Expectativa como nunca
Sin público en el predio de Pilar de la AAP, el Abierto de Tortugas se inauguró con triunfos de Ellerstina y Murus Sanctus; hoy, La Dolfina, con Poroto y sin Mac Donough
Con alta audiencia y una derrota de los Castagnola empezó la Triple Corona
Siempre hay expectativa cuando empieza una temporada de alto handicap, porque entre una y otra pasan nueve meses y medio. Pero nunca como en 2020, cuando la Triple Corona llega diez meses y medio después de la última final de Palermo, con cambios de equipos, en el último año de la multicapeona formación de La Dolfina y entre muchas miradas puestas en lo que harán los más chicos del polo: los ascendentes hermanos Castagnola y su debutante primo Adolfo “Poroto” Cambiaso. Y todo, potenciado por el escaso deporte de elite que hay en la Argentina, sobre todo a partir de la cuarentena.
Sin la posibilidad de acudir a las canchas de Pilar en el comienzo del Abierto de Tortugas, esa expectativa se canalizó en las pantallas: la transmisión de los partidos vía
streaming (gratuita para América Latina, paga para el resto del planeta) marcó récords para el polo. Abrió la rueda de los cuartos de final Ellerstina 21 vs. La Irenita 8, que empezó con 2300 conexiones, alcanzó un máximo instantáneo de 4500 y totalizó 13.245 en Latinoamérica y 23.751 en el mundo. La cantidad de gente que miró en la región ese encuentro inaugural es similar a la que concurre a una final del Argentino Abierto en Palermo, y la global multiplica por unas 3,5 veces la audiencia habitual de una primera fecha de Tortugas.
Pero hubo más: el segundo cruce del día, RS Murus Sanctus 13 vs. La Natividad-las Monjitas 10, experimentó picos de 5800 internautas en simultáneo y una cifra acumulada de 30.348, unas 7,5 veces el número usual para estos casos. Impresionante.
Claro que los Castagnola habrían preferido que tanta gente los mirara en ocasión de una victoria. No la tenían fácil, porque el rival poseía casi el mismo handicap, pero los impactantes 14 meses que tuvieron los adolescentes de 17 y 19 años entre mediados de 2019 y la actualidad generaron mucho interés por ellos. Y mucho entusiasmo.
Con sus saltos de nivel y la incorporación de Pablo Pieres, La Natividad subió de 28 goles a 36 y pasó a ser el tercer el tercer conjunto de la Triple Corona. Murus Sanctus, con 35, era el cuarto, pero debía confirmarlo con rendimiento: surgió de dos mitades de equipos (Guillermo Caset y Facundo Sola, de Las Monjitas, y Alfredo Cappella Barabucci y Francisco Elizalde, de La Albertina), es decir, con bastante incertidumbre sobre su desempeño. Y, sin brillar, impactó: fue mejor que La Natividad y ganó con cierta luz, moviéndose mejor en un desarrollo más friccionado que aceitado y respondiendo en el último chukker, cuando los Castagnola y compañía llegaron a empatar (en 10) por única vez.
Para los hermanos fue el primer compromiso de Triple Corona contra un adversario inferior en valorización, y obviamente, la primera derrota en esa circunstancia, en contraste con su formidable Palermo 2019, en el que vencieron a dos rivales superiores. Ni ellos ni Pieres funcionaron ayer, en un desarrollo en el que sí se destacaron Facundo Sola (goleador), Guillermo Caset (siempre rendidor) y Alfredo Cappella Barabucci, no tanto por desempeño como por resiliencia: el potente back se sobrepuso a un esguince de tobillo sufrido en una caída a la salida de un throw-in.
En su semifinal, el jueves, Murus Sanctus se enfrentará con Ellerstina, que presentó un nuevo integrante, Hilario Ulloa (en lugar de Polito Pieres; buen debut) y un viejo diseño de camiseta (la noventosa azul y blanca, original del club de General Rodríguez). Goleó, como se esperaba, más con velocidad, buenos remates a los arcos y aprovechamiento de errores ajenos que juego asociado. La Irenita tuvo problemas con el taqueo, sobre todo con las salidas de fondo y con la construcción de ataques: tiraba la bocha a dividir más que a un hombre libre. Mérito de la marca de la Z, por cierto. Ahora le toca seguir en camino por la Copa Sarmiento, de la rueda de perdedores, que lo opondrá a La Natividad.
Así como hubo expectativa en la apertura, debería haber mucha para hoy, pues, a las 11, Poroto Cambiaso hará su estreno absoluto en la Triple Corona, a sus 14 años, por el lesionado Juan Martín Nero. La Dolfina (34) se medirá con La Ensenada-la Aguada (29) y afrontará otra baja, de último momento: Pablo Mac Donough sufrió un desgarro de 5 milímetros en un aductor y será suplido por el brasileño Rodrigo Ribeiro De Andrade, que llegó a jugar un rato y a marcar dos goles en la final de Palermo 2019.
Luego, a las 16, La Dolfina Polo Ranch (33) y Los Machitos (31), con el retorno de Mariano Aguerre a los 51 años, sostendrán el último cuarto de final. Esta vez en lunes, no debería haber récords de audiencia. Pero sí lo habrá de edad: según los registros, nunca un jugador de 14 años participó en la Triple Corona, la elite del polo mundial.