Otro ataque islamista pone a Francia en alerta máxima
Un terrorista armado con un cuchillo mató a tres personas en Niza; movilizan a 4000 militares.
PARÍS.– Un islamista armado con un cuchillo degolló ayer a dos personas y mató a cuchillazos a una tercera en un nuevo ataque terrorista en Francia, en este caso perpetrado en la Basílica Notre-dame de Niza, en la Costa Azul. El autor fue gravemente herido y detenido por la policía.
El atentado se produjo poco después de las 9 (hora local), cuando un hombre de 21 años atacó con arma blanca a varias personas que estaban en la catedral y sus inmediaciones, en el centro de esa ciudad mediterránea. Una mujer y un hombre, el sacristán de la basílica, fueron degollados en el interior del templo. Otra mujer, gravemente herida, consiguió escapar y refugiarse en un bar frente a la catedral, pero sucumbió a sus heridas poco después.
En menos de diez minutos, el atacante fue neutralizado por la policía municipal de Niza; se encontraba en estado crítico en el hospital.
“En momentos en que los servicios de emergencia lo llevaban al hospital, lo escuchamos gritar varias veces ‘Allahu Akbar! Allahu Akbar!’”, relató el alcalde de Niza, Christian Estrosi.
Según el procurador nacional antiterrorista, Jean-françois Ricard, el atacante sería un tunecino, Brahim A., nacido en 1999, que llegó a Europa el 20 de septiembre pasado a la isla italiana de Lampedusa y el 9 de octubre a las instalaciones de la Cruz Roja de la ciudad de Bari. De allí parece haber partido en forma clandestina con destino a Francia.
“Actualmente nuestros servicios investigan cómo llegó a nuestro país y si tuvo eventuales cómplices”, dijo Ricard. El procurador señaló que, gracias a las cámaras de vigilancia instaladas en la ciudad, se pudo reconstruir su recorrido antes del ataque. El presidente Emmanuel Macron, que viajó a la ciudad mediterránea poco después del drama, calificó el atentado de “ataque contra toda Francia”. Como ya lo hizo en ocasiones anteriores, el jefe de Estado se mostró inflexible. “Nunca cederemos ante la barbarie. Jamás”, advirtió.
Macron anunció un refuerzo de la operación Sentinelle, que pasará en las próximas horas de 3000 a 7000 militares movilizados en todo el territorio nacional, sobre todo para proteger los sitios de culto. Luego de los atentados terroristas de 2015, el país había movilizado hasta 10.000 soldados en el marco de la misma operación.
Poco antes del ataque de Niza, otro individuo que amenazaba a transeúntes con un cuchillo en la ciudad de Aviñón fue abatido por la policía antes de provocar víctimas. Según testigos el hombre también habría actuado al grito de “Allahu Akbar!” (Alá es grande). Un tercer ataque antifrancés se produjo ayer en Arabia Saudita contra un vigía que custodiaba la embajada de Francia en Yeda. El agresor fue rápidamente neutralizado por la policía. Hospitalizada, la víctima está fuera de peligro.
El primer ministro francés, Jean Castex, anunció por su parte que el plan antiterrorista Vigipirate fue elevado al nivel “urgencia atentado” –el más alto del sistema– en todo el territorio nacional. “La respuesta del gobierno será firme, implacable e inmediata”, dijo el jefe del gobierno ante la Asamblea Nacional.
Esta es la segunda vez en menos de 15 días que ataques de esta naturaleza se producen en Francia. El 16 de octubre, un profesor de Historia y Geografía, Samuel Paty, que había utilizado caricaturas del profeta Mahoma durante un curso de libertad de expresión, fue asesinado y decapitado por un joven checheno de 18 años en un suburbio de París.
Tras ese asesinato, Macron ratificó la voluntad de Francia de seguir ejerciendo “su derecho a la blasfemia”, mientras varios medios locales publicaron nuevamente las caricaturas del profeta, lo que suscitó la ira y las críticas de una parte del mundo musulmán, donde manifestaciones y llamados al boicot se multiplicaron en los últimos días.
Reacciones
Esta semana, la organización terrorista Al-qaeda llamó incluso a los musulmanes a atacar todos los intereses franceses en cualquier parte del mundo y por cualquier medio.
Las reacciones, tanto políticas como religiosas, no se hicieron esperar. El Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) llamó a todos los musulmanes de Francia a anular las celebraciones de la fiesta del nacimiento del profeta (Mawlid), previstas para ayer, en signo de duelo y solidaridad con las víctimas y la iglesia Católica.
Desde Roma, el papa Francisco envió un mensaje de condolencias al “bienamado pueblo de Francia”, al que le solicitó que “reaccione, unido, al mal con el bien”.
En un primer momento, la clase política respondió en forma unánime al llamado de Macron a “conservar la unidad nacional”. Poco después, sin embargo, voces discordantes provenientes de la derecha y, sobre todo, de la extrema derecha se hicieron oír.
“Ya basta. Es tiempo de que Francia abandone las leyes de paz para aplastar definitivamente el islamofascismo de nuestro territorio”, dijo el alcalde, Christian Estrosi, del partido sarkozista Los Republicanos (LR).
Marine Le Pen, líder de la xenófoba agrupación Reunión Nacional, fue aún más lejos: “El terrorismo es el arma ideológica islamista. Es necesario que nos demos cuenta de que esa ideología nos ha declarado la guerra. Pero no tengo la impresión de que el gobierno haya tomado conciencia de la situación”.
Para otro representante de LR, el diputado de los Alpes-marítimos Eric Ciotti, “por primera vez desde la Ocupación, Francia ha dejado de ser libre. Nuestro país está en guerra. Todos estamos en guerra”, afirmó, y llamó a poner fin “al actual desorden inmigratorio”.
Esta es la tercera vez que Niza es escenario de un atentado terrorista. El más grave de ellos se produjo el 14 de julio de 2016, día de la fiesta nacional francesa, cuando un camión lanzado a toda velocidad por el emblemático Paseo de los ingleses provocó 86 muertos y 458 heridos.
Emmanuel Macron presidente francés “Muy claramente, es francia la que está siendo atacada [...] si nos atacan, es por nuestros valores. nunca cederemos ante la barbarie. Jamás”