El clima del debate, las tensiones y el rol del abogado de Cristina
En la comisión hubo discrepancias ideológicas, pero primó el debate técnico
No hubo estridencias ni desplantes, sí debate intenso de tono jurídico, que trasuntó una mirada ideológica del derecho. Aunque en estos tres meses se vivieron momentos de tensión, pudieron ser administrados para alumbrar un documento final que hace propuestas de cambios que permiten vislumbrar un nuevo Poder Judicial.
A pesar de que al Consejo Consultivo para el Fortalecimiento del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal se lo conoció en el ámbito político como la “comisión Beraldi”, por Alberto, el abogado de Cristina Kirchner que integró ese grupo, en la vida real el rol del especialista en derecho procesal fue activo, aunque no orientador de las discusiones, donde, sin estridencias ni desplantes, se dieron debates técnico-jurídicos.
Así lo mencionaron a la nacion tres de los once especialistas que integraron la comisión. El documento está en su versión final, pero el Consejo espera poder entregarlo en mano al Presidente. Los especialistas se dieron por satisfechos con ponerle punto final al debate, que llevó 90 días y cuya concreción parece casi un milagro.
Los motivos de discusión fueron por cuestiones técnicas y, aunque algunos rozaron las vanidades, no llegaron a mayores y se trabajó sin interrupción, sin que nadie se levantara enojado del Zoom.
Beraldi no orientó la discusión, coincidieron en diálogo con la natres consejeros que asistieron cion a las deliberaciones. Incluso alguno de los participantes hubiera deseado otra actitud más protagónica del abogado de la vicepresidenta, pero señalaron que se limitó con educación y afilada lógica a defender posiciones en las que tuvo coincidencias en la mayoría de los casos con mar isa Herrera, Carlos Arslanian, Andrés Gil Domínguez y Omar Palermo.
De hecho, no se dejó por escrito la idea de aumentar el número de miembros de la Corte, como proponía un sector del kirchnerismo, aunque hubo coincidencia en proponer una reforma de la ley de funcionamiento de la Corte introduciendo cuestiones de género, perspectiva ideológica y federalismo, lo que fue interpretado como una puerta abierta para que el Congreso sea quien decida, por ley, aumentar la cantidad de jueces de la Corte.
La comisión se puso por encima de la coyuntura, aunque en los debates se cruzaron intereses políticos y personales. El punto más álgido fue definir si se iban a proponer cambios sobre el modo de elegir procurador. Una señal que esperaba el bloque kirchnerista del Senado para avanzar con una ley en ese sentido.
Votaron con la idea de flexibilizar los dos tercios las consejeras Marisa Herrera y Claudia Sbdar y los consejeros Carlos Arslanian, Alberto Beraldi, Raúl Gustavo Ferreyra y Omar Palermo. Más cerca del kirchnerismo, el peronismo o el albertismo. Las consejeras María del Carmen Battaini, Hilda Kogan e Inés Weinberg de Roca, y los consejeros Enrique Bacigalupo y Andrés Gil Domínguez consideran que el mecanismo actual de los dos tercios debe mantenerse.
Las mujeres pesaron fuerte en la comisión y hubo tres que tuvieron posiciones casi en bloque: Battaini, Kogan y Weinberg, acompañadas en muchas ocasiones por Bacigalupo.
Su mirada fue bien judicial y hasta determinada en ocasiones por la costumbre de trabajar en tribunales colegiados, donde las opiniones se expresan con la prudencia que no necesitan los abogados en el ejercicio de la profesión.
El punto más álgido fue definir cambios sobre el jefe de los fiscales