Dolor y misterio por el suicidio de un ex rugbier francés
Dominici, de estrecho vínculo con los Pumas, tenía 48 años; un duro impacto para el deporte
El misterio sacude al rugby francés. Hasta hace un par de meses, Christophe Dominici, un histórico de Les Bleus con 65 test-matches y tres mundiales, tenía todo preparado para hacerse cargo de Beziers, un equipo de la Pro 2. Su idea era llevarlo al Top 14 con la ayuda de inversores árabes, que se habían comprometido con el proyecto. Dominici (48 años, dos hijos), que también tenía inversiones en viñedos y había participado del “Bailando con las estrellas”, un reality televisivo con integrantes del jet-set francés, era la cara visible del plan. Ayer conmocionó al deporte de su país con su suicidio al arrojarse desde una terraza.
Rival de los Pumas en los dos recordados partidos del Mundial 2007, reconocido como wing por su velocidad y capacidad para marcar tries, campeón en cinco oportunidades del Top 14 con Stade Francais y protagonista de la victoria de su país sobre los All Blacks en la semifinal del Mundial 1999 en gales, dom inici trascendió más allá del deporte y tenía una estrecha relación con los argentinos. De hecho, la piedra fundamental del fallido proyecto en Beziers era Juan Imhoff, wing de Racing 92. Si bien Imhoff nunca se pronunció sobre la propuesta de cambiar de equipo, siempre se manifestó a favor de cumplir con los dos años de contrato que le quedan.
El proyecto deportivo que iba a crecer al calor de los petrodólares no se quedaba en Imhoff: el entrenador de forwards iba a ser Rodrigo Roncero y el head coach propuesto era el australiano Michael Cheika, actual asesor de Mario Ledesma en los Pumas. Y había más: Mayco Vivas estaba en carpeta para ser pilar izquierdo, mientras que Santiago Medrano y Matías Alemanno también integraban el listado de los apuntados. Otro nombre rutilante para buscar el ascenso era el de Ma’a Nonu.
Pero cuando las partes ya habían firmado un acuerdo de confidencialidad, todo se tiró atrás por la intervención del organismo de control financiero en el deporte francés, que juzgó que el consorcio que buscaba comprar el club no contaba con las garantías financieras suficientes. Dominici, que había sufrido depresión luego del Mundial de 1999 y que debió ser internado en octubre del año siguiente, explotó: “Sufrimos una injusticia, una ofensa. Y no sólo nosotros. Todo estaba validado. Queríamos hacer de este club el más grande de Europa”.
Hubo expresiones de congoja de ex compañeros, del gobierno francés y de Bernard Laporte, ex seleccionador francés. Hasta los All Blacks lo despidieron con honores: “De pequeña estatura, pero un titán en el campo. Christophe Dominici, nunca te olvidaremos. Descansa en paz, querido amigo”.