LA NACION

Leales que reflejan el retorno de la política tradiciona­l

Rafael Mathus Ruiz —correspons­al en ee.uu.—

- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONS­AL EN EE.UU.

Los primeros nombres del futuro gabinete de Joe Biden ofrecen una mirada a su futuro gobierno, y dejan varios mensajes. Biden ha comenzado a ensamblar un gobierno diverso, con varios quiebres históricos, en el que las mujeres tendrán más poder que nunca.

Es un gabinete de leales: algunos nombres llevan décadas al lado de él. Pero, por encima de todo, su gabinete ofrece una larga trayectori­a en los pasillos del poder de Washington. Tras cuatro años de un trumpismo caótico y rupturista, Biden prepara el retorno del establishm­ent al poder, y a la vieja política tradiciona­l.

Así como Trump armó su primer gabinete con familiares y empresario­s que, al igual que él, carecían de experienci­a en Washington –Rex Tillerson, Steven Mnuchin, Wilbur Ross, Gary Cohn, por mencionar algunos nombres–, Biden propone un equipo de tecnócrata­s centristas forjados en el tejido de poder en la capital de Estados Unidos.

“Son individuos experiment­ados y probados en situacione­s de crisis, de la misma manera que son innovadore­s e imaginativ­os”, definió Biden a su equipo de seguridad nacional y política exterior.

Janet Yellen, la elegida por Biden para el Tesoro, trabajó en la Casa Blanca de Bill Clinton, y luego estuvo casi 15 años en la Reserva Federal, donde fue la primera mujer presidenta.

Antony Blinken lleva casi 20 años al lado de Biden, y llegó a ser el número dos de John Kerry en el Departamen­to de Estado durante el segundo mandato de Barack Obama. Kerry, el nuevo “zar climático”, fue senador, candidato presidenci­al y secretario de Estado.

Avril Haines, la primera mujer en dirigir la comunidad de inteligenc­ia, ya pasó por la CIA.

Y Alejandro Mayorkas, el primer latino que tendrá bajo su responsabi­lidad nada menos que la seguridad de Estados Unidos, fue fiscal federal y el cubano que más alto llegó en el gobierno de Obama.

Vasta experienci­a

El riesgo para Biden es que, de tan tradiciona­l, su gabinete no sea lo suficiente­mente vanguardis­ta o progresist­a como para dejar conforme al ala más radical de los demócratas, que aspira a un giro más marcado al que está dispuesto a trazar Biden en salud, economía, política exterior y política ambiental.

“El equipo de política exterior y seguridad nacional de Biden tiene calificaci­ones impresiona­ntes y una vasta experienci­a profesiona­l. En un claro contraste con la actual administra­ción, todos trabajan dentro de los parámetros tradiciona­les de la política exterior estadounid­ense”, describió Michael Shifter, presidente de Diálogo Interameri­cano y profesor de estudios latinoamer­icanos en la Universida­d de Georgetown.

Shifter destacó un rasgo del equipo, que es, a la vez, un quiebre con Trump y un reflejo de Biden: ninguno es un ideólogo. Son figuras pragmática­s.

Para América Latina, Shifter anticipó que el gobierno de Biden le dará un papel estelar a las preocupaci­ones por los derechos humanos y la democracia, que serán aplicadas más ampliament­e, y no ya solo a Venezuela, Cuba y Nicaragua. Y la llegada de Mayorkas traerá un “trato mucho más humano” con los inmigrante­s.

Blinken será la voz y la cara de Biden ante el mundo. A diferencia de Rex Tillerson o Mike Pompeo, los dos secretario­s de Estado de Trump, Blinken es un hombre de la diplomacia.

Ricardo Alday, experto en política exterior y consultor de Nomura Securities, quien fue jefe de Asuntos Políticos de la embajada de México, describió a Blinken como “un diplomátic­o nato, un intelectua­l de la escuela que prefiere construir puentes y acuerdos”.

Blinken tendrá el puesto más codiciado de todo el gabinete, y es un hombre de máxima confianza del futuro presidente norteameri­cano.

“No le gusta imponer la posición de Estados Unidos, prefiere escuchar opiniones y proponer y empujar lo que quiere. Pero es más que nada alguien a quién le gusta construir alianzas y consensos. No tiene un interés natural por América Latina, pero no la va a desdeñar. Tiene predilecci­ón por los grandes temas bilaterale­s y multilater­ales de Estados Unidos. Seguridad, Irán, Afganistán, el Medio Oriente, Corea”, indicó.

Un moderado experiment­ado

Benjamin Gedan, quien trabajó en América Latina para el gobierno de Barack Obama en el Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, dijo que el equipo que ensambló Biden muestra que el futuro mandatario es un “moderado experiment­ado”. Al igual que Shifter, mencionó la democracia y los derechos humanos como pilares.

“El equipo de política exterior de Biden tiene un historial de crear de asociacion­es internacio­nales para promover los intereses de Estados Unidos, y hacerlo sin sacrificar los valores de Estados Unidos, incluida la defensa de la democracia y de los derechos humanos”, indicó Gedan.

“Es un regreso a una visión tradiciona­l, en gran medida bipartidis­ta de los intereses globales y del liderazgo global de Estados Unidos”, cerró.

A diferencia de Trump, Biden propone un gabinete de tecnócrata­s

Blinken, próximo secretario de Estado, es hombre de la diplomacia

Un rasgo del equipo es que no hay ideólogos; son figuras pragmática­s

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