Otro duro revés para las aspiraciones de Trump
Tras perder en Georgia, al republicano se le hace más difícil desconocer su derrota.
WASHINGTON.– El triunfo del candidato demócrata Joe Biden en el estado de Georgia, conocido ayer por la noche tras el recuento manual de votos, aumenta su ventaja sobre el presidente Donald Trump en el colegio electoral: tras la victoria, Biden suma 306 votos electorales, muy por encima de los 270 necesarios para ganar, frente a los 232 del republicano.
Biden se convirtió así en el primer candidato presidencial demócrata en ganar en este estado sureño en casi tres décadas. Obtuvo el triunfo por apenas 12.670 votos (0,2%). En 2016, Trump se había impuesto en Georgia por cinco puntos porcentuales sobre la demócrata Hillary Clinton. En estas elecciones, los demócratas centraron buena parte de sus esfuerzos en ese estado, donde consideraron factible un triunfo, dos años después de que la demócrata Stacey Abrams perdió las elecciones por la gobernación por un margen acotado.
En otras disputadas elecciones, el desenlace, de acuerdo con expertos, podría tener que ver con el aumento de votantes hispanos de inclinación demócrata, lo que ayudó a desafiar el estatus de bastión republicano que Georgia tenía desde 1996. Las elecciones mostraron que este estado ya no es indiscutiblemente de los republicanos, y los expertos indican que los latinos cumplieron un rol importante en ese cambio, en un territorio donde representan el 7% del electorado total (ver aparte).
El descubrimiento de errores en el recuento de votos en Georgia había dado impulso a las acusaciones de fraude del actual presidente. El candidato demócrata le llevaba solo 14.000 votos de ventaja a Trump, una diferencia tan estrecha que obligó a realizar un recuento manual, aunque el principal funcionario electoral de Georgia, un republicano, había dicho que era poco probable que el recuento erosionara este margen de victoria inicial de Biden. Ayer por la mañana, Trump renovó sus críticas al operativo electoral en este estado sureño argumentando que se habían encontrado casi 6000 papeletas en dos condados con mayoría republicana, algunas de las cuales habían sido contadas, pero no cargadas al sistema, y otras habían sido olvidadas en una caja, aunque de acuerdo con las autoridades locales estos errores se debían a deslices humanos. “Eso creó confusión y entendemos que la gente esté preocupada. Pero la buena noticia es que el recuento manual ha cumplido su propósito, al corregir estos errores”, aseguró Gabriel Sterling, uno de los funcionarios republicanos a cargo de supervisar las operaciones electorales.
Más allá de Georgia, el presidente y sus aliados han presentado una serie de apelaciones en Pensilvania, Michigan, Arizona y Nevada. En Pensilvania, donde Biden ganó por una diferencia de 82.000 votos, la campaña de Trump pidió a un juez que lo declarara ganador allí, porque su legislatura, controlada por los republicanos, debía haber elegido la lista estatal de 20 votantes que acudió al colegio electoral. En Wisconsin, la campaña de Trump pagó un recuento parcial, pese a que los funcionarios electorales dijeron que esto probablemente solo aumentaría la ventaja de 20.000 votos de Biden en ese estado.
El abogado personal de Trump, el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, se encuentra a la cabeza de estos esfuerzos por impugnar las elecciones. Ayer, en rueda de prensa, elaboró varias teorías conspirativas con referencias a Venezuela y al filántropo George Soros, a los que acusó de haber participado en “un fraude organizado por líderes demócratas”.
“Nos vamos a convertir en Venezuela. No podemos permitir que estos delincuentes, porque eso es lo que son, le roben la elección al pueblo estadounidense”, afirmó Giuliani, en una crítica a las máquinas de votación utilizadas. “Ustedes deberían estar más sorprendidos por el hecho de que nuestros votos estén siendo contados en Alemania y en España por una empresa vinculada a Chávez y a Maduro”, dijo a los periodistas. La empresa en cuestión es la compañía de aplicaciones electorales Smartmatic, fundada en Florida por dos técnicos nacidos en Venezuela.
Las demandas presentadas por Trump han tenido poco éxito: algunas han sido rechazadas por los tribunales, y otras, retiradas por los interesados. Esas iniciativas legales, salpicadas de errores factuales, han sido desestimadas por la campaña de Biden como “teatrales”. Así, Trump tiene un número cada vez menor de opciones para anular los resultados de unos comicios en los que Biden obtuvo 5,8 millones de votos más.
Los resultados mostraron que Georgia ya no es un bastión republicano; los latinos, que representan un 7% del electorado, habrían incidido en el triunfo de Biden