Evo se muestra cauteloso y ya planea la batalla electoral de 2021
Retomó las riendas del MAS y del sindicato de cocaleros, pero hasta el momento evitó los centros del poder; dijo que mantiene contactos con Arce
LA PAZ.– Desde que regresó de su exilio en la Argentina hace diez días, el expresidente Evo Morales retomó el liderazgo de su partido y del mayor sindicato de cocaleros de Bolivia, que dirigió durante más de dos décadas, pero sus movimientos son cautelosos.
“Una vez que retornó nuestro presidente (Morales), retoma la dirección del partido (Movimiento al Socialismo, MAS) y la presidencia de las federaciones del Chapare (cocaleros)’’, dijo Gerardo García, que ejerció la presidencia de ese partido en ausencia de Evo.
El MAS regresó al poder con Luis Arce tras ganar las elecciones de octubre pasado, un año después de la precipitada renuncia de Evo por denuncias de fraude electoral en los anulados comicios en los que buscaba un cuarto mandato consecutivo tras 14 años en el poder.
Después de cruzar el país en una caravana que lo trajo desde la Argentina, Evo se asentó en su feudo del Chapare –en el centro del país–, donde dirigió el mayor sindicato de cultivadores de coca y desde el cual saltó a la política para convertirse en el primer presidente indígena en 2006 tras el derrumbe de los partidos tradicionales.
De inmediato retomó sus actividades políticas y sindicales en el Chapare, donde es querido y se mueve rodeado de una guardia sindical que lo protege. Su base de operaciones es la población de Lauka Ñ, cuna del sindicalismo cocalero.
Aun como jefe de Estado, Evo siguió como presidente honorario de los cocaleros hasta 2018, cuando fue sustituido por Andrónico Rodríguez, un politólogo de 32 años de origen quechua que ahora es el presidente del Senado.
El expresidente desata sentimientos encontrados por lo que sus desplazamientos son cuidadosos y planificados. Desde su retorno se mostró más conciliador, evitó a la prensa y solo aparece en reuniones políticas.
Anteayer estuvo en Oruro, la ciudad del altiplano occidental donde nació, y convocó a sus partidarios “a un plenario nacional el sábado para planificar las elecciones regionales’’, dijo García a radio Panamericana.
Las elecciones de gobernadores y alcaldes el 7 de marzo de 2021 serán el segundo round de la disputa por el poder en Bolivia, esta vez en los gobiernos locales, que son ampliamente dominados por el MAS, según analistas.
Al encuentro del MAS fueron invitados Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca. Arce no se reunió con Evo cuando llegó al Chapare y públicamente evitó referirse a su mentor político. Sí lo hizo Evo, quien dijo que mantiene contactos con el presidente, al que ayuda a organizar el gobierno.
La disputa entre seguidores y detractores del exmandatario se ha traslado al gobierno, en el que partidarios de Arce y Choquehuanca buscan desplazar de los cargos públicos a los colaboradores de Evo.
Arce dijo que no gobernará “a la sombra’’ del expresidente y que hará un “gobierno para todos’’. “Queremos renovar con gente nueva, pero siempre habrá coordinación con el presidente para ayudar y apoyar a una buena gestión’’, señalo García.
Investigación
En este contexto, se supo ayer que el nuevo gobierno firmará el próximo lunes un convenio con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para realizar una investigación total e independiente de las masacres ocurridas durante la crisis política de 2019, anunció ayer el ministro de gobierno, Eduardo del Castillo.
“El lunes vamos a firmar un protocolo, el gobierno con la CIDH, para que se investigue de manera imparcial todo lo que ha ocurrido en Senkata, Sacaba, Pedregal y en toda Bolivia”, anunció Del Castillo a familiares de las víctimas de noviembre del año pasado tras la caída de Evo. Del Castillo remarcó el carácter independiente de la investigación de la CIDH, compuesto por una misión de expertos internacionales que trabajarán durante seis meses.
El ministro aseguró que el gobierno de Arce dará “todas las facilidades necesarias” para que la CIDH investigue no solo las masacres mayores, sino todos los hechos de violencia, y en especial las muertes que ocurrieron durante la crisis.
“Se buscará justicia para todos los caídos “, dijo Del Castillo, citado por la agencia de noticias Sputnik.