Voz de la conciencia
Señores legisladores: mucho se habló y se habló durante años de la defensa de los derechos humanos. Hoy les pedimos que legislen a favor de los derechos humanos. Y el principal derecho, sin el cual de nada sirven los otros, es el derecho a la vida. En el aborto, o en la interrupción voluntaria del embarazo –como quiera que se lo llame–, hay algo que es seguro, y es que una vida se mata: la vida que está en el seno materno. Hoy le toca a cada uno de ustedes una parte en la responsabilidad de decidir si se va a autorizar que se destruya la vida en el seno materno o si se va a defenderla. Entonces, nos preguntamos: ¿qué puede haber hecho de malo ese ser indefenso e inocente que se encuentra en el seno materno que justifique la posibilidad de condenarlo a muerte? ¿Quiénes somos nosotros para negarle el derecho humano a la vida? Les pedimos, señores legisladores, que no se dejen influenciar por mezquinas presiones, por argumentos superficiales o mendaces. Deténgansehoyaescuchar,cadauno, la voz de su propia conciencia. no sea que la escuchen mañana, cuando sea demasiado tarde, el mal ya esté hecho y los vanos argumentos y el aplauso de los partidarios no puedan ocultar el tendal de vidas inocentes que quedarán truncadas, tras una decisión injusta. Doblemente injusta, ya que los principales afectados, los niños por nacer, no tienen la posibilidad de defenderse.
Etel Caimi Dni 11.120.222