Joyas universales del lenguaje burocrático
Críticos literarios y amantes de la literatura suelen perderse verdaderas joyas de exuberante creatividad lingüística que no se encuentran en novelas, cuentos ni poemas. Pero que merecen que se les preste atención y se las revalorice. El lenguaje burocrático, que de eso hablamos, demuestra ser una cantera inagotable, jamás deficitaria. Para quien dude aportamos hoy una exhibición de prodigalidad léxica publicada ayer en el Boletín Oficial: “Dase por designada a (…) en el cargo de Coordinadora de Vinculación entre el Presupuesto y la Planificación Estratégica de la dirección de estudios y evaluación del presupuesto nacional de la dirección nacional de coordinación del presupuesto nacional de la subsecretaría de coordinación presupuestaria de la secretaría de evaluación presupuestaria, inversión pública y participación público privada de la jefatura de gabinete de ministros”. La placa para su oficina se demoraría unos días, ya que la flamante funcionaria debería tramitar una ampliación presupuestaria destinada a comprar los materiales. Kafka se escribe con K.