Día de furia en las cárceles
Las autoridades bonaerenses autorizaron que los detenidos se reencuentren con sus familiares desde el 14 del actual; se registraron cuatro heridos durante los disturbios
Luego de varias horas de violencia dentro de unidades penales bonaerenses, las autoridades llegaron a un acuerdo con los presos amotinados para permitir visitas familiares dentro de dos semanas. Esos contactos están suspendidos desde el 12 de marzo por la pandemia. Desde la mañana, internos de las cárceles de Melchor Romero (foto), San Martín y Florencio Varela subieron a los techos de los pabellones para iniciar una protesta que se replicó en otras prisiones. Luego de la liberación de ocho guardiacárceles que habían sido tomados como rehenes, la negociación terminó con un acuerdo.
Después de una jornada de violencia en las cárceles bonaerenses, que incluyó la toma de rehenes y heridos, los presos impusieron su reclamo: el regreso de las visitas. El próximo 14 del actual las familias de los internos podrán reencontrarse con sus familiares en las unidades penitenciarias. Esos contactos habían sido cancelados el 12 de marzo para evitar contagios de Covid-19.
“El sábado 14 de noviembre se habilitarán las visitas en las unidades penitenciarias de la provincia de Buenos Aires, dando estricto cumplimiento a los protocolos de seguridad sanitaria para la preservación de la salud publica. Se pudo arribar a este acuerdo por medio de las mesas de diálogo que se conformaron en los penales bonaerenses, donde participaron autoridades del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, representantes del Poder Judicial y organismos de Derechos Humanos”, se explicó en un comunicado de prensa del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Las protestas de presos alojados en cárceles bonaerenses que reclamaron el regreso de las visitas de sus familiares había escalado a un nivel preocupante de violencia que derivó en la toma de rehenes en unidades del Complejo Penitenciario de San Martín. Las víctimas fueron ocho penitenciarios, tres mujeres y cinco hombres.
“Los rehenes fueron liberados”, afirmaron a la nacion fuentes del gobierno bonaerense antes de iniciarse las negociaciones. En el Complejo Penitenciario San Martín hay tres unidades: 46, 47 y 48. Momentos de tensión y violencia se vivieron también en las prisiones ubicadas en Florencio Varela y Melchor Romero. Según fuentes judiciales, hubo cuatro heridos leves: un enfermero que debió ser trasladado a un hospital, y tres internos.
“Las visitas de familiares de internos fueron suspendidas en un acuerdo voluntario entre autoridades e internos el 12 de marzo pasado, de conformidad a la normativa nacional y provincial que estableció el aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) para evitar la propagación del Covid-19 en las cárceles. Hoy (por ayer) el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y el Ministerio de Salud comenzaron a elaborar un protocolo de bioseguridad adaptado al contexto de encierro para enfrentar los requerimientos preventivos de la pandemia a partir de la reanudación de visitas”, se agregó.
La investigación por la revuelta en las unidades penitenciarias de San Martín está a cargo del fiscal de Fabricio Iovine.
El origen del otro conflicto
“El ‘bondi’ es porque el Ministerio de Salud no puso el gancho por las visitas y nos habían dicho que íbamos a tener mañana las visitas. El otro ‘bondi’ es por los informes y las salidas transitorias”.
Así, un preso de un cárcel bonaerense resumía, en un audio de Whatsapp, los motivos de las protestas y de la violencia que se desataron en varias unidades del SPB. Internos subidos a los techos, colchones quemados y rejas abiertas de los calabozos en señal de queja porque anteayer, según afirmaron fuentes cercanas a los internos, les comunicaron que se habían suspendido las visitas después de que, a principios de semana, les habrían prometido el regreso de los familiares a las prisiones.
“Hay una rebelión de internos. El problema fue consecuencia de que el Servicio Penitenciario Federal abrió las visitas en las cárceles de Marcos Paz, Ezeiza y Villa Devoto para el Día de la Madre, situación que repercutió fuerte en la provincia de Buenos Aires”, dijo a la nacion una fuente que conoce el conflicto penitenciario.
Las visitas de los familiares de los detenidos habían sido suspendidas desde el 12 de marzo por la pandemia. Desde ese momento, los internos comenzaron a comunicarse con sus familias por videoconferencia.
Según fuentes oficiales, desde que se desató la pandemia en la Argentina se murieron 25 presos alojados en cárceles bonaerenses. El lunes pasado hubo una protesta violenta en la Unidad 42 de Florencio Varela, donde los internos exigían el regreso de las visitas de sus familias.
“Luego de un evento violento ocurrido a principios de esa semana en la Unidad 42 de Florencio Varela, Xavier Areses [jefe del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB)] emitió la orden, sin consultar con el Ministerio de Salud sin pedir el aval del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, para que todos los jefes de las unidades autorizaran las visitas a partir de mañana, sábado 31 de octubre. Todes les preses [sic] fueron notificados y miles de familiares gastaron todo el dinero del mes en viajar desde toda la provincia para reencontrarse con sus familiares a partir de mañana”, sostuvo en su cuenta de Facebook Alberto Sarlo, docente de Filosofía y profesor de boxeo en la Unidad 23 de Florencio Varela. La afirmación fue ratificada ante una consulta de la nacion.
Calificadas fuentes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, a cargo de Julio Alak, afirmaron que de ninguna manera se les prometió a los presos que este fin de semana iban a regresar las visitas a las unidades penitenciarias, solo se les informó que estaban analizando la situación.
Según pudo saber la nacion, ayer en algunas cárceles había sectores marcados para las visitas y así mantener la distancia social.
“Es imposible que digan que se les haya prometido a los presos el regreso de las visitas cuando se sabe que esta decisión se toma en forma coordinada con los ministerios de Salud y Justicia y Derechos Humanos”, explicaron a la nacion los informantes consultados.
“El miércoles pasado, a las 16, el jefe del Complejo Penitenciario de Florencio Varela citó a todos los referentes de los pabellones de las seis unidades a su cargo (entre 1200 y 1500 detenidos cada una) y coordinó los días de visitas para cada pabellón. Explicó que la decisión de habilitar el regreso de las visitas había sido una decisión tomada por Areses”, dijo a la nacion Sarlo.
En la Unidad 23, también del Complejo Penitenciario de Florencio Varela, para descomprimir la situación, las autoridades habrían dejado ingresar la comida llevada por familiares de los detenidos.
Fuentes del gobierno bonaerense dijeron en la mesa de diálogo para restablecer las visitas que los presos presentaron otras exigencias, como la morigeración de penas, pero no fueron aceptadas.