La aceleración de Marignac hizo la diferencia
El potrillo del stud Las Monjitas ganó el Gran Premio Jockey Club (G1), en San Isidro
Habrá que tomar a estos golpes de efecto como parte de la nueva normalidad. Sin carreras casi la mayor parte del año, para los potrillos cada clásico es una experiencia nueva. Incluso en el Gran Premio Jockey Club (G1), la carrera que ayer en San Isidro ganó Marignac y en la que los principales favoritos Seteado Joy y Don Ringo no tuvieron la misma aceleración en la recta final.
“No tenemos guía ni los caballos fogueo. Es hacer nuestro trabajo bien y tener esperanzas, sabiendo que son clásicos difíciles. Más que diseñar una campaña, hay que tener el potrillo para el día justo”, contextualiza Carlos Daniel Etchechoury, el entrenador del representante de Las Monjitas, que venía de salir de perdedor hace menos de un mes. La carrera ya podría llevar el nombre de Dany: la ganó seis veces, incluidas tres de las últimas cuatro. Una curiosidad: todas fueron con jockey diferentes.
Esta vez su aliado fue Adrián Giannetti, que el lunes pasado celebró los 34 años y no había estado antes ni cerca de llevarse este cotejo antes. Ni siquiera había corrido a Marignac en sus dos carreras. “Me lo ofrecieron hace dos semanas y lo trabajé tres veces. Veo que de tarde corre más que a la mañana. Venía cerca de los dos favoritos en el codo y notaba que el mío tenía mejor acción que ellos. En la recta, por afuera, salió muy fuerte”, recrea el jinete.
La suspensión de las carreras fue dura para todos. Giannetti mira el lado bueno. “La cuarentena me vino bien para acomodarme personal y laboralmente. Estoy en el mejor momento de mi vida”, le dice a la nacion. Esa sensación estaba al cruzar el disco. Se bajó el barbijo, empezó a celebrar agitando el brazo derecho y lanzó el beso al cielo. “La viejita siempre está presente. Me hubiese gustado tenerla acá, al igual que a Toscano”, dice. Su madre falleció hace unos años. orosmán, otro entrenador compinche, murió en plena pandemia.
En la Copa de oro, Pinball Wizard derrotó por cinco cuerpos a Village King y atrapó su segundo gran premio de 2400m en forma consecutiva. Detrás del puntero Forever Young hubo una partida de ajedrez, con el vencedor estudiando los pasos del favorito, que fue a buscar el liderazgo antes de llegar a la última curva, pero nada pudo hacer para sostener el primer lugar.
“Se me había ido un poco por los
1500 metros y a los caballos buenos no les podés dar ventajas. Adelante habían venido de galope y no se podía esperar”, describió el jockey Juan Cruz Villagra, que también lo había montado en el triunfo anterior, cuatro semanas atrás. En el medio, el jinete superó sin complicaciones el Covid-19. Fue un caso leve. Está claro que no perdió energías. Pinball Wizard lo esperó para volver a cruzar adelante.
Por si fuera poco, una hora después, Villagra volvió a festejar en un gran premio, el San Isidro, en la milla y con Hole in one. Desde diciembre de 2016 que no ganaba dos pruebas de ese nivel en la misma jornada. Por coincidencia, fueron las mismas categorías, aunque aquella tarde tuvo el condimento más exquisito, el Carlos Pellegrini, con Sixties Song. Esta vez no la tuvo tan fácil, ya que Hole in one tuvo que esquivar al puntero El Consorte, que perdía velocidad.
Hubo otro espectáculo, que fue el tordillo Strategos en el Suipacha
(G1-1000m), cotejo que dominó por cinco cuerpos como si toda la vida hubiera corrido las carreras de recta pura y no hubiera sido su segunda experiencia, tras probarse por años en las de codo. Es otra de las figuras del momento.