Habrá un sistema de pagos con un solo código QR
Se podrá utilizar con apps de bancos y con billeteras electrónicas; tendrá menores costos
El Banco Central (BCRA) aprobó una norma que permitirá la interoperabilidad de los sistemas de pago electrónico en funcionamiento al posibilitar que un mismo código QR pueda ser leído por cualquier billetera digital o aplicación. Al borrar barreras operativas entre bancos y fintech, esto abrirá la posibilidad de masificar el uso de dinero electrónico.
La norma, aprobada ayer por el directorio del BCRA, es piedra angular del plan denominado Transferencias 3.0 y proviene de una iniciativa sobre la que la entidad viene trabajando desde los tiempos en que Lucas Llach ocupaba la vicepresidencia e impulsaba la bancarización por vía de la innovación financiera. “Básicamente, se promueve la interoperabilidad entre billeteras y bancos, de modo que la gente pueda ir a pagar a un comercio utilizando el QR de otra empresa y pagar con la billetera que tenga”, detalló Carlos Hourbeigt, director del BCRA y quien preside hoy la Comisión de Operaciones y Medios de Pago que en aquellos comienzos encabezaba Llach.
El nuevo sistema, que será administrado por las cuatro operadoras privadas del sistema (Prisma, Link, Coelsa e Interbanking, que a la vez competirán por ofrecer el servicio de transferencias inmediatas), estará disponible desde el 7 de diciembre (si llegan con las interconexiones que faltan) y tendrá funcionamiento pleno en un año, “cuando la interfase de pagos y transferencias inmediatas esté absolutamente estandarizada”, explican en el Central.
Operar con el sistema tendrá una comisión bonificada para los cobradores que adhieran por los tres primeros meses y tengan un tope de facturación de $50.000 por mes.
La característica fundamental es que “no obligará a quienes ya operan con billeteras digitales de cualquier tipo a cambiar nada, sino que universalizará su posibilidad de uso”, indicó Hourbeigt a LA na
CION, y destacó el trabajo desarrollado entre el sector público y el privado “con objetivos comunes en el diseño de políticas públicas y con mirada a largo plazo”.
La plataforma general de pagos tendrá un costo operativo menor para los comerciantes, profesionales y emprendedores que lo usen, no solo porque la comisión máxima se fijó en $8 por $1000 (hoy es del 0,9% para débitos con tarjetas), sino porque los cobradores recibirán la acreditación de esos fondos “sin demora”, cuando hoy con tarjeta de débito es a las 48 horas y con tarjeta de crédito puede tardar hasta dos semanas. Para el fisco, la ventaja es que quedarán registradas.
La comisión conque operará el sistema se repartir á entre el emisor( la billetera virtual o el banco) y el adquirente (el que le vendió al comercio el servicio para recibir pagos electrónicos, sea Prisma, First Data o Mercado Pago), pero el reparto variará según el dinero que maneje cada cobrador. “En los supermercados el 75% de esa comisión quedará para el emisor y el resto, para el adquirente; en el caso de un cuentapropista o un quiosco, las proporciones se invertirán”, explicaron. Se trata de un esquema con el que se busca que haya incentivo comercialpara que las empresas salgan a buscar a quienes reciben pocos pagos y les ofrezcan el servicio.
Pero el menor costo que promete el QR interoperable tiene como amenaza las derivaciones fiscales que pueden venir del blanqueo de más operaciones, dada la cantidad de retenciones vigentes a cuenta de Ganancias, IVA e Ingresos Brutos (II.BB.). Por esta razón, el BCRA les pide a las provincias que creen alícuotas diferenciales de II.BB. y desde la comisión armada con el sector privado se creó una propuesta para la AFIP y los organismos tributarios provinciales: planean suministrar toda la información necesaria para mejorar la fiscalización, aunque si se comprometen a reducir a cambio la presión fiscal.
Es clave la cuestión impositiva
“Las retenciones de Ingresos Brutos se aplican a las billeteras y no al efectivo. Si las remueven, eso empujaría a los comercios chicos a aceptar la billetera, generando en el proceso un mayor blanqueo de la economía y, por esa vía, mayor recaudación también”, aseguran. De hecho el tratamiento impositivo que tenga es clave para el éxito del sistema.
Los analistas celebran este paso y las posibilidades que abre en términos de bancarización y combate de la economía en negro.
“Para que este paso se pueda dar fue necesario establecer la infraestructura para que se pudiera transferir entre billeteras y cuentas bancarias, aquella de la que nació la CVU para billeteras, equivalente a la CBU de bancos. La novedad es que ahora en el QR va a estar explicitada la CVU o CBU del destinatario para cursar la transferencia, algo muy bueno que posibilitará a las pequeñas billeteras regionales sumarse al ecosistema nacional e incentivará a otras a sumarse al mercado en regiones en las que más del 50% de la población no está bancarizada o no usa la cuenta del banco, siempre que no la llenen de impuestos”, explicó Mauro Zuccolo, uno de los argentinos pioneros en el sistema fintech local que hoy se desempeña como director de producto y tecnología de Venmetro (Panamá).
El BCRA destacó que la comunión entre actores del sistema crea “el instrumento de pago más eficiente del mercado, abarcando todas la cuentas y con una arquitectura abierta que armoniza la regulación sobre transferencias electrónicas de fondos”, y que, una vez creada la interfaz estandarizada de pagos (IEP) garantizará un ecosistema abierto que dé trazabilidad a las operaciones, por ejemplo, para permitir la eliminación de las retenciones impositivas.
El plan Transferencias 3.0 supone la unificación de los pagos QR, lo que ayudaría a impulsar aún más los pagos digitales tanto entre personas como de personas a comercios, cuentapropistas o profesionales que ya muestran un sostenido crecimiento en los últimos años. La clave es que a la hora de pagar, el usuario podrá tomar su teléfono y abrir cualquier billetera, sabiendo que el código QR del comercio es útil para recibir su pago, ya que será “interoperable”.
La medida venía siendo debatida desde hace meses en reuniones entre el BCRA y asociaciones bancarias, la Cámara Argentina de Fintech, las empresas que participan del negocio de pagos digitales –como Red Link, Prisma, Interbanking, Coelsa, First Data y Mercado Pago– y las emisoras de tarjetas de crédito, aun cuando se prevé que la normativa no impacte sobre las operaciones con esos plásticos. •