las urgencias de racing llegan a la cancha y la lupa se para en Beccacece
Tras cuatro derrotas en serie, la danza de respaldos y presiones alrededor del técnico
¿Qué pasa por la cabeza de un líder si el grupo que dirige lo observa de reojo, de costado? ¿Qué pasa por la cabeza de un líder si el responsable que influyó en su designación –que, además, es el ídolo del club–, decide alejarse por rencillas internas? ¿Qué pasa por la cabeza de un líder si el desafío que se avecina es suficientemente grandioso para despegar, el hipotético punto de partida a la gloria? ¿Y si ocurriera lo contrario, si quedara de rodillas por el adversario, por el contexto y, más aún luego de cuatro derrotas en serie? Sebastián Beccacece duerme con el enemigo.
El primero, seguramente, es el mismo: le cuesta mantener en el tiempo la armonía general, por el fastidio de los líderes, por cambios repentinos de timón, por su efervescencia; al fin de cuentas, no transmite calma, templanza. Seguridad. Sin embargo, es un buen entrenador, más allá del bochorno en la interna del cuerpo técnico en el Mundial de Rusia y la breve y traumática etapa en Independiente. En Defensa y Justicia, creó una partitura de autor. Y en Racing, aún con vaivenes, vivía en lo que parecía una eterna primavera, siempre con el espejo retrovisor en el clásico triunfal de Avellaneda con dos intérpretes menos.
Esta noche, a las 21.30, en el Cilindro, Racing se enfrentará con Flamengo, por los octavos de final de la Copa Libertadores. El gigante carioca es el campeón, y puntero del Brasileirao con 39 puntos, junto con Atlético Mineiro. Esos dos datos resultan una pequeña dosis de realidad: sufrió el éxodo de dos entrenadores, es uno de los planteles brasileños que más padeció los estragos del coronavirus y recién acaba de cortar una serie de cuatro encuentros sin ganar, con un frágil Rogerio Ceni como conductor.
La Academia abandonó repentinamente el “Racing positivo”, que había sido una marca registrada de Víctor Blanco, el presidente. Títulos, cuentas claras, proyectos, inferiores... ¿Todo por la borda? El anuncio de la salida de Diego Milito como manager, a pocas horas de un encuentro central, que puede definir el futuro –y no sólo del entrenador–, parece una jugada de ajedrez. ¿Por qué lo hizo ahora, si permanecerá, al menos, hasta finales de diciembre? ¿Quién respalda hoy a Beccacece? Hipotecado el título en la Copa Liga Profesional, Flamengo, ahora mismo, lo es todo. Y hasta si pasa el enorme desafío, nada garantiza su continuidad.