En la cuenta regresiva, Biden y Trump tienen prioridades diferenciadas para ganar votos
La campaña demócrata concentra sus esfuerzos en Pensilvania, estado natal del candidato, y Florida, la llave a la Casa Blanca; los republicanos, Michigan, Wisconsin y Nebraska
NUEVA YORK.– Arrancó la cuenta regresiva. En siete días, Estados Unidos elegirá quién será su presidente y el engranaje electoral carbura a toda máquina. Más de 69 millones de personas ya emitieron su voto de manera anticipada, y las proyecciones anticipan que será la elección con mayor participación desde 1908. El presidente Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden multiplican sus eventos de campaña en busca de votos que hagan la diferencia en la elección.
En una campaña muy marcada por el avance de la pandemia del coronavirus, Biden lidera las encuestas nacionales por nueve puntos. Aún en un contexto favorable para el exvicepresidente de Barack Obama, nada queda librado al azar.
El demócrata visitó ayer Georgia, un estado que desde 1992 se mantiene favorable para los republicanos y que por primera vez en décadas podría darse vuelta. Trump, por su parte, busca conquistar a los votantes más conservadores y a la derecha religiosa en la zona del centro y norte del país. En Estados Unidos, la mayoría de los estados llevan décadas inclinándose hacia un color político u otro, lo que termina por trasladar los esfuerzos de campaña a aquellos lugares en los que la batalla sea posible.
Los analistas de datos y proyecciones ya trazaron el mapa político edición 2020. Pensilvania, Florida, Carolina del Norte y Wisconsin son los estados que podrían inclinar la balanza para un lado o el otro.
La presión de la cuenta regresiva se siente, y el lugar que eligen los candidatos para hacer sus últimas apariciones antes del día de las elecciones revela cuáles son sus prioridades. Biden no da por ganada la elección en Pensilvania, el estado que lo vio nacer. En 2016, los votos fueron para Trump, y ahora los demócratas quieren recuperar ese terreno.
En Florida, un estado clave para que el presidente consiga su reelección, los demócratas enviaron a hacer campaña a Obama. “La última vez fuimos complacientes; hubo gente que se puso un poco floja, la gente que dio las cosas por hechas”, dijo el exmandatario, y subrayó: “No podemos hacer lo mismo esta vez”.
Para los demócratas, la recuperación del voto negro es uno de los grandes desafíos. En 2016, la participación de la comunidad afroamericana se desplomó después de haber alcanzado un pico en 2012. El voto de los vecinos negros y latinos del Cinturón del Sol es apremiante para asegurar un triunfo en esos estados.
En cuestión de horas, Trump saltó ayer de Michigan a Wisconsin y luego a Nebraska, enclaves que en 2016 conquistó por reducidos porcentajes. El mandatario prometió el regreso de la economía a su mejor momento, cuestionó una vez más el voto por correo y remarcó que es posible que muchos sondeos se equivoquen y vuelva a dar la sorpresa.
Con el avance de la descontrolada pandemia, Trump perdió uno de sus puntos más sólidos para su reelección: una economía fuerte, casi sin precedente. Sin una estrategia nacional nítida para batallar la crisis sanitaria, el presidente enfrenta niveles de desempleo que hoy ascienden a casi 8% cuando en febrero se encontraban en 3,5%.
Frente a las fuertes críticas de los demócratas, Trump renegó y dijo que ellos no están “interesados en ayudar a la gente”, pues la negociación por un nuevo paquete de estímulo quedó detenida. “Después de la elección aprobaremos el mejor paquete porque creo que vamos a recuperar la Cámara baja”, dijo ayer.
Según datos revelados por una encuesta de Ipsos, las preocupaciones de los estadounidenses las encabezan la economía, el desempleo y la salud pública. Resta saber si para resolver aquellas problemáticas eligen a Trump o Biden.
Cuando todo parece marchar a velocidades inusitadas, ¿se sabe quién ganará la contienda? Los sitios de The New York Times, Realclearpolitics y Five thirty eight proyectan como ganador a Biden. Según las cifras, el exvicepresidente está sentado sobre una ventaja más cómoda que Hillary Clinton, que a esta altura en 2016 se separaba de Trump por un 4% a nivel nacional.
“Siempre existe la posibilidad de que Trump se ponga al día. Las cosas pueden cambiar, pero sigue siendo una probabilidad baja. Todo dependerá de quién se presente en las urnas”, dijo Clifford Young, presidente de Asuntos Públicos de la consultora Ipsos.