Los sonámbulos, candidata al Oscar
La película de Paula Hernández, ganadora del premio Sur, representará a la Argentina en 2021
La Academia Argentina de las Artes y Ciencias Cinematográficas eligió ayer a Los sonámbulos, de la directora Paula Hernández, la película que representará a la Argentina en los premios Oscar 2021 dentro de la categoría de mejor película internacional. Fue el día soñado para Hernández, que además de celebrar este anuncio recibió en la misma ceremonia los dos reconocimientos más importantes de este año en los premios Sur, que también otorga la Academia. Los sonámbulos ganó como mejor película y Hernández lo hizo como mejor directora.
Esta vez, como venía haciéndose costumbre, el festejo no fue virtual o a la distancia. Hernández recibió el anuncio sentada en una de las sillas dispuestas en el jardín del Museo de Arte Español Enrique Larreta, donde se realizó el anuncio en las primeras horas de la tarde del martes. La ceremonia tuvo un alto valor simbólico para la industria del cine argentino, porque fue la primera con carácter presencial que se hace en Buenos Aires desde el comienzo de la cuarentena.
“Me encanta sobre todo que la noticia llegue en este momento de la vida y con esta película en especial. Los sonámbulos abrió un camino diferente en mi trabajo como directora y en cómo quiero contar historias. Es una gran alegría”, dijo Hernández a LA NACION, tras el anuncio. Y agregó: “Hacer la película fue el resultado de un trabajo hermoso. Lo más importante es el reconocimiento a una obra que de principio a fin tiene una estructura independiente”.
Además hizo un gran recorrido en el exterior”, dice la directora.
El film protagonizado por Érica Rivas, Daniel Hendler, Luis Ziembrowski y Ornella D’elía, con la participación especial de Marilú Marini, trata sobre una familia que se reencuentra para pasar las fiestas en una casona alejada de la ciudad. Los conflictos poco tardarán en aparecer, así como los extraños episodios de sonambulismo que sufre la hija de uno de ellos. La película está disponible en Flow y tuvo un importante paso por destacados festivales internacionales (San Sebastián, Toronto, Chicago, Busan, Gotemburgo).
La decisión de la Academia del Cine local parece situarse a la altura de los tiempos y estar atenta a las nuevas corrientes de diversidad que identifican la actualidad de su par de Hollywood. El reparto de los premios Sur funcionó este año como reconocimiento a dos muy buenas películas dirigidas por mujeres (Los sonámbulos y Las buenas intenciones, de Ana García Blaya) y en el caso de la elegida para el Oscar como valoración a la mejor película de Hernández, un profundo y complejo drama familiar genuinamente argentino en su lenguaje y su mirada, pero con temáticas de fácil comprensión universal.
Hay que tener en cuenta que el camino al Oscar consta de dos instancias: semanas antes de dar a conocer las nominaciones a los premios, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood difunde una primera lista de diez películas de habla no inglesa preseleccionadas del total de títulos enviados desde todos los lugares del mundo (el año pasado fueron 93) y elegidas por dos comités especiales designados por la propia Academia. Luego, con el voto de la totalidad de los miembros de la entidad (que en la actualidad son unos 9400) se definen las cinco candidatas que competirán por la estatuilla. La lista de nominados final se dará a conocer el 15 de marzo.
A raíz de la pandemia de coronavirus, este año la entrega de los Oscar se realizará el domingo 25 de abril, en lugar del 28 de febrero de 2021 como estaba pautado en un principio. Este nuevo cronograma también permite extender el calendario para aceptar películas: si antes le daban el visto bueno a films que hubieran sido estrenados hasta el 31 de diciembre de este año, ahora podrán competir producciones dadas a conocer hasta el 28 de febrero del próximo. Asimismo, la Academia de Hollywood confirmó que la ceremonia se realizará en el teatro Dolby y será emitida en vivo por la cadena televisiva norteamericana ABC.
El arduo camino que lleva a Hollywood empezó ayer mismo para Los sonámbulos. Juan Pablo Miller, productor de la película, le contó a LA NACION apenas conocido el veredicto de la Academia que después de un breve festejo (“un brindis con una cervecita no nos lo quita nadie”) le va a tocar correr contrarreloj para enviar a la Academia de Cine de Estados Unidos varias copias de la película en DVD y DCP para iniciar el camino de difusión y visualización de la película entre sus miembros y a la vez votantes.
Los invitados al acto de ayer llegaron con una doble expectativa. Saber, por un lado, qué película representaría a nuestro país en la carrera por el Oscar y conocer, por el otro, a los ganadores de los premios Sur, que tuvieron este año un marco de máxima austeridad por la pandemia y por la situación que atraviesa la propia Academia del cine local.
Muy lejos del brillo de entregas anteriores, el anuncio de los premios Sur estuvo precedido por un crudo mensaje del presidente de la Academia, el productor y distribuidor Bernardo Zupnik, leído por el vicepresidente de la entidad, el guionista, productor y director Juan Vera.
En la carta, Zupnik afirmó que la Academia del Cine de la Argentina está desfinanciada y se encuentra “en un estado desesperante, con peligro de continuidad”. Señaló que no recibe ningún apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) o de otras entidades de gestión más allá de Argentores. También recordó a dos de sus miembros recientemente fallecidos, el director Fernando Pino Solanas y el sonidista José Luis Díaz, que obtuvo un premio Sur póstumo por El cuento de las comadrejas, película que también se llevó el galardón a la mejor actriz para Graciela Borges.
Los principales ganadores
Además de Los sonámbulos, la otra gran ganadora de los Sur de este año fue Las buenas intenciones, de Ana García Blaya, que también se llevó cinco estatuillas: actor de reparto, revelación masculina (ambas para Sebastián Arzeno), revelación femenina (Amanda Minujín), guion original y ópera prima. Hubo tres premios para Muere, monstruo, muere (dirección de arte, fotografía y montaje). Gustavo Garzón (Sueño Florianópolis) ganó como mejor actor protagónico y Verónica Llinás (La odisea de los giles) como mejor actriz de reparto. Como mejor documental fue premiado Flora no es un canto a la vida, de Iair Said.
La conductora y presentadora Gabriela Radice fue la encargada de hacer todos los anuncios en un acto que se rigió por el flamante protocolo para eventos culturales al aire libre elaborado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, presente en el acto, adelantó que los jardines del Museo Larreta serán “un escenario clave de la programación cultural de verano con público”.
El protocolo se puso a prueba para el medio centenar de asistentes al acto de ayer, entre ellos Hernández, Garzón, García Blaya y el actor Diego Cremonesi. Se dispusieron sillas para los invitados separadas a una conveniente distancia y hubo alcohol en gel y repelente de insectos al alcance de todos. Las autoridades se empeñaron en recomendar que se evitaran besos o abrazos y tuvieron que esforzarse para evitar en un momento que la distancia social se redujese en el momento de las fotos para los protagonistas, encabezados por Paula Hernández.
También urgieron a los asistentes a dejar el lugar lo más rápido posible. Así lo pedían el protocolo y el temor de una tormenta en la sofocante tarde del martes. De hecho, pocos minutos después de terminar el acto cayeron algunas gotas en esa zona de Belgrano, mientras Hernández y sus compañeros de Los sonámbulos se disponían a celebrar el comienzo de la carrera por el Oscar. No era el único motivo de celebración: ayer también estaba previsto en el Festival de Cine de Mar del Plata el estreno mundial de la nueva película de la directora, Las siamesas.