Limbo. Los líderes mundiales, entre inquietos e irónicos por la definición
La demora en el escrutinio desató una ola de reacciones en la comunidad internacional, desde burlas hasta llamados a la calma
WASHINGTON.– La primera potencia mundial vive una “situación explosiva”, un verdadero “espectáculo” que la obligará a “poner sus cosas en orden”, de acuerdo con las reacciones de socios, aliados y rivales de Estados Unidos.
El guía supremo iraní se burló del “espectáculo” que están ofreciendo las elecciones presidenciales. “¡Es una situación digna de ver! Dice que son las elecciones las más fraudulentas de la historia de Estados Unidos. ¿Quién? ¡El propio presidente que está a cargo!”, dijo el ayatollah Ali Khamenei en un mensaje en varios idiomas en Twitter.
“Su rival dice que Trump pretende amañar las elecciones. Eso son la democracia y las elecciones de Estados Unidos”, añadió Khamenei, cuyo país y Estados Unidos son enemigos desde hace más de 40 años.
Quienes también se mostraron irónicos fueron los rusos, acusados de haber interferido en las elecciones de 2016 en una intromisión que favoreció a Donald Trump.
“Todo lo referente a nuestro país se percibe en Estados Unidos como un pedazo de tela roja delante de un toro”, dijo el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov. “¡Por eso no hacemos comentarios! Los estadounidenses tendrán probablemente que poner orden en sus asuntos”, agregó.
Peskov dijo, sin embargo, que “esta incertidumbre vinculada a la primera economía del mundo podrá tener efectos negativos en el mundo, sobre todo en las finanzas”.
“La gente está cansada de la anarquía en todo el país. Estados Unidos está experimentando la misma confusión –pogromos, saqueos y violencia– que vivimos en Rusia hace 400 años”, dijo Vladimir Zhirinovsky, líder de la oposición nacionalista del Partido Liberal Democrático, en alusión a los últimos meses.
“Se suponía que las disputas, el caos y el rechazo de los resultados de las elecciones de parte de ciertos candidatos tenían lugar en países en desarrollo, donde las condiciones políticas no eran estables, y definitivamente no en un país como Estados Unidos”, señaló en una columna el diario chino en inglés Global Times, alineado con el Partido Comunista.
“Pero las cosas cambiaron, todo esto ocurrió en Estados Unidos, y Estados Unidos ya no es sinónimo de una sociedad estable, civilizada y basada en el consenso”, añadió.
En Alemania, que preside este semestre la Unión Europea (UE), la ministra de Defensa, Annegret Kramp-karrenbauer, se mostró preocupada ante la “situación muy explosiva” en Estados Unidos.
Y el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, pidió por su parte a los dirigentes políticos estadounidenses que “confíen” en el proceso electoral en curso.
España llamó a la mesura. “Nosotros no elegimos quién va a ser el presidente norteamericano. Nosotros siempre tenemos que trabajar con quien elija el pueblo”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
“Por eso es tan importante que en estos momentos lo que cuente es la calma, la tranquilidad, el recuento de todos y cada uno de los votos, y que se ponga en valor ese increíble sistema que es la democracia, que es el sistema en el que todos queremos vivir, porque es el que nos garantiza que nuestra postura, nuestra posición, que se expresa a través de este voto regularmente, tenga un valor”, agregó la funcionaria.
Nueva relación
El gobierno francés, cuyo presidente Emmanuel Macron siempre intentó mostrarse como un contrapunto liberal, cosmopolita y multilateral de Donald Trump, señaló que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) tendrán que construir una “nueva relación transatlántica” después de las elecciones, independientemente del resultado.
“La elección de un presidente depende de los estadounidenses. Tendremos que trabajar con la persona elegida y la nueva administración estadounidense, pase lo que pase”, declaró el canciller Jean Yves Le Drian, sin decantarse por ninguno de los dos candidatos.
Gran Bretaña insistió por su parte en que su estrecha relación con Estados Unidos está asegurada gane quien gane.
“Estados Unidos es un aliado cercano y estamos convencidos de que nuestra relación se fortalecerá sea cual sea el ganador”, indicó un vocero del gobierno.
El ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, afirmó en declaraciones a Sky News que “no está preocupado por la relación” entre Londres y Washington.