Cariló: fiestas y hábitos de los ocupantes de la casa que estuvo usurpada
Aunque sus dueños lograron recuperar el inmueble, no pueden tocar los objetos que les pertenecían a quienes tomaron la residencia durante casi un año
CARILÓ.– Los dueños de la casa que permaneció ocupada por extraños durante los últimos diez meses pudieron tomar posesión recién ayer por la tarde, casi 24 horas después de concretado el desalojo ordenado por la Justicia. Pero dispondrán del inmueble recuperado a medias: deberán convivir por ahora con cientos de botellas de bebidas alcohólicas, prendas de vestir y mercaderías y otros elementos que dejaron antes de partir. Entre ellos, un cuadro de Néstor y Cristina Kirchner que adornaba el living.
Todos esos valores quedarán allí en condición de guarda judicial en el marco de este lanzamiento ejecutado a partir de una orden del juez de Garantías David Mancinelli, que, por tratarse de una medida cautelar, todavía no ha quedado firme y espera por una resolución de fondo.
“No veo la hora de sacar ese cartel [tallado en madera] y esa cascada espantosos”, dijo, indisimulablemente enojada, Viviana Villena, la propietaria de este inmueble, situado en Leñadores 565, en el límite con el Cariló Golf Club. Se refería a la denominación de “Volver a vivir”, que los por entonces ocupantes dispusieron como nombre de la propiedad. Y al adorno con juegos de agua que agregaron en estos últimos meses y no era parte del diseño de la vivienda original.
El desalojo logró concretarse anteayer por la tarde con la participación de personal policial, que procedió a invitar a retirarse a quienes allí habitaban. Quedaron identificados tres adultos –una mujer y dos hombres– y dos menores de edad.
Lo que más llamó la atención, además de las obras de infraestructura y equipamiento ejecutadas en la casa durante estos meses de pandemia, fue la enorme cantidad de bebidas alcohólicas que había en el interior.
De acuerdo con algunos testimonios recabados por fuera de la causa judicial, el lugar era escenario de reuniones y fiestas sociales durante los fines de semana.
“Hay vinos de todo tipo y botellas de champagne Pommery como si fueran packs de latitas de cerveza”, señaló una fuente que pisó el interior de la residencia y pudo ver la variedad y calidad de bebidas que existían en el interior.
Fuentes del municipio de Pinamar aseguran a que, según la nacion testimonios recabados entre vecinos y obreros que trabajaron en el inmueble durante estos últimos meses, quien aparecía como organizador de la dinámica de obras y reuniones sociales se llama Mauricio Ríos, con domicilio en Mar del Plata.
Ríos es un empresario que explotó un balneario en playas del sur, también un restaurante en la zona de las calles Alberti y Córdoba, y que, por sobre todo, tomó trascendencia en medios nacionales por su proximidad con Rudy Ulloa, exchofer de Néstor Kirchner y devenido empresario de medios en Santa Cruz.
“Todos lo mencionan como responsable de esa casa, pero decir que es el autor responsable del delito de usurpación será tema del fiscal”, dijeron los informantes en referencia a Eduardo Elizarraga, a cargo de la causa.
Elizarraga es el funcionario judicial para el que el intendente de Pinamar, Martín Yeza, pidió la destitución, presentación que formalizó ante el Consejo de la Magistratura.
El inmueble, ubicado en Leñatero 565, figura a nombre de Castagnole Lanze SA, cuya presidenta es Villena desde noviembre del año pasado.
En enero, cuando la mujer visitó la casa, se encontró con que estaba habitada por José María Espil, de 75 años, que aportó a la fiscalía un contrato de locación firmado con alguien de aquella firma. El escrito, según lo valoró la Justicia en estas últimas horas, era muy precario y con faltantes de datos. Entre ellos, el documento nacional de identidad de los firmantes.
En esta oportunidad quienes estaban al frente del inmueble al momento de la intervención judicial, a partir de la denuncia ampliatoria por usurpación, eran Paul Echeverri, María Elgero y Luciano Martínez.
Uno de ellos además se presentó como propietario de la camioneta marca Jeep con numeración de dominio duplicada y de motor adulterada secuestrada también frente al inmueble de Villena. Los tres adultos serán citados a la brevedad por el fiscal Elizarraga bajo cargos de usurpación de inmueble.
Papeles frágiles
Echeverri había tratado de sostener la tenencia de esta vivienda a partir de un documento que tenía en su poder: una cesión de derechos que le realizó quien está identificado como Jorge Adrián Roediger.
Pero como suele ocurrir en estos casos, queda pendiente escalar para llegar al dueño. En la Justicia dan cuenta de que la mayoría de las usurpaciones se concretan a través de este tipo de instrumento jurídico.
En cuanto a la causa judicial por el vehículo con problemas de documentación, quedó a cargo del fiscal Juan Pablo Calderón. De acuerdo con las primeras investigaciones, el vehículo se compró –al menos según surge de un boleto de compraventa– en una agencia de automotores de Mar del Plata, donde también reside quien dijo ser el propietario. Además, el hombre deberá ser indagado en principio por adulteración de un bien móvil registrable.