Trump suma frustraciones en la batalla judicial
Su equipo pidió frenar un escrutinio y una auditoría en Michigan
WASHINGTON.– Ni la cumbre virtual del G-20 en Arabia Saudita ni su partido de golf en Virginia desviaron al presidente estadounidense, Donald Trump, y a su equipo de insistir ayer en sus denuncias contra los resultados de las elecciones del 3 de noviembre pasado.
Dos semanas después de que Biden fuera declarado presidente electo, el mandatario republicano se rehúsa a admitir la derrota y busca invalidar o cambiar los resultados a través de demandas y recuentos en varios estados importantes.
El Comité Nacional Republicano y el Partido Republicano de Michigan le escribieron a la junta estatal de escrutinios para pedir que suspendiera sus labores durante 14 días y permitiera una auditoría de las urnas en el condado de Wayne, que incluye la ciudad de Detroit.
La carta solicitó una auditoría completa citando acusaciones de “irregularidades” que no fueron fundamentadas.
Sin embargo, dos importantes legisladores republicanos de Michigan que llegaron a Washington a instancias de Trump dijeron luego de reunirse con el presidente que no tenían información que pudiera cambiar el resultado.
“Como líderes de las legislaturas, seguiremos la ley y el proceso regular con respecto a los electores de Michigan”, dijeron el líder de la mayoría del Senado de Michigan, Mike Shirkey, y el presidente de la Cámara de Representantes local, Lee Chatfield, en un comunicado conjunto.
Trump dijo ayer que los medios de prensa estaban malinterpretando el comunicado, donde los legisladores también afirmaron que tenían confianza en una revisión del proceso electoral de Michigan.
“¡Se demostrará que hubo un fraude electoral extendido!”, escribió Trump en Twitter, al repetir el anhelo que lo desvela desde la primera semana de noviembre.
Los esfuerzos de Trump, un hecho inédito de un presidente en funciones para subvertir la voluntad de los votantes, tuvieron hasta ahora poco éxito en los tribunales o entre las instituciones reguladoras de los estados.
El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, anunció anteayer que un recuento manual y una auditoría de todos los votos emitidos confirmaron a Biden como el ganador de ese estado sureño.
La última táctica de la campaña de Trump es convencer a las legislaturas controladas por los republicanos en los estados claves donde se impuso Biden de que desconozcan los resultados y declaren a Trump ganador, según tres fuentes familiarizadas con los planes.