Reclamos de justicia en el acto por el hundimiento del submarino
En el tercer aniversario, el ministro Rossi y el jefe de la Armada, Horacio Guardia, se comprometieron a colaborar con la investigación
MAR DEL PLATA.– Puertas adentro, frente al memorial con los 44 nombres grabados, una oración, una flor y un beso transmitido con los dedos apoyados sobre ese frío mármol negro. Afuera, en el perímetro alambrado de la Base Naval Mar del Plata, otra vez las banderas argentinas con las fotografías de los tripulantes y frases de recuerdo.
En paralelo al acto que encabezó el ministro de Defensa, Agustín Rossi, las familias de los marinos fallecidos en el submarino ARA San Juan armaron su propia ceremonia para conmemorar el tercer aniversario de la tragedia.
Luis Tagliapietra, padre de Alejandro, teniente de corbeta que era parte de la dotación del buque naufragado, resaltó la convocatoria que se logró aun frente a la pandemia y las restricciones para que los familiares puedan desplazarse.
El también abogado y querellante en la causa judicial que investiga las responsabilidades de funcionarios y jefes navales resaltó que recibieron reconocimientos desde distintos puntos del país. “Es muy fuerte sentir ese acompañamiento”, dijo a la nacion. Pero aclaró que estos actos no deben permitir que se pierda de vista que lo que aquí se busca es “verdad y justicia” y que ese “es el mejor homenaje que podemos rendirles a los 44 tripulantes”.
Entre los familiares no solo cayó bien la presencia del ministro Rossi –sabían que el presidente Alberto Fernández estaba aislado–, sino que también valoraron, y mucho, como gesto que hayan estado presentes los jefes de las tres Fuerzas Armadas.
“Vamos a seguir trabajando con cada uno de los familiares”, señaló Rossi, y ratificó: “Nuestro compromiso con la verdad y la justicia lo reafirmamos, lo aquilatamos y lo vamos a seguir sosteniendo”. En el inicio de la ceremonia, el jefe mayor de la Armada, Julio Horacio Guardia, remarcó el compromiso “de colaborar con la Justicia para el esclarecimiento definitivo de los hechos”.
Al mismo tiempo que se desarrollaba esta ceremonia, a bordo de la corbeta ARA Granville y el aviso ARA Puerto Argentino se rindió homenaje con ambos buques posicionados en la zona donde a más de 900 metros de profundidad se encuentran los restos del submarino.
Solo padres, esposas e hijos de los marinos fallecidos participaron del acto dentro de la base naval. Los demás parientes no tuvieron otra opción que seguir la transmisión por televisión o bien esperar en la puerta del complejo, donde a mediodía se concretó la clásica manifestación que cada día 15 los familiares concretan para recordar a sus héroes.
A quienes residen fuera de Mar del Plata se les hicieron llegar los honores militares, que incluyen una bandera y las jinetas en sendos cofres. Y el sable a aquellos cabos que, post mortem, recibieron el ascenso al rango de suboficial segundo.
Andrea Merelles, esposa del tripulante Gabriel Alfaro Moreno, valoró esta ceremonia porque, a diferencia de anteriores, tuvo una organización que contempló más detalles vinculados a los familiares. “Nadie se quedó sin algo de su hijo”, dijo a la nacion, y recordó que el año pasado apenas se entregó una medalla a las esposas. “Los padres, los hijos, se quedaron mirando, con las manos vacías”, remarcó.
Merelles contó que le pidió al jefe de la Armada que le entregara a su hijo, Tiziano, la bandera que era parte de los reconocimientos para las familias. “Tiziano llevaba puesta la gorra que era de su papá, en él estaba representado Gabriel”, contó, emocionada por lo vivido.
Afuera, en el acto de familiares y amigos, se repitieron viejas costumbres. Además de colocar las banderas, la de escuchar los nombres de los 44 tripulantes seguidos por un grito de “presente”. Una tarea que megáfono en mano siempre estuvo a cargo de Jorge Agancay, suegro del suboficial Sergio Cuellar. Ayer no solo lo repitió en la calle: también se animó a hacerlo a viva voz, en la base, apenas se terminó de cantar el Himno Nacional.