Pocos, aunque en la escuela
Por tandas, en horarios determinados y con estrictos protocolos sanitarios, se completa en la ciudad el proyecto de que todos los alumnos tengan clases presenciales antes de fin de año
Mientras la Ciudad y la Nación discuten sobre la fecha de inicio del ciclo lectivo 2021, que será presencial, y el gobernador bonaerense calificó como un “despelote” la organización de la vuelta al aula, los alumnos porteños de primer grado y primer año (en la imagen, la primaria N° 4) volvieron ayer a las escuelas.
A las 8.30 los alumnos del primer año de la secundaria del Islands International School, de Belgrano, comenzaron a llegar. Formaban fila sobre la calle Amenábar. Uno por uno les fueron tomando la temperatura y les higienizaron las manos con alcohol en gel. De a poco, se fue completando la burbuja, que ayer contó con siete estudiantes. Antes de subir al aula formaron tres filas manteniendo la distancia social.
Estos estudiantes retomaron las clases el jueves pasado, pero, en la gestión privada, la gran mayoría de los que cursan el primer año del secundario regresaron ayer a la escuela. Lo mismo sucedió con los estudiantes de primer grado de la primaria. Esos mismos cursos, pero de las escuelas públicas, continuarán su reapertura esta semana.
“Chicos, él es Miguel”, dice Laura Linero, directora de estudios del nivel secundario del Islands International School. Miguel, de 13 años, viene de una primaria de Pilar. Según cuenta, este año se mudaron a la ciudad y ayer fue su primer día junto a sus nuevos compañeros. “Es la primera vez que veo personalmente a los chicos. Igual, ya había hablado con muchos de manera individual por Zoom”, dijo Miguel.
Según el Ministerio de Educación de la ciudad, están habilitadas para funcionar todas las escuelas privadas del distrito, hay 490 de nivel inicial, 425 primarias y 341 secundarias. Mientras que en la gestión pública había 300 escuelas abiertas hasta el viernes pasado y, entre ayer y hoy, abrirán otras 105 escuelas. En total, hay 461 primarias y 151 secundarias públicas en la ciudad.
Linero y el equipo directivo readaptaron la currícula a la virtualidad. Desde abril, en el colegio funciona un comité que se enfoca en el regreso a clases y, desde entonces, preparan las instalaciones para que estén bien señalizadas y las clases se dicten de la manera más segura posible. Dentro de la escuela hay circuitos que indican en qué dirección está permitido circular y el piso está repleto de marcas que están a dos metros de distancia una de otra.
En esta sede del Islands hay 600 alumnos. De los cursos que fueron habilitados para regresar a clases, el 85% de sus estudiantes decidieron volver, y el resto seguirán en la virtualidad, aunque los que retomaron la presencialidad también continuarán sus clases virtuales. En la escuela, hasta el momento, hacen actividades recreativas.
“Tuvimos todas las herramientas. Fuimos trabajando con tutoriales y nos ayudamos mucho entre docentes y directivos para recomendarnos herramientas para trabajar en la virtualidad. Tuvimos una muy buena participación de los chicos durante el año; se adaptaron muy rápido. trabajamos mucho con el gabinete psicológico y fueron recogiendo las inquietud es que fueron surgiendo. Hubo un bajón anímico luego de las vacaciones de invierno; la incertidumbre y la indeterminación fueron algo duro para los alumnos”, señaló Linero.
A varias cuadras de ahí, en Palermo, la Escuela Primaria Común N° 4 continúa con la revinculación de sus alumnos de séptimo grado, a dos semanas de haber abierto sus puertas. Cerca de las 10 ya había cinco alumnos aguardando para ingresar, entre ellos Chiara Picasso, de 12 años. “Hacía muchísimo que no nos veíamos. La gran mayoría volvimos, pero hay otros que no regresaron a la escuela por problemas de salud o porque se fueron a vivir a otra provincia”, dijo Picasso. En total, son 18 alumnos de séptimo grado; nueve asisten a la mañana y tres, a la tarde, y el resto siguen de manera virtual o hicieron un cambio de escuela.
Marcela Voulgaris es la directora de la escuela N° 4. En las dos horas de las clases presenciales que los alumnos tienen lunes, miércoles y viernes, dedican una a la revinculación y la segunda se enfocan en resolver dudas. El docente que está en la burbuja evalúa cuáles son las dudas de los chicos, y sobre esa base coordinan videollamadas con los docentes de esas asignaturas.
Voulgaris dice que, por más esfuerzo que hicieron, hay 13 alumnos, sobre un total de 172, que no se conectaron a las clases. “Hay gente que con la pandemia perdió el hogar que alquilaba y se mudó a otra provincia, otros no tienen computadora, entre otras tantas situaciones. El gobierno de la ciudad le dio computadoras a 15 alumnos de nuestra institución. De a poco estamos regresando a la escuela, la mayoría de los padres quisieron que sus hijos regresaran a las aulas”, resaltó Voulgaris.
El regreso a la presencialidad se logró luego de un proceso que tuvo avances y retrocesos. En un primer momento, luego de confeccionar los protocolos, se priorizó el regreso a clases de los alumnos que no pudieron seguir las asignaturas desde la virtualidad. En una segunda instancia, regresaron quienes están próximos a terminar los ciclos. Desde ayer se sumaron los primeros grados de la primaria, primer año del secundario y se irán sumando otros cursos en las próximas semanas.