Independiente, apenas un gol ante Atlético Tucumán entre tantas ventajas
Pese a que jugó casi todo el segundo tiempo 11 contra 10, la serie quedó abierta
Lanús se consagró en la Copa Sudamericana en 2013, su segundo trofeo internacional. A partir de esa temporada, creció tanto que alcanzó la cúspide de su historia, con otros títulos y reconocimiento que aún se mantiene. River obtuvo este torneo un año después, el prólogo de la mejor página internacional de su leyenda, una huella que conserva en estos tiempos. Independiente, el antiguo Rey de Copas, conquistó el Maracaná en 2017, otra estrella a su marca en el exterior. Sin embargo, a diferencia del club modelo y del gigante, los tres años siguientes resultaron un despiste en continuado. Un dolor de cabeza institucional y futbolero. No supo aprovechar el envión ganador.
Hace lo que puede Independiente. Y no es mucho, verdaderamente. Pero los triunfos levantan la moral, motivan hasta al más acurrucado: con una digna tarea, superó por 1 a 0 a Atlético Tucumán, en el regreso de la Copa Sudamericana. Rumbo a los octavos de final, el desquite será el próximo jueves, en el Norte. Lógicamente, la serie está abierta.
Lucas Pusineri es un entrenador inexperto, que pasa sus días a prueba y error y el plantel no tiene la envergadura, por ejemplo, de los otros cuatro grandes. Tal vez, el único que escapa a ese molde es Silvio Romero, un delantero con el optimismo indispensable en tiempos vacíos. Cuando dispone de una ocasión, no suele fallar. Como en el penal, luego de una supuesta falta –no pareció, más allá de la vehemencia– de Cabral sobre Martínez. Los uruguayos le aportan templanza: Sebastián Sosa, el arquero y Federico Martínez, un volante atrevido.
Con un jugador más casi todo el segundo capítulo por la doble amarilla que sufrió Carrera, Independiente se afirmó mejor, se soltó, con un par de buenas decisiones de Velasco, un pibe de 18 años con energía y desparpajo. Sus avances, sus gambetas, son una señal para Independiente: hay que animarse a volar. Es el único modo de saber en dónde está parado y hacia dónde puede aspirar: creer que es algo más que una versión artificial de una historia sin igual.