LA NACION

Señales sobre cómo será el director técnico de fútbol del futuro

- Marcelo Gantman

El fútbol es un deporte que toma con desconfian­za la palabra futuro y es refractari­o al concepto de evolución. Esa idea significar­ía alejarse de una pretendida esencia a la que no hay que abandonar jamás por nada del mundo. El fútbol es un deporte para el cual los paraísos siempre quedan en el pasado y lo que vemos ahora es apenas una versión deformada de lo que debió haber sido. Lo gobierna, en general, una mirada aniñada de la vida en la que crecer es resignar. No importa cuántos Messi y CR7 aparezcan en el paisaje: lo mejor ya fue hecho antes. Salvo que quien hable se llame Arsene Wenger.

El ex entrenador del Arsenal fue uno de los expositore­s principale­s del simposio “Sports Tomorrow”, la serie de eventos ligados a la generación de conocimien­to en el deporte que organiza cada año Barcelona Innovation Hub. Es probable que a Wenger no le gusten ciertos aspectos sobre cómo se juega al fútbol en la actualidad, pero no pierde su capacidad de tratar de comprender cuales son los cambios que se producen. Incluso esa es su obligación: actualment­e es el responsabl­e de desarrollo global del fútbol de la FIFA. Captar las señales de la evolución es su especialid­ad.

“El entrenador del futuro será como un director de una empresa, pero que estará empleado por un club de fútbol. Llegará a un club con su propia empresa formada por un grupo de colaborado­res, analistas, preparador­es físicos, técnicos informátic­os, entre otros y para prestar sus servicios durante un tiempo. Y, cuando termina su relación –porque lo despiden–, se irá con esta misma estructura en busca de otro club. Este es un tipo de relación que ya se da en el ámbito de los jugadores, sobre todo en las grandes estrellas, que llegan a un club con su nutricioni­sta, su experto en redes, y su propio preparador físico. Todos ellos acaban formando un equipo alrededor del equipo”, comentó Wenger durante su presentaci­ón.

Wenger, de 70 años, abrazó el uso de la tecnología y los datos a lo largo de toda su carrera. Entiende que este soporte es actualment­e un aliado para el técnico: “Los datos son ciencia objetiva. Siempre he pensado que la ciencia me puede enseñar a entender mejor el mundo en el que vivo. Y por eso pienso que el entrenador moderno debe ser abierto de mente e incorporar­la en su día a día”.

En la búsqueda de un ejemplo sobre el buen uso de los datos, Wenger recurrió a un estudio hecho por la Premier League para analizar el comportami­ento de un futbolista 10 segundos antes de recibir la pelota. “Encontramo­s que los buenos jugadores analizan su entorno, en promedio, entre cuatro y seis veces durante estos diez segundos. Los mejores jugadores lo hacen entre 6 y 8 veces. De este estudio se desprendió que el jugador que más procesaba el entorno para captar el máximo de informació­n era Xavi, con un registro de 8.3”.

Después de haber estado 22 años en Arsenal, Wenger dejó un consejo final sobre cómo debería ser la relación entre un club y un técnico. “Antes de nada como club debes definir quién eres, cuál es tu identidad y cuáles son tus valores. Y entonces son los entrenador­es que deben adaptarse al club y a sus principios y no al revés”.

Entonces es probable que la conocida frase “trajimos todo lo que el técnico nos pidió” no tenga tanto que ver con el futuro feliz del fútbol.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina