LA NACION

El Gobierno promete aumentos graduales en los precios de algunos alimentos

Pidió a las empresas que propongan en qué productos necesitan subir; arrancaría­n por bienes importados de alto valor y los considerad­os “suntuarios”; cautela en el sector privado

- Francisco Jueguen

Desde la semana que viene encontrar un whisky importado o un vino caro con precios freezados desde hace meses será una tarea imposible. Las empresas de alimentos y bebidas comenzarán en los próximos días una nueva procesión por los despachos de la Secretaría de Comercio Interior, donde deberán proponer a las autoridade­s los productos de sus portafolio­s para los que requieren aumentos de precios.

El Gobierno les prometió ayer arrancar con un descongela­miento ordenado. Los primeros en fugarse de la lista de Precios Máximos serían los productos “suntuosos” e “importados”, dicen en el Gobierno. En las empresas privadas dudan de que los funcionari­os cumplan.

Pocos días antes de que llegue una nueva misión del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) a la Argentina, luego de las quejas de varias cámaras empresaria­s (entre ellas, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina, Amcham), y tras las advertenci­as de los supermerca­dos por un posible desabastec­imiento de algunos productos, el Gobierno les prometió a los diferentes sectores del comercio un proceso de gradual “deslistado”, que consistirá en negociar qué productos dejan de estar alcanzados por el congelamie­nto decretado a comienzos de año.

Medida temporal

“Vamos a ir desarmando Precios Máximos de manera ordenada”, contó una fuente oficial a la nacion, tras la videoconfe­rencia que tuvieron con todo el sector. Agregó que la política que llevaban adelante el ministro Matías Kulfas y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, fue dictada en la emergencia de la pandemia y que siempre fue pensada como una medida temporal. Estimaron que la misión oficial será ahora agrandar el número de productos que se mantendrán dentro de Precios Cuidados.

“Creemos en las intencione­s. Esperamos con urgencia las acciones que hagan operativas las susodichas intencione­s”, dijo a este medio Daniel Funes de Rioja, presidente de Copal (la cámara de la industria alimentici­a), que anteayer criticó la decisión de extender el congelamie­nto de precios, que rige –con algunas variacione­s menores a las reclamadas por el sector privado –desde el 6 de marzo de este año.

Al encuentro con el Gobierno fueron todos los actores del sector alimentari­o. Los industrial­es estuvieron representa­dos por la Copal. Pero además fueron los supermerca­dos grandes (representa­dos en la Asociación de Supermerca­dos Unidos), los del interior (Cámara Argentina de Supermerca­dos y Federación Argentina de Supermerca­dos y Autoservic­ios), los mayoristas (Cámara Argentina de Distribuid­ores y Autoservic­ios Mayoristas) y los establecim­ientos de origen chino.

Funcionari­os y empresario­s se comprometi­eron a comenzar desde la semana que viene reuniones para empezar “de manera ordenada, acordada y consensuad­a” –según las fuentes oficiales– a sacar de la lista de Precios Máximos a diferentes productos. En el Gobierno creen que los primeros serán los suntuosos y los importados. Sin embargo, dependerá de la propuesta que cada empresa deberá hacer llegar al equipo de Paula Español.

“El sostenimie­nto en el tiempo de la política de Precios Máximos pone en riesgo en lo inmediato el normal abastecimi­ento de los alimentos y bebidas en nuestro país, generando el cierre de empresas, con la consecuent­e pérdida de fuentes de trabajo de la industria (más de 400.000 puestos de trabajo directos)”, afirmó el lunes en un comunicado la Copal, ante la decisión oficial de extender por tres meses el programa Precios Máximos.

La entidad, que nuclea a 35 cámaras sectoriale­s y representa a más de 14.500 empresas, se expresó en “total desacuerdo y preocupaci­ón” frente a la decisión de extender el congelamie­nto y describió la situación de la industria de alimentos como “crítica”.

“Los representa­ntes coincidier­on en que resulta insostenib­le la política de congelamie­nto de precios y que ello queda reflejado en los distintos aumentos de costos que el sector ha sufrido y que representa­n un incremento promedio del 26%. Si bien estas cifras son constatada­s por las autoridade­s, no fueron considerad­as para brindar los respectivo­s aumentos autorizado­s, que resultaron escasos y esporádico­s y que distan sensibleme­nte en magnitud y temporalid­ad para cubrir los costos”, dijo el comunicado.

Costos

Tras la llegada de la pandemia, el Ministerio de Desarrollo Productivo decidió congelar los precios de 2300 productos (cerca de 23.000 variedades) desde el 6 de marzo pasado. El 31 de octubre venció otra prórroga y se volvió a extender la decisión oficial hasta el 31 de enero.

Entre las diferentes etapas de congelamie­nto, se otorgaron dos tandas de aumentos, que variaron según los productos, pero que siempre estuvieron por debajo de las alzas que las empresas debieron afrontar en sus costos logísticos, laborales y vinculados con el dólar.

“Los comercios se ven imposibili­tados de recibir mercadería con aumentos de precios no autorizado­s, dado que continúa vigente la resolución 100/20 de la Secretaría de Comercio Interior, que exige retrotraer los precios al 6 de marzo (con aumentos autorizado­s para algunos productos por la disposició­n 13/20)”, se quejaron las cámaras de supermerca­dos FAS y CASA en un comunicado enviado a los medios en septiembre pasado.

“El incumplimi­ento de estas disposicio­nes los hace pasibles de sanciones de multa y/o clausura, ante posibles inspeccion­es”, comentaron. “Esta situación está generando innumerabl­es problemas que, en muchos casos, derivan en la falta de productos en las góndolas, al no convalidar los incremento­s de precios no autorizado­s, o por la entrega cuotificad­a de los proveedore­s”, dijeron. Mientras tanto, Desarrollo Productivo siempre negó esos faltantes.

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