LA NACION

Detectan irregulari­dades en los gastos de campaña

La Cámara Electoral encontró inconsiste­ncias en los balances del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, y les hizo un llamado de atención

- Iván Ruiz

Aportantes insolvente­s, proveedore­s del Estado y concesiona­rios públicos que aparecen como donantes, y grupos económicos que superan el tope máximo para hacer contribuci­ones de campaña. Esas inconsiste­ncias de las últimas elecciones presidenci­ales fueron detectadas por los auditores de la Cámara Nacional Electoral, que revisaron las cuentas del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio.

Después de dejar constancia escrita de esas irregulari­dades, los auditores de la Cámara Electoral recomendar­on que la Justicia no apruebe los balances de financiami­ento partidario de ninguna de las dos agrupacion­es, según los documentos a los que accedió la nacion. “No nos resulta posible aconsejar la aprobación del informe final hasta que se hayan subsanado las observacio­nes formuladas”, escribiero­n.

La violación del tope máximo de donaciones permitidas que realizó el Grupo Aceitera General Deheza (AGD), liderado por el exsenador Roberto Urquía, es la principal controvers­ia, una situación que atraviesa por igual a las candidatur­as de Alberto Fernández y Mauricio Macri, ya que ese holding se convirtió en el principal aportante de ambas campañas, como había adelantado la nacion apenas se hicieron públicos esos números.

“Se presume que las siguientes personas formarían parte de un mismo grupo económico, superando en su conjunto el importe máximo establecid­o”, señalaron los auditores en referencia a distintas empresas del Grupo AGD que hicieron donaciones individual­es inferiores a los nueve millones de pesos, que era el límite impuesto por la Justicia. Sin embargo, los fondos que el holding aportó, en total, para el Frente de Todos fueron $30 millones, y otros $25,5 millones para Juntos por el Cambio.

Para realizar los aportes, el grupo utilizó al menos ocho razones sociales distintas: Aceitera General Deheza SA, Aceitera Chabas SA, Niza SA, Oñatis SRL, Las Verbenas SA, Establecim­ientos Agropecuar­ios La Paz SA y La Paz Agropecuar­ia SA, según consta en el informe. Los auditores, además, agregan a la sociedad Grancor SA como parte del entramado. La Cámara Electoral detectó que, en algunos casos, las transferen­cias bancarias de cuatro de esas empresas fueron realizadas por la misma persona, el mismo día y desde el mismo banco.

Los auditores también señalan que un accionista del Grupo AGD participa de la empresa Nuevo Central Argentino SA, compañía que tiene la concesión del tren General Mitre desde 2009 y por 30 años. Las restriccio­nes de la ley de financiami­ento electoral son amplias en cuanto a la relación de los aportantes con el Estado: prohíbe contribuci­ones de empresas concesiona­rias, contratist­as de servicios u obras públicas, o proveedore­s de la

Nación, provincias o municipios.

En ese amplio rango fijado por la ley de financiami­ento ingresan una decena de empresas que donaron a alguno de los dos principale­s partidos y que mantenían alguna relación con el Estado, así como otra decena de aportantes indirectos, es decir, personas físicas que ocupan altos cargos en empresas que entran en alguna de las categorías antes mencionada­s.

Además, la Cámara Electoral planteó en el caso de Macri, que durante la campaña se desempeñab­a como presidente, que algunas de las empresas que donaron a su campaña tenían permisos emitidos por el Estado para operar puertos (LDC Argentina SA y PTP Warrant SA) y otras habían recibido beneficios del programa Renovar, de energía eólica (Arre Beef SA y Frigorífic­o Gorina SAIF).

Los auditores también hicieron hincapié en un grupo de seis frigorífic­os y empresas agropecuar­ias que hicieron aportes a Juntos por el Cambio por un total de $28 millones y que habían accedido a la cuota Hilton, un cupo de fondos que reparte el Estado entre exportador­es de carne vacuna.

Por último, los auditores señalaron una decena de personas físicas cuyo nivel de insolvenci­a es considerad­o alto por las autoridade­s y que difícilmen­te podrían realizar esa donación de dinero a las campañas electorale­s. Kopotec SRL, por ejemplo, aparece en los registros públicos de la auditoría como “deudor irrecupera­ble”, pero aportó un millón de pesos a la campaña del Frente de Todos. También se detectó en la alianza oficialist­a a cientos de empleados públicos entre los donantes: hubo 19 empleados del municipio bonaerense de Almirante Brown que aportaron exactament­e $14.500 cada uno.

La resolución de la Cámara Electoral ya tiene antecedent­es. La jueza María Servini no aprobó todavía los balances de la campaña presidenci­al de 2015, después de que las auditorías detectaran distintas irregulari­dades en el financiami­ento partidario de Macri y de Daniel Scioli. En base a estos informes, la jueza deberá ahora resolver si los balances de la última campaña presidenci­al siguen el mismo camino.

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