Investigan por un eventual homicidio culposo al médico de Maradona
La Justicia de San Isidro allanó el consultorio y la casa del neurocirujano Luque; “si de algo soy responsable es de extenderle la vida”, dijo
Las dudas sobre el estado de salud de Diego mar a don a en sus horas finales, las contradicciones y los puntos oscuros en las declaraciones de quienes estaban en la casa que ocupaba en Tigre antes, durante y después del trágico desenlace y, finalmente, las declaraciones de sus tres hijas pusieron en el centro de la escena a Leopoldo Luque, el neurocirujano que lo operó de un hematoma subdural un par de semanas antes de su muerte.
La Justicia de San Isidro notificó a Luque que está en curso una investigación por un eventual homicidio culposo derivado de un hipotético cuidado negligente de Maradona, que murió el miércoles pasado, y allanó el consultorio del médico, en Núñez, y su casa, en Adrogué. “Si de algo soy responsable es de extenderle la vida”, dijo Luque.
La Justicia investiga si Diego Armando Maradona fue víctima de un presunto homicidio culposo por mala praxis. Por eso, un grupo de fiscales de San Isidro allanó la casa y el consultorio de Leopoldo Luque, el neurocirujano que lo operó el 3 de este mes, y secuestró la historia clínica del astro del fútbol mundial, en busca de eventuales indicios de negligencia en el cuidado posterior del paciente.
La decisión de realizar los allanamientos se fundó en una serie de elementos incorporados en el sumario, que señalan que Luque era el coordinador del grupo de profesionales que atendía a Maradona, y que el día del deceso no estaba en la casa que alquilaba Diego, aunque sí llamó para pedir una ambulancia tras un llamado del asistente personal del Diez.
Los investigadores judiciales también tuvieron en cuenta las declaraciones de las hijas de Maradona: Dalma, Gianinna y Jana.
También se ponderó que Luque no había aportado la historia clínica de Maradona, a pesar de que se desempeñaba como su médico de cabecera. Fue secuestrada en los allanamientos de ayer a la mañana. “Es una carpeta desordenada con estudios clínicos, de laboratorio e informes sueltos de distintas especialidades, en un total de unas 100 hojas”, dijo a la nacion una calificada fuente judicial.
Hasta el momento, en el expediente figuraban las historias clínicas aportadas por los dos centros asistenciales donde estuvo internado Maradona desde principios de este mes: la clínica Ipensa, de La Plata, y la clínica Olivos, donde fue operado por Luque de un hematoma subdural.
Entre los fundamentos de las órdenes de allanamiento, la Justicia ponderó las declaraciones de la cocinera y del enfermero Ricardo, quienes manifestaron que seis días antes de la muerte de Maradona se produjo un incidente entre el exfutbolista y el neurocirujano que incluyó un empujón del astro contra Luque.
En el allanamiento en su casa de Adrogué, Luque fue “notificado de sus derechos y garantías según lo establecen los artículos 60 y 162 del Código Procesal Penal bonaerense”. Estosignificaqueaunquenoestáacusado de un delito, se le informó que es parte de una investigación penal.
“No se han adoptado por el momento decisiones respecto de la situación procesal de persona alguna”, explicaron desde la Fiscalía General de San Isidro en un comunicado.
Además de la historia clínica, los investigadores se llevaron de la casa de Luque un celular, dos tablets y dos notebooks. El procedimiento fue conducidoporelfiscalgeneraladjunto de San Isidro, Patricio Ferrari.
El segundo procedimiento, a cargo de la fiscal Laura Capra, se realizó en el consultorio de Luque, en Avenida del Libertador al 5900, Belgrano. “En el consultorio se secuestraron computadoras y un legajo personal de Luque”, explicó una fuente del caso.
Fueron casi cinco horas de allanamiento. Según pudo saber la nacion, cuando llegaron los funcionarios judiciales y la policía, Luque se sorprendió. “No lo esperaba”, les dijo.
“En virtud de la prueba que se fue recabando se consideró necesario solicitar allanamientos en el domicilio y consultorio del médico Luque. Si se confirman las irregularidades en la internación domiciliaria de Maradona se podría estar ante el delito de homicidio culposo”, dijeron fuentes judiciales. Agregaron: “El equipo de fiscales evalúa la adopción de posibles medidas, en función del resultado del análisis de los nuevos elementos incorporados”.
En su defensa, el médico sostuvo: “No hubo un error médico de parte de nadie. Diego tuvo un evento fortuito. Fue un ataque cardíaco de un paciente que, con sus características, era lo más común del mundo que muera así”.
El neurocirujano fue el único de los integrantes del equipo de salud que atendía a Maradona y del grupo de personas que asistía al exfutbolista, que no había declarado. “Lamentablemente es un hecho que podía pasar, antes o después. Se hacía todo lo posible para disminuir la chance, pero no para bloquearlo”, señaló entre lágrimas. Y afirmó: “No me reprocho nada. Estoy orgulloso de todo lo que se hizo por Diego. Se hizo lo mejor que se pudo”.
Luque destacó que él “amaba” a Maradona, a quien consideraba su “paciente preferido” y se describió como “un fanático de Diego”.
El médico sostuvo que Maradona “era quien decidía todo el tiempo” y que no era un paciente “insano”. Y señaló: “Diego era un paciente de alta, todo lo que se puso, como la enfermera, fue con su aval”.
Luque dijo que había visto a Maradona el jueves anterior a su muerte y que se habían peleado porque Diego “no quería ver a nadie”, aunque sostuvo que al día siguiente regresó a la casa y le quitó los puntos de la operación por el hematoma subdural.
“Yo estaba operando y me llamaron y me dijeron que Diego estaba mal y no reaccionaba. Me quedé pensando qué está pasando. Entonces, llamé a una ambulancia y dije que estaba en paro”, manifestó Luque al relatar cómo se enteró de la crisis desatada en la casa de Tigre. Recordó, incluso, haber pedido que mandaran un helicóptero.
“El riesgo de Diego era de consumo de alcohol, no un ataque cardíaco. Si hubiera necesitado un desfibrilador o una ambulancia, lo hubiera internado”, sostuvo. Reiteró que su función como profesional “era hacerle entender las cosas a Diego y que él tenga voluntad de hacerlas”.
“Hubo reuniones en donde sugirieron tener una ambulancia en la casa pero no sé de quién era la responsabilidad de esa decisión. Era un paciente en condiciones de alta que debía seguir en un centro de rehabilitación, pero no tenía voluntad. Se logró que tuviera una enfermera”, concluyó.