LA NACION

El langostino de la Argentina, el mejor ejemplo para ilustrar el fracaso de la política laboral

Se exporta como commodity y es reprocesad­o en otros países, que lo venden con valor agregado

- Paula Urien

Tal como se puede leer en la entrevista de Roberto Garrone al empresario marplatens­e Oscar Poletti, la situación del langostino que se pesca en mares argentinos es el símbolo de lo que padecen hoy las compañías, en especial las pymes, y también de la gente que no encuentra trabajo, algo que está a veces tan cerca, pero a la vez tan lejos de concretars­e.

El langostino, tan apreciado en el mundo, todavía se exporta mayormente como un commodity, es decir, sin valor agregado. Hay entonces otros países, como Perú y Ecuador, entre otros, que lo importan desde la Argentina, lo procesan con mano de obra intensiva (sacándole la cáscara y la vena, que es el intestino, para luego embolsarlo) y lo exportan a un mayor valor. “Cada contenedor que se llena con este tipo de langostino procesado le puede dar trabajo a 30 personas durante 30 días”, comenta Poletti, en diálogo con esta cronista. La hora de trabajo en Mar del Plata para este tipo de tareas se paga $270 y la jornada de 8 horas , $2160 por día, unos $43.000 por mes.

Pero hay más. El langostino argentino en el mercado externo, que tiene como destino final Estados Unidos, Europa y Canadá, mayormente, es un producto que ofrecen otros países y compite contra .... el langostino argentino que exportan quienes realizan en Mar del Plata este proceso. Y en general, pierde el local por los costos laborales y de logística.

Están por supuesto los costos asociados a la enorme cantidad de impuestos que ahogan a la producción. Entre ellos, los derechos de exportació­n que establecen una ventaja ínfima para quien exporta el langostino con valor agregado, es decir, habiendo empleado más mano de obra.

Pero también están los costos económicos asociados al empleo de personal debidament­e registrado, que ve enflaqueci­do su bolsillo por la cantidad de impuestos al trabajo que se le descuentan del sueldo. Y también, y no es un dato menor, el costo anímico que sufre el empleador, al temer que emplear a las personas sea una bomba de tiempo, que puede llevar a juicios laborales eternos y carísimos.

Éste es un país en el cual los empresario­s pueden producir más, pueden emplear a más personas, pero eligen no hacerlo. Una cosa es arriesgar el capital pensando en un negocio que puede andar, y otra es hacerlo por poco y nada de ingresos y con el riesgo de un juicio laboral. Vale recordar que la ciudad de Mar del Plata tiene el desempleo más alto de la Argentina. Con un 26% de desocupado­s y duplica la media del país, que es del 13,1%. La ciudad costera tiene más de 65.000 personas que buscan trabajo, pero que no lo encuentran.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina