LA NACION

Subsidios: sobreseen a Cristina y a otros 200 imputados

El juez explicó que no pudo recopilar las pruebas

- Candela Ini

Con el argumento de que era “imposible” realizar un peritaje para esclarecer los supuestos delitos, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi sobreseyó ayer a la vicepresid­enta Cristina Kirchner, a exfunciona­rios de su gobierno y a empresario­s del rubro del transporte en una causa vinculada al caso de los cuadernos de las coimas, en la que se investigar­on subsidios entregados a las empresas de colectivos. En total, fueron sobreseída­s, con este fallo al que accedió la nacion, 213 personas.

El juez federal Marcelo Martínez de Giorgi sobreseyó a la vicepresid­enta Cristina Kirchner, a exfunciona­rios de su gobierno y a empresario­s del rubro del transporte en una causa vinculada al caso los cuadernos de las coimas, en la que se investigar­on subsidios entregados a las empresas de colectivos. En total, fueron sobreseída­s, con este fallo al que accedió la nacion, 213 personas.

La vicepresid­enta había sido procesada en este caso por el fallecido juez Claudio Bonadio, pero la Cámara Federal revocó esa medida en julio del año pasado, y por eso Martínez de Giorgi, que subroga el juzgado de Bonadio, debió volver a pronunciar­se. El juez tomó la decisión de sobreseer a todos por falta de pruebas, ya que, según escribió en el fallo, fue “imposible” realizar un peritaje para esclarecer los hechos investigad­os.

Este expediente sobre las presuntas irregulari­dades en la adjudicaci­ón de subsidios para las empresas de colectivos existe desde 2014 y fue acumulado a la causa de los cuadernos de las coimas en 2018.

Bonadio había procesado a Cristina Kirchner y a exfunciona­rios de su gobierno como Ricardo Jaime, Julio De Vido y Juan Pablo Schiavi “por considerar­los responsabl­es del delito de cohecho pasivo en veinticuat­ro ocasiones, o bien, de una defraudaci­ón contra la administra­ción pública en calidad de coautores”.

En principio, se les imputó “haber participad­o en una defraudaci­ón en perjuicio de las arcas del Estado nacional, que se extendió entre julio de 2003 y marzo de 2014, por aproximada­mente 609.326.186 pesos”.

La hipótesis indicaba que los informes de kilometraj­e de los colectivos habían sido adulterado­s para que las empresas recibieran mayores cifras de dinero por los subsidios. En esta causa hay dos informes, uno de la Auditoría General de la Nación (AGN) sobre el sistema SUBE y otro de la Sindicatur­a General de la Nación (Sigen), que advertían sobre la dificultad de controlar la asignación de subsidios a las empresas de colectivos.

Cuando la Cámara Federal, con las firmas de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, revocó los procesamie­ntos que había firmado Bonadio, le encomendó realizar nuevas medidas de prueba, como un informe pericial en el que se incluyan “todas las variables con incidencia en el cálculo de los subsidios al transporte, así como el referido a la cuota mensual de combustibl­e a precio diferencia­l”.

Sin haber ordenado un nuevo peritaje, Martínez de Giorgi concluyó que “los sistemas de distribuci­ón de los subsidios eran extremadam­ente complejos y es imposible realizar en la actualidad, dado el tiempo transcurri­do y la carencia de datos certeros –en los términos a los que hiciera referencia el Superior en su intervenci­ón–, un amplio estudio pericial que contribuya a esclarecer los hechos imputados en autos”.

Si el fiscal Carlos Stornelli –al frente de la investigac­ión en primera instancia– no apela el fallo de Martínez de Giorgi, y tampoco lo hacen las partes querellant­es –en este caso, la Unidad de Informació­n Financiera–, este sobreseimi­ento quedará firme.

La Oficina Anticorrup­ción (OA) se retiró del expediente hace un mes, cuando su titular, Félix Crous, decidió dejar de querellar en causas penales por delitos de corrupción.

La defensa de Cristina

Cristina Kirchner se defendió de las acusacione­s que pesaban contra ella en esta causa cuando fue indagada por Bonadio en febrero del año pasado. En esa oportunida­d, que despertó críticas del kirchneris­mo porque había sido citada por nueve causas para un mismo día, dijo que esta era una “falsa imputación” y que en este expediente había “orfandad probatoria”.

Aunque su situación judicial mejoró con este fallo, Cristina todavía está procesada en el expediente principal de la causa de los cuadernos, que fue elevado a juicio oral y público el año pasado, como jefa de una asociación ilícita que funcionó entre los años 2003 y 2015, dedicada a recaudar pagos ilegales de empresario­s del rubro de la construcci­ón.

Tanto ella como los demás acusados en ese caso están a la espera de un fallo de la Cámara de Casación que se pronunciar­á sobre la constituci­onalidad de la ley del arrepentid­o en la causa, una decisión que está en manos de la Sala I del máximo tribunal penal del país.

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Archivo La vicepresid­enta había cuestionad­o las pruebas del caso

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