La ventilación es clave para reabrir teatros
Según un estudio alemán, ese factor es determinante para evitar contagios entre el público
En el marco del proyecto Restart-19, a fin de agosto se realizó un recital a cargo del cantante y compositor alemán de soulpop Tim Bendzko pensado milimétricamente por especialistas de la Universidad de Halle, Alemania. El objetivo no fue musical sino estudiar la transmisión del coronavirus en un espacio cerrado con diferentes configuraciones espaciales en lo que hace a la ubicación de la audiencia: socialmente distanciados, parcialmente distanciados y nada distanciados. De esta particular experiencia participaron casi 2000 personas que debían cumplir con un estricto protocolo. Se desarrolló en el Quarterback Immobilien Arenade Leipzig, una de las salas multipropósito más modernas de Europa, ubicada en el mismo predio en donde está el estadio en donde Argentina le ganó a México en los octavos de final de la Copa del Mundo de 2006. Según los primeros resultados se reconoce que, si bien el uso de mascarillas y un aforo limitado son parámetros importantes, la ventilación es el ingrediente más importante para reducir el riesgo de propagación del coronavirus. “Los conciertos son posibles y el riesgo es bajo si hay buena ventilación y se respeta el aforo limitado y el orden de asientos”, aseguró Michael Gekle, decano de la Facultad de Medicina Martin-luther Hallewittenberg, al frente de la investigación. “La ventilación juega un papel fundamental en cómo se propaga el virus en una sala de conciertos”, agregó.
Por su parte, Stefan Moritz, líder del estudio, sostuvo que “el hallazgo más importante fue comprender lo crucial que es tener una buena tecnología de ventilación. Esto es clave para reducir el riesgo de infección”.
El estudio también encontró que reducir la capacidad del lugar, tener múltiples entradas y asientos para espectadores puede tener un gran impacto en la cantidad de contactos entre las personas. Entre las conclusiones que se obtuvo, recomiendan que solamente se permita el consumo de alimentos en los asientos, que las áreas de espera sean al aire libre, el uso de mascarillas durante la duración del concierto y el empleo de personal que asegure que las personas cumplan con las reglas de higiene. “Los eventos tienen el potencial de alimentar la epidemia al propagar patógenos, pero si se mantiene un concepto de higiene, el riesgo es muy bajo”, dijo Rafael Mikolajczyk, del Instituto de Epidemiología Médica de la Universidad de Halle. Durante el concierto de agosto, se utilizó maquinaria para estudiar el flujo de aire y también desinfectantes de manos fluorescentes para observar el contacto de la gente entre la multitud
El proyecto Restart-19 tiene un costo de inversión de casi un millón de euros financiado por los estados des ajo ni ay sajo ni a-anhalt. “Gracias a la participación activa y el enorme apoyo de los participantes, ahora hemos podido desarrollar un modelo matemático que muestra qué conceptos deben implementarse en eventos importantes para mantener el riesgo de infección por Covid-19 lo más bajo posible”, explicó a la prensa Stefan Moritz.
En el plano local, la reapertura de las salas en la ciudad aún está en análisis. Y el ministro de Salud Fernán Quirós dejó en claro que la ventilación de las salas, sea natural o mecánica, era un punto clave para la vuelta a la actividad del sector.