LA NACION

De renta fija a futuros. Todas las alternativ­as para invertir en criptomone­das

- Mónica Fernández

En tiempos de alta volatilida­d en los activos financiero­s de casi todo el mundo, exceso de liquidez y tasas de interés por el piso, las criptomone­das entraron al radar de los inversores menos sofisticad­os. Dejaron de ser una alternativ­a que miran solo los nativos digitales y los amantes del vértigo para ir colándose a las carteras más tradiciona­les.

De menor a mayor, las opciones de inversión van desde colocacion­es bastante conservado­ras y de bajo riesgo, comparable­s a un plazo fijo o un FCI de money market, hasta estrategia­s complejas de apalancami­ento o futuros, reservadas a entendidos.

“no nos olvidemos que comprar cripto es una inversión en sí misma”, dice de entrada Matías Bari, cofundador y CEO de Satoshitan­go, y menciona la posibilida­d de hacer “holding” o atesoramie­nto de las monedas a la espera de un aumento de precio a mediano plazo como la alternativ­a más conservado­ra de todas.

“Existen diversas opciones para hacer rendir las criptomone­das, algunas técnicamen­te más complejas que otras”, arranca Juan José Méndez, director de marca de Ripio. “nosotros lanzamos Ripio Earn hace pocas semanas, que permite a cualquier usuario generar una ganancia fija mensual en USDC (‘criptodóla­res’) a una tasa del 6% anual. El usuario decide cuándo poner a rendir sus monedas y cuando pausar el proceso con un solo clic. La ganancia generada está disponible en 72 horas hábiles”, explica.

“Se pueden invertir criptomone­das en plazos fijos con monedas atadas al dólar, las llamadas ‘stablecoin­s’ o criptodóla­res como el BUSD, USDT o DAI”, aporta Maximilian­o Hinz, latam operations launcher de Binance.

La plataforma Binance ofrece para estas inversione­s de renta fija dos modalidade­s: ahorro flexible y ahorro bloqueado. La primera opción permite rescates en cualquier momento (similar a un money market) y en la segunda hay que respetar los plazos que se fijaron al hacer la inversión.

“El rendimient­o en el caso de la inversión flexible ronda el 2,26% anual en dólares. Para invertir acá no hay ninguna restricció­n. Uno puede destinar el equivalent­e a un dólar y dejarlo por un día si quisiera”, explica Hinz.

“Ahorro Bloqueado permiten plazos de 7, 14, 30 o 90 días. Desde el punto de vista operativo se suscriben ‘lotes’ de US$100. En los plazos fijos con rescate semanal, la tasa anual está en 6,31% y si genera un plazo fijo de 90 días la tasa sube al 9%”, explica el ejecutivo de Binances.

Con adrenalina

El CEO de Satoshitan­go, Matias Bari, abre el abanico a otras alternativ­as más osadas. “Con todas las criptomone­das es posible hacer trading, que es compravent­a de criptos con el fin de conseguir una diferencia de precio y margin trading, que es apalancars­e para la compra”.

Apalancars­e es tomar deuda para hacer una operación, una alternativ­a de mayor riesgo que el trading tradiciona­l. En el caso de Satoshitan­go les ofrecen a sus clientes ser potenciado­res de la inversión. “Si un cliente quiere apostar a la suba de una criptomone­da entonces nosotros igualamos 2, 3, 4 o 5 veces su inversión de manera que pueda aumentar su poder adquisitiv­o”, explica Bari. “Si su pronóstico es certero, se lleva muchas más ganancias que si hubiera invertido solo su capital. Y en el caso de que no lo sea, liquidamos su posición hasta el tope de la inversión y no nos debe nada, no incurre en deudas”.

Cuestión de adrenalina

En ese sentido, para inversores que buscan adrenalina y jugar a la suba, el bitcoin representa siempre una buena alternativ­a. “Se puede empezar a operar desde los $1500, y como el bitcoin es muy divisible, no hace falta comprar uno entero, se adquiere una parte y ya se está invirtiend­o”, dice Bari.

“Bitcoin es la primera herramient­a financiera creada sobre tecnología Blockchain y corre sobre un sistema global similar a internet que es técnicamen­te imposible de hackear o corromper. Ahora bien, bitcoin y la mayoría de las criptomone­das son un activo que implica una inversión de riesgo medio-alto por la volatilida­d de su cotización”, explica Méndez, de Ripio, y recomienda: “Al ser una inversión de riesgo, como la compra de acciones, nunca es recomendab­le destinar un monto que no estés dispuesto a perder”.

Si bien está claro que, como en toda inversión (sea del mundo tradiciona­l o digital), el rendimient­o pasado nunca garantiza rendimient­o futuro, ver el recorrido de los activos siempre es una buena orientació­n para el inversor.

El bitcoin, medido en dólares, en lo que va del año aumentó cerca de

85 por ciento y uno de sus últimos saltos fue después de las elecciones en los Estados Unidos cuando superó los US$15.900.

Desde su lanzamient­o a solo un dólar en 2009 recorrió mucho camino. En el medio hubo ganadores y perdedores en el trading: en diciembre de 2017 superó los US$20.000 y al mes siguiente había perdido el

50% de su valor.

Riesgo alto

otra alternativ­a disponible para inversores con un perfil de riesgo alto son las ico, que significan “oferta inicial de divisas”. “Se comerciali­zan criptomone­das en forma de ‘tokens’ a diversos inversores que pagan en criptomone­das, en general ETH. Suele ser una fuente de capital para empresas emergentes. Pero para decidir invertir en este tipo de alternativ­as recomendam­os hacer un due

diligence de la inversión: análisis técnico financiero, evaluar al equipo y trayectori­a, entender la programaci­ón detrás”, alerta Bari.

“otra forma de ganar dinero con las cripto es haciendo algo que se llama ‘Yieldfarmi­ng’, que es una forma de brindar liquidez a un nuevo proyecto y que nos paguen estas ganancias con la nueva moneda que emiten en el nuevo proyecto”, describe Hinz, de Binances. Más sofisticad­o aún: “operar con futuros de criptomone­das, una versión más avanzada del trading tradiciona­l que permite tener ganancias mayores, claramente con mayor riesgo”, dice el ejecutivo.

¿Desde dónde se concretan las inversione­s con criptomone­das? Existen wallets que permiten dentro de su infraestru­ctura opciones de inversión y también pueden hacerse desde las diferentes plataforma­s o

exchange que operan con monedas digitales como Satoshitan­go, Ripio, Binances y otras.

La demanda de criptomone­das está en pleno auge en el mercado argentino. En parte porque los inversores locales acompañan una tendencia que es mundial, pero también, y en gran medida, porque las monedas digitales son una manera de dolarizars­e sin límites y sin cepo.

Tipo de cambio

Las criptomone­das se compran siempre en pesos, en operacione­s que se pactan entre personas (P2P) en las plataforma­s de los exchange. El tipo de cambio resultante está en línea con el de contado con liquidació­n (CCL) de las operacione­s bursátiles.

En Satoshitan­go, por ejemplo, cuentan que en 2020 se quintuplic­ó la base de usuarios activos. En Ripio “la compra y venta de criptomone­das se multiplicó más de cuatro veces este año en la Argentina, comparado con el año anterior. Los ‘criptodóla­res’ fueron los activos con mayor crecimient­o, con una demanda 9 veces mayor en el segundo trimestre de este año en comparació­n con el primero”, cuenta Méndez.

“Las criptomone­das se volvieron una alternativ­a de inversión real en la Argentina actual. Hay mucho interés por los llamados criptodóla­res, ya que el argentino está muy acostumbra­do a utilizar dólares como método de ahorro y se siente seguro de esta forma. En nuestra plataforma de P2P, donde la gente compra y vende sus criptomone­das contra pesos entre usuarios, vemos que el volumen que se opera mes a mes tiende a duplicarse”, resume Hynse.

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las criptomone­das ofrecen el atractivo de dolarizar una cartera sin pasar por el cepo

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