La oposición rechaza negociar el procurador en medio de la interna entre Cristina y el Presidente
En Juntos por el Cambio temen que Fernández y la vicepresidenta se terminen por poner de acuerdo y queden atrapados en el juego oficialista
A pesar de las señales del Gobierno, Juntos por el Cambio mantiene cerradas las negociaciones en torno a la postulación para la jefatura de los fiscales de Daniel Rafecas, el candidato que pretende Alberto Fernández pero resiste Cristina Kirchner. Su idea consensuada es “no meterse en la interna” entre el Presidente y la vicepresidenta, quien impulsa en el Senado una flexibilización de los dos tercios que se requieren para designar un nuevo procurador.
A su vez, desde la oposición rechazaron que sea Juntos por el Cambio el responsable de la demora en la elección de Rafecas, el candidato propuesto por el Gobierno como sucesor del procurador interino Eduardo Casal. “Que nosotros tengamos responsabilidad en esto es una gran mentira. El pliego de Rafecas nunca fue tratado porque el oficialismo no lo impulsó desde el 12 de marzo. El Presidente debería preguntarse por qué los senadores del Frente de Todos no tratan el pliego”, afirmó a el senador la nacion radical y presidente del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara alta Luis Naidenoff.
Fue en respuesta a los dichos del Presidente, quien en una entrevista con Radio 10 afirmó que “los senadores opositores hablan maravillas de Rafecas, pero no lo dicen en el Senado”.
En el mismo sentido, la titular de Pro, Patricia Bullrich, afirmó: “El espíritu republicano tiene que ver con que las instituciones se consensúan. Si al procurador lo define solo el Gobierno, su actuación será parcial”.
La exministra de Seguridad apunta a la eventual selección de Rafecas sin la necesidad de los dos tercios de los senadores, un requisito que Fernández evitó criticar en su entrevista del fin de semana: “Daniel es un principista, pero este es un problema práctico, necesitamos de una vez por todas tener un procurador”, dijo el Presidente, en referencia al proyecto promovido por los seguidores de la vicepresidenta.
Las diferentes posturas
Mientras reiteran que la postura pública sobre el caso llegará “cuando el Gobierno ponga el tema en discusión” en la oposición persisten dos posiciones: la de Elisa Carrió, compartida por los radicales, que sostiene a Daniel Rafecas como el “mal menor” ante el peligro de que Cristina Kirchner quiera poner a otro candidato.
La otra posición la protagonizan quienes dicen que, en realidad, el Presidente y la vice “terminan acordando en los temas importantes”, como en la lucha contra la pandemia o el impuesto a las grandes fortunas.
“Más que ver lo que dicen, hay que ver lo que hacen”, sostuvieron desde el sector de los “halcones” o “resistentes” de Juntos por el Cambio, que nunca creyeron en la “teoría del divorcio” entre Fernández y su antecesora.
Desde la oposición del Senado reconocen que hubo “charlas informales” con emisarios del Presidente
que pidieron apoyo a la postulación de Rafecas. Pero datan esos contactos en los días anteriores al apoyo público que Carrió hiciera de Rafecas.
“Esas declaraciones estuvieron bien intencionadas, pero dinamitaron todo”, coinciden cerca de un senador radical y otro macrista, para quienes esa defensa “cebó más a Cristina Kirchner y ahora la posibilidad de que llegue Rafecas “es mínima”, se apruebe o no con celeridad la ley del Ministerio Público Fiscal, razonaban.
“Puede haber un tira y afloje entre Alberto y Cristina, pero al final se ponen de acuerdo, y el problema es el proyecto que llevan adelante y que le hace mal al país”, apuntaron desde el sector más intransigente, en crítica a los sectores “dialoguistas”. Estos últimos, desde el inicio de la pandemia, ensayan el “trabajo conjunto” con el Poder Ejecutivo, y negociaron un principio de apoyo a Rafecas que finalmente no se plasmó en los hechos.
“Alberto quiere que salga su candidato, que es Rafecas. El resto se puede ver y analizar”, definieron ayer cerca de Fernández, mientras en otro importante despacho definían que es el Presidente el que “pone al procurador” y quien decide si impulsa el debate de la ley del Ministerio Público en sesiones extraordinarias, el mes próximo.
“El debate va a ser fuerte en Diputados”, anticipó otra voz opositora, para quien “si sale la ley, el procurador no va a tener autonomía ni independencia de quien lo propuso”, en referencia al gobierno nacional.