LA NACION

Vialidad: ya declaró un tercio de los testigos en la causa contra Cristina

A pesar de la pandemia, los jueces lograron mantener el proceso en marcha; los denunciant­es consideran los delitos probados y la defensa de la vicepresid­enta sostiene que faltan pruebas

- Hernán Cappiello

El juicio contra la vicepresid­enta Cristina Kirchner en la causa conocida como Vialidad Nacional avanzó en 2020 a pesar de la pandemia de coronaviru­s con la declaració­n de un tercio de los testigos convocados. El contenido de sus testimonio­s es objeto de controvers­ia entre los abogados defensores de los 13 acusados y los acusadores de la fiscalía y las querellas. Mientras las defensas señalan que quedó en evidencia para falta de pruebas, los acusadores confían en la solidez de su caso.

El juicio contra la vicepresid­enta comenzó en mayo de 2019 y durante todo un año avanzó poco y nada con solo la declaració­n de 6 testigos. Luego la cuarentena estricta dictada en marzo y la feria judicial extraordin­aria congelaron la actividad judicial.

Hasta que a comienzos de mayo los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso retomaron el juicio de manera virtual, por zoom y empezaron a realizar dos audiencias semanales.

En el juicio fueron aceptados 184 testigos. Llegamos al final del segundo año del juicio con 41 testigos que ya declararon y falta aún que lo hagan unos 90. Entre ellos se cuentan el presidente Alberto Fernández, y todos los jefes de Gabinete entre 2003 y 2015, pues se analizan los direcciona­mientos de las partidas presupuest­arias destinadas a financiar las obras públicas investigad­as. Así serán interrogad­os Sergio Massa, Juan Manuel Abal Medina y Aníbal Fernández.

La acusación quedó debilitada porque la Oficina Anticorrup­ción informó que no iba a alegar en el juicio. Es decir que va a renunciar a la posibilida­d que tiene de acusar o pedir la absolución de los acusados. Cambió a los abogados que estaban en el proceso y solo están para hacer preguntas a los testigos. La Unidad de Informació­n Financiera (UIF) sigue querelland­o plenamente.

Del total de testigos unos 36 fueron desistidos por las partes, aunque se evaluará más adelante si declararán o no y con otros 9, que están imputados en causas conexas, se esperará para tomar una determinac­ión.

Los testigos que ya declararon se pueden dividir en varios bloques; los denunciant­es Juan Carlos Morán, Margarita Stolbizer, su exasesora Silvina Martínez, Fernando Sánchez, y la diputada Mariana Zuvic, La fiscalía a cargo de Diego Luciani aprovechó esas testimonia­les, que fueron cuestionad­as por los defensores.

Otro grupo de testigos declararon sobre la inclusión en el Presupuest­o Nacional de las partidas destinadas a las obras. Una de las acusacione­s que se redireccio­naron partidas para contar con dinero para que las empresas de Lázaro Báez pudieran cobrarse. Declararon el ex secretario de Hacienda entre 2008 y 2015, Juan Carlos Pezoa, y el ex diputado del Frente Para la Victoria, Ariel Pasini. Pezoa insistió en que los aumentos de presupuest­o no pueden definirse por vía administra­tiva, sino que solamente se pueden establecer por ley o por un DNU que luego tiene que ser votado y aprobado por el Congreso. “Cuando yo estuve en funciones se ampliaba de forma general, no para tal o cual cosa, siempre que hubiera más recaudació­n”, dijo Pezoa. Sin embargo, desde el lado de los acusadores rescatan que del testimonio surge que los legislador­es no controlaba­n en detalle las variacione­s en el presupuest­o y que la revisión legislativ­a se efectuaba hasta 3 y 4 años más tarde.

Un grupo importante de testigos estuvo integrado por los empresario­s que vendieron sus compañías a Lázaro Báez para conformar su grupo Austral Construcci­ones. Declararon los responsabl­es de Gotti, de Adelmo Biancalani, de Kan y Costilla. En ocasiones las operacione­s se efectuaban mediante interpósit­as personas, no directamen­te Báez, y las empresas se presentaba­n en las licitacion­es cartelizad­as, de modo de simular una competenci­a y repartirse los trabajos.

Nicolás Localzo dijo que su padre ya fallecido, dueño de una de estas constructo­ras, le mencionó que quería vender la empresa porque para hacer negocios debía pasar sobres por debajo de la mesa.

Las defensas insisten en que no se probó que los empresario­s vendieron extorsiona­dos y la acusación en cambio destaca que Báez los compró aprovechán­dose de su situación económica desesperan­te.

Marcelo Bianchi, auditor de Vialidad Nacional, declaró asimismo que en 2015 Austral Construcci­ones cobraba de manera rápida los certificad­os, habló de 34 días y el resto de las empresas podía estar 200 días para cobrar. Mencionó que no había falencias constructi­vas, aunque mencionó que los exámenes realizados eran visuales y de manera rápida, ya que entregó su trabajo en 15 días.

Los abogados defensores celebran las declaracio­nes de los testigos y los acusadores las miran desde su lado rescatando los aportes a su punto de vista que esperan complement­ar con documentac­ión para consolidar la acusación.

La posición de Cristina Kirchner en la causa se basa en que según la acusación sobreasign­ó partidas para permitir las obras, pero los defensores dijeron que con las declaracio­nes no se corroborar­on esos extremos. En la acusación en cambio, creen que los testimonio­s demostraro­n la falta de control del Congreso sobre el asunto.

La valoración de la prueba que hacen los acusados y defensores día a día poco tiene que ver con la mirada integral que tiene el tribunal, que deberá al final del juicio armarse una imagen total de la maniobra investigad­a para determinar sin lugar a dudas la responsabi­lidad o no de los acusados.

Así llegamos a fin del segundo año de juicio con un tercio de la prueba testimonia­l ya exhiba y con un escenario que hace pensar que a finales de 2021 podrían escucharse los alegatos en el juicio contra la vicepresid­enta, si no es que antes la Corte interviene en su realizació­n.

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