Tropiezo en el plan para buscar más financiamiento de mercado
El Gobierno captó menos fondos de los que le ofrecieron para no aceptar los mayores rendimientos que le pedían
El Gobierno puso en marcha ayer –con un tropiezo– el cargado cronograma de colocaciones de bonos (tiene previstas cinco) con el que este mes buscará ya no solo refinanciar aquella deuda en pesos que le va venciendo, sino también hacer realidad su promesa de ir reduciendo, de aquí en adelante, su dependencia del financiamiento por vía monetaria. Es decir, reducir la necesidad de los giros del Banco Central (BCRA) con los que cubrió en lo que va del año el 90% de un déficit fiscal agrandado por los compromisos de gasto que sumó la pandemia.
Apenas captó $9755 millones entre inversores, al negarse a validar los mayores rendimientos que demandó el mercado tras la presentación de ofertas de compra por los dos títulos. Ofrecieron $18.085 millones, casi el doble de lo que les terminaron adjudicando.
La cautela oficial fue para evitar validar tasas que se acerquen o incluso superen el 40% nominal anual, que son ni más ni menos que los rendimientos que ofrecen las letras de descuento (Ledes) a plazos similares, que se operan en el mercado secundario, aunque el Gobierno debió convalidar tasas que fueron del 37,50 al 37,70% anual a tres y cinco meses, y están un par de puntos sobre las que venía aceptando a ese plazo.
La señal indicaría que el Gobierno está dispuesto a pagar los mayores costos que supone acceder a financiamiento voluntario, aunque no a convalidar tasas que pongan en riesgo la sustentabilidad de ese pasivo. Después de todo, con la emisión de dos bonos ajustados según variación del dólar se había alzado el mes pasado con más de $250.000 millones, lo que le da margen para intentar buscar los fondos con otro tipo de instrumentos.
Para ir en busca del objetivo de conseguir más fondos por vía del mercado, la Secretaría de Finanzas había ofrecido ayer dos nuevos instrumentos en pesos que pagarán un margen sobre la tasa de pases pasivos a siete días que fija el BCRA (hoy en 34,5% nominal anual). Así buscó además mostrar que ambas dependencias trabajan en conjunto en una “coordinación de las tasas”.
Se trata de dos nuevas letras del Tesoro a 85 y 146 días, emitidas a la par, que se terminaron colocando con un margen de 3 y 3,20 puntos por sobre la tasa de pases, lo que implica las tasas antes mencionadas. El grueso de la demanda se dirigió al instrumento más corto, que recibió ofertas de compra por $16.429 millones, aunque solo adjudicaron $9024 millones para no validar una sobretasa mayor. El más largo (vence en marzo) solo atrajo $1656 millones en pedidos, de los que apenas $731 millones fueron aceptados.
La sensación que quedó en el mercado es que Economía deberá afinar la puntería para cumplir las metas fiscales para el bimestre final del año. Mediante un comunicado, la cartera que conduce Martín Guzmán buscó confirmar anteayer antes de la apertura de los mercados que ya no piensa, como proclamaba meses atrás, que la emisión desmedida de pesos no provoca problemas.
Con los inconvenientes muy a la vista, por el descontrol cambiario y el impacto que eso estaba comenzando a mostrar en las estadísticas de inflación y de comercio exterior, no en vano Guzmán se comprometió a “obtener financiamiento neto del mercado por hasta un 10% respecto del total de vencimientos” que enfrente en ese período e intentar lograr incluso algo más, ingreso extra que –en ese caso– destinaría a reducir adicionalmente el nivel de asistencia recibida vía adelantos transitorios (AT) del BCRA.
En lo que resta del mes el Gobierno enfrenta vencimientos de títulos públicos por unos $360.000 millones, pero casi 40% corresponde al TN20, bono con “licencias” para que los bancos lo usen para integrar encajes.
La otra cita importante la tiene el lunes próximo, cuando licitará US$750 millones en AL30/AL35 (bonos emitidos tras el canje) para permitir que algunos fondos de inversión puedan dolarizar sus tenencias de deuda entregando para la compra de estos títulos otros que tienen en cartera emitidos en moneda local. La subasta, que será vía licitación por precio en pesos de Al 30/ al 35, busca descomprimirla demanda de dólar cable o CCL.