La Iglesia recordó su cercanía con los humildes
Con gestos y palabras de sus figuras más encumbradas, la Iglesia acompañó el dolor que generó la muerte de Diego Maradona. A la distancia, el papa Francisco recordó especialmente los momentos compartidos y envió un rosario a la familia, que fue entregado en mano por el embajador argentino en Roma, Roberto Carlés, a Claudia Villafañe.
Por su parte, el arzobispo de buenos Aires, cardenal Mario Poli, caminó los metros que separan la Catedral de la Casa Rosada y concurrió al velatorio del futbolista para darle su último adiós. Fue recibido en la explanada sobre la avenida Rivadavia por el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo beliz.
Por la mañana, en la Catedral metropolitana se rezó una oración por el descanso del emblemático jugador, encabezada por el rector del templo, presbítero Alejandro Russo, quien puso “en las manos de Dios misericordioso” al ídolo deportivo.
También sumó su adhesión el arzobispo de La Plata, Víctor Manuel Fernández, quien destacó la humildad del entrenador de Gimnasia y Esgrima de La Plata. “Es muy valorado especialmente por los humildes porque representa a alguien que salió adelante con esfuerzo, logró un lugar importante, pero sin perder la cultura popular de donde salió, sin alejarse de los amigos de siempre, sin renegar de su origen humilde ni esconderlo”, señaló Fernández.
Varios curas se mezclaron con la gente en la larga fila por la Avenida de Mayo para ingresar a la Casa Rosada y darle el último adiós. Mientras avanzaba en la procesión, el padre Toto de Vedia, de la Villa 21, graficó el momento como “una experiencia de pueblo” y señaló que especialmente la gente humilde se siente plenamente identificada con Maradona”, al tiempo que expresó su esperanza de que la conmoción por su muerte se convierta en “la experiencia de un pueblo que se une”.
El padre Juan José Medina, capellán de la Asociación del Fútbol Argentino desde 1997, coincidió muchas veces en el predio de Ezeiza con Maradona entre 2008 y 2010, cuando era entrenador de la selección. Atesora muchas anécdotas y recordó que la capilla de la AFA está abierta gracias al exjugador: contó que cuando Diego era DT de la selección, la capilla del predio en Ezeiza permanecía abierta solo mientras estaba el padre Medina. El encargado del lugar la cerraba una vez que el sacerdote se retiraba a su parroquia. “Maradona pidió, insistió y se quejó por teléfono a Julio Grondona y lo logró. La capilla está abierta gracias a Maradona”, reveló el cura.
“Él pisaba el césped y era feliz, volvía a ser un niño”, resumió el padre Juanjo, quien destacó que Maradona le rezaba a la Virgen de Luján y varias veces pidió que se celebraran misas para el plantel. También destacó la generosidad y solidaridad del astro, según recordó la agencia católica AICA.