LA NACION

La industria creció por primera vez en el año

La producción fabril subió 3,4% interanual en septiembre, por el bajo nivel de comparació­n y por la mayor demanda derivada del temor a la devaluació­n; la construcci­ón cayó mucho menos y creció respecto de agosto

- Francisco Jueguen

Luego de meses de desconcier­to por el impacto de la cuarentena obligatori­a, la caída de los ingresos y la volatilida­d cambiaria, la construcci­ón y la industria mostraron en septiembre mejoras frente a los meses previos y alejaron los fantasmas de la desacelera­ción que habían reflejado los datos de agosto, aunque la falta de dólares es el principal condiciona­nte a mediano plazo.

El índice de producción industrial (IPI) del Indec mostró en septiembre un avance de 3,4% interanual, el primero en ocho meses, y un repunte de 4,3% en la medición mensual desestacio­nalizada. El índice de actividad de la construcci­ón (ISAC) tuvo una retracción de 3,9% interanual (la menor en más de un año) y un avance mensual de 3,9%.

Las bases interanual­es están afectadas por el efecto POS-PASO del año pasado (cuando se dio un parate importante de la actividad) y, según economista­s consultado­s por la nacion, parte de la mejora está influencia­da por la burbuja de consumo generada por la necesidad de cobertura ante eventuales devaluacio­nes y por la reapertura de varias actividade­s tras el aislamient­o obligatori­o.

Casi la mitad de los insumos para construir tuvieron una mejora de la demanda. El rubro ladrillos huecos creció 24,6% en el mes, por ejemplo. Por eso, los precios de estos insumos también comenzaron a subir por encima de la inflación. Pero más allá del precio, el acceso a estos insumos se hizo difícil por los faltantes que hay en los corralones y las grandes cadenas por la demanda que provoca la brecha cambiaria en la construcci­ón. En el Gobierno afirmaron a la

que ven un repunte fuerte nacion en la construcci­ón, que empujará mejoras en otros sectores. Todo a pesar de la falta de dólares que tiene el Estado a la hora de importar, hecho que podría condiciona­r el rebote que visualiza el oficialism­o. Tal escenario está supeditado además a la evolución de la pandemia del coronaviru­s y a que la brecha cambiaria logre estabiliza­rse.

La brecha cambiaria es también un factor que genera burbujas de consumo tanto en algunas industrias (automotriz y electrónic­a) como en la construcci­ón, ya que produce la percepción de precios baratos en términos de dólar blue.

“Los datos de industria y construcci­ón mostraron un desempeño algo mejor a lo esperado”, afirmó a la

el director ejecutivo de Seido, nacion Matías Carugati. “Sobre todo cuando miramos las variacione­s mensuales, ya que las anuales están afectadas por la base de comparació­n del efecto POS-PASO”, detalló.

“En el caso de la construcci­ón, la actividad venía recuperánd­ose casi sin interrupci­ones desde abril. Con la cuarentena, muchas familias no afectadas por la recesión volcaron sus ahorros a arreglar sus hogares, y la brecha cambiaria también fue aprovechad­a”, dijo Carugati. “En el caso de la industria, los sectores esenciales siguen liderando, mientras que el resto está tratando de normalizar su situación después de los cierres forzosos”, proyectó.

“De todos modos, los pocos datos que conocemos de octubre dan señales mixtas. Y la dinámica hacia adelante tampoco queda del todo clara. No vemos cuáles de los motores de crecimient­o podrían traccionar, ya que muchos hogares siguen golpeados en el bolsillo, la inversión está parada y el Gobierno plantea que habrá cierto grado de consolidac­ión fiscal. Solo queda rezarles a las exportacio­nes. No sería extraño ver que la recuperaci­ón continúe, pero vaya perdiendo aire en los próximos meses”, concluyó el especialis­ta.

El director de Ecogo Martín Vauthier describió los datos como “positivos”, pero advirtió que, en la medición interanual, el año pasado estuvo muy afectado por la situación POS-PASO. “En la comparació­n mensual hay que tener en cuenta cómo se construye el ISAC, como demanda aparente de insumos. En los últimos meses el ensanchami­ento de la brecha cambiaria y el cepo impulsaron la compra de materiales de la construcci­ón como una cobertura”, dijo.

“Con relación a la industria, se ve una recuperaci­ón bastante extendida a varios sectores. Es un dato positivo”, dijo el economista. “Esto está vinculado, en parte, a las reapertura­s que se van dando en la economía por flexibiliz­ación del aislamient­o, aunque también hay una demanda de durables que esta traccionan­do”, estimó.

“La construcci­ón continuó la recuperaci­ón y se ubica cerca de los valores registrado­s en el mismo período del año anterior (-4%) aunque todavía sigue casi 30% por debajo del nivel del año pasado en el acumulado”, afirmó Juan Ignacio Paolicchi, de Empiria. “Parte de esa recuperaci­ón tiene que ver con la apertura gradual de la economía, que permite el desarrollo de un mayor número de actividade­s, y parte con que la brecha incentiva la dolarizaci­ón de ahorros a través de canales alternativ­os, como los insumos de la construcci­ón”, agregó.

“La industria es el dato que sorprende, porque se ubica por encima de septiembre del año pasado, en parte por una cuestión de oferta, ya que cada vez más sectores están habilitado­s para producir, pero aún está un 11% por debajo del acumulado de 2019 y difícilmen­te la demanda impulse estos sectores con estos niveles de desempleo y caída del salario real”, concluyó.

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