Aborto es violencia
La ley de aborto vulnera nuestra Constitución nacional y los tratados incorporados con tal jerarquía (art. 75, inc. 22 y 23) vgr. Pacto de San José de Costa Rica, Convención de los Derechos del Niño, etc. Es inconstitucional aun en caso de violación, pues en esa instancia, frente a la comisión de un delito, se requieren proceso judicial y prueba, y no una simple declaración jurada como permiten actualmente los aberrantes protocolos vigentes en CABA y distintas provincias. Se permiten esos protocolos para que el Estado le aplique la pena de muerte a una persona indefensa e inocente de ese crimen o cualquier otro, postergando investigar el hecho de la violación denunciada (si es que lo hace). Quienes defienden fanáticamente el aborto esconden la otra cara: los sufrimientos morales y psicológicos de tantas mujeres que aún después de muchos años no logran superar ese hecho traumático. Me pregunto si será obligatorio en los consentimientos informados previos a abortar advertir detalladamente a las mujeres sobre las graves consecuencias psicológicas y hasta físicas posteriores a un aborto (dificultad para embarazos ulteriores, etc.), o si las esconderán con el mismo fanatismo con el que pretenden lograr la ley. El aborto es violencia y, en palabras de Santa Teresa de Calcuta, “todo país que acepta el aborto es porque su gente no ha aprendido a amar, sino que recurre a la violencia para obtener lo que quiere”.
Miguel A. Pombo hmapombo@gmail.com