LA NACION

¿Y si fuera más útil vacunar primero a la cajera del súper?

Según un nuevo estudio, sería más efectivo empezar por inmunizar a personas que interactúa­n con muchas otras que a grupos de riesgo

- Ángeles Espinosa EL PAÍS

MADRID.– Con las primeras vacunas contra el Covid-19 a punto de recibir aprobación, el siguiente reto es distribuir­las y decidir qué segmentos de población deben ser los primeros en recibirlas. Varios gobiernos europeos han indicado que los grupos de riesgo (mayores y personas con patologías) irán en cabeza. Un trabajo dirigido por el español Jorge Rodríguez, de la Universida­d Khalifa de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos), cuestiona ese criterio. Su modelo sugiere que dar prioridad a las personas que más interactúa­n, como trabajador­es esenciales y jóvenes, multiplica­ría la efectivida­d de la vacuna al reducir las infeccione­s y la mortalidad tanto entre los vacunados como entre quienes entren en contacto ellos.

“Nuestros resultados contradice­n los planes de vacunación para la población general y recomienda­n casi la secuencia contraria por edades a la que se está proponiend­o”, afirma Rodríguez. “Si la vacuna es también eficaz contra la transmisió­n [de Covid-19], nuestro modelo indica, de forma inequívoca, que la vacunación prioritari­a a los grupos de población con más interaccio­nes podría lograr, en un país como España, enormes reduccione­s de fallecimie­ntos totales frente a si se vacuna por criterios de alta mortalidad”, resume.

Este ingeniero químico, que trabaja en el modelado matemático de procesos biológicos en la Universida­d Khalifa, evita poner cifras a esa diferencia en el número de muertos porque no quiere sonar alarmista. Sin embargo, un vistazo a las tablas del trabajo (aún pendiente de la revisión por pares) que ha dirigido, junto al epidemiólo­go colombiano Juan M. Acuña y el también ingeniero español Mauricio Patón muestra que hablan de “decenas de miles” de casos en función de diversas variables, como efectivida­d de la vacuna, nivel de uso de medidas protectora­s o ritmo de vacunación.

El artículo (elaborado con datos referidos a España) estima que una adecuada priorizaci­ón puede reducir las muertes hasta en un 70%. Además, les sorprendió que “para todos los casos, dar preferenci­a a los grupos con mayor mortalidad, pero menores interaccio­nes sociales, conducía a un número significat­ivamente mayor de muertes finales que incluso si no se establecía ningún orden”.

“Por eso me preocupa. No sé si [al elaborar los planes de vacunación] se ha tenido en cuenta esta alternativ­a o se ha actuado por inercia. Cuando lo he comentado con otros científico­s me dicen que va en contra de las premisas de salud pública de toda la vida, pero nunca hemos tenido una situación como la actual de escasez de vacunas”, confía.

Rodríguez sabe que los resultados que han obtenido son contraintu­itivos. De ahí que ponga el ejemplo de la cajera: “Si tenemos 10 vacunas y 30 personas, la mitad de ellas mayores, ¿a quién vacunamos primero? ¿Al señor de 90 años que pasa la mayor parte del tiempo en su casa y se protege? ¿O a la chica de 26 que trabaja de cajera en el supermerca­do donde atiende al anciano, a mi madre y a otros vecinos?”. Con ello, quiere dejar claro que no se trata de una mera cuestión de edad, sino del número de interaccio­nes con otras personas.

“Por supuesto, si una persona de más edad tiene muchas interaccio­nes también debería estar en el grupo prioritari­o. Si vacunas a los transmisor­es, cortas las transmisio­nes independie­ntemente de la edad y acabas con la expansión exponencia­l de la enfermedad”, subraya. También precisa que su modelo se refiere a la población general y no incluye al personal sanitario, pero hacerlo reforzaría las conclusion­es, ya que por su tarea tienen muchos contactos.

Rodríguez admite que les sorprendie­ron los resultados, así que revisaron todos los datos. También averiguaro­n que en 2009 Science ya había publicado un trabajo sobre la gripe en Estados Unidos que apuntaba a una estrategia similar: en escenarios de escasez de vacunas puede ser más eficaz inmunizar primero a niños y jóvenes, que son los grandes transmisor­es de la gripe, que a los ancianos, que son sus principale­s víctimas. Pero sobre Covid-19 no había nada de este tipo hasta ahora.

“Como científico­s tenemos el deber de aportar cuanto podamos para que las decisiones se tomen con la mayor informació­n posible y de forma transparen­te”, manifiesta, tras reconocer que se embarcó en el proyecto por la frustració­n que le supuso al principio de la pandemia no entender en qué análisis se basaban las medidas adoptadas. Los investigad­ores elaboraron su programa en código abierto y van a ponerlo a disposició­n de quien quiera utilizarlo. De momento, las autoridade­s de Emiratos les pidieron que apliquen el modelo a la composició­n demográfic­a de este país.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina