Las variables económicas que afectan al país y podrían cambiar
El Gobierno mira de cerca qué rumbo financiero tomará EE.UU.
Hay tres razones principales por las cuales la Argentina mira de cerca las elecciones de Estados Unidos. La primera, porque se trata del accionista mayoritario del FMI, con el cual el país debe negociar un acuerdo histórico de US$44.000 millones. La segunda, porque su batalla comercial con el resto del mundo altera los mercados financieros, que terminan huyendo de los países emergentes. Y tercero, porque imprime el activo más codiciado por los argentinos: el dólar.
Con 17% de incidencia en los votos del directorio del FMI, Estados Unidos es el miembro con mayor peso en la toma de decisiones. No es un secreto que la excelente relación que tenían el presidente Donald Trump y su par argentino Mauricio Macri permitió sellar el préstamo de US$57.000 millones, el más alto que jamás haya dado el organismo, aunque no se llegó a desembolsar todo el crédito. Ahora, el ministro de Economía, Martín Guzmán, busca llegar a un nuevo acuerdo antes de fin de año, que le permita patear los vencimientos y posiblemente recibir fondos frescos para fortalecer las reservas del Banco Central.
Por el lado de las relaciones comerciales, los cuatro años de gobierno de Trump se caracterizaron por desatar una guerra de aranceles con China y por poner a aprueba todo el comercio multilateral. Un hipotético gobierno del demócrata Joe Biden se espera que tenga una política más aperturista y pro libre mercado.
En cuanto a los efectos que podría tener el resultado de la elección sobre el dólar, es bastante incierto saber con qué presidente la divisa se mantendrá más depreciada (más barata comparada con otras monedas), ya que si bien una política comercial menos conflictiva, como podría ser la de Biden, generaría una mayor liquidez de fondos (más dólares disponibles para los mercados emergentes), al mismo tiempo, la propuesta del candidato demócrata de subir impuestos va en contra de la política expansiva que promovió Trump.
Lo que sí es seguro es que las tasas de interés se mantendrán bajas por unos años más, ya que la Reserva Federal apuesta a una política monetaria de mucha liquidez para paliar los efectos de la pandemia.