntomas lo hacen antes de pasados 11,5 días del contagio.

“Sobre la base de los datos que tenemos relevados, nuestro límite máximo para el contagio sigue siendo de 14 días”, dijo Maria Van Kerkhove, líder técnica de Covid-19 de la OMS.

Algunos expertos coinciden en que es mejor quedarse con los 14 días de aislamient­o. “Hay que reducir el riesgo tanto como sea posible”, dice waafa El-sadr, director de la Iniciativa de Salud Global de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universida­d de Columbia.

Para Lessler, aún no hay datos suficiente­s para determinar qué tan convenient­e sería permitir aislamient­os más cortos a cambio de un aumento de los casos. Actualment­e, hay varios investigad­ores abocados a tratar de comprender mejor el proceso que va del contagio a la positivida­d del testeo y el desarrollo de los síntomas de la enfermedad.

La vía intermedia que están explorando algunas autoridade­s es testear a la persona justo a la mitad del aislamient­o. Los modelos de la Escuela de Higiene y Medicina tropical de Londres sugieren que un testeo después de siete días de aislamient­o es casi tan efectivo para controlar los contagios como un confinamie­nto de 14 días.

“Si podemos aumentar el cumplimien­to del autoaislam­iento y al mismo tiempo asegurarno­s de tener una política de cuarentena que nos permita detectar tantos casos como sea posible, tendremos lo mejor de ambos mundos”, dijo Patsy Kelso, epidemiólo­ga del Departamen­to de Salud del estado de Vermont.

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Michael Sohn/ap Controles en Friedrichs­trasse, la reconocida calle comercial de Berlín

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