Alarma porque el virus puede disparar casos de diabetes en personas sanas
El problema preocupa a médicos especialistas de todo el mundo, que activaron un registro internacional de seguimiento
Que la diabetes es un factor de riesgo para enfermar y morir por Covid-19 es un hecho conocido. Pero el virus también puede disparar nuevos casos de diabetes en personas previamente sanas, sin antecedentes de esa enfermedad con la que vive el 12,7% de los argentinos, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo.
El problema preocupa a especialistas del mundo entero, que han activado un Registro Internacional, el Coviddiab Registry, donde reportan los casos de infectados por Covid-19 que “debutan” con una diabetes.
“Existe una clara interacción entre la diabetes y el Covid-19. Lo que sabemos hasta ahora es que tener diabetes aumenta el riesgo de Covid-19 grave y causa más mortalidad, y también que puede gatillar la aparición de nuevos casos de diabetes”, explica a LA NACION Francesco Rubino, Jefe de cirugía metabólica y bariátrica del King’s College of London, y el primero de una lista de expertos mundiales que, en junio pasado, publicó una carta al editor del New England Journal of Medicine (NEJM) alertando sobre “debuts” diabéticos en pacientes afectados por el SARS-COV-2.
Durante la epidemia por Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS) de 2002-2004 también se registraron pacientes que debutaron con una diabetes en forma simultánea a una neumonía viral. En la mayoría, la diabetes se revirtió al cabo de tres años, pero un 10% quedó con la enfermedad.
“En la práctica clínica vemos que los pacientes con diabetes tipo 2 enfermos de Covid-19 requieren muy altas dosis de insulina”, dice Gabriel Lijteroff, Jefe de diabetología del hospital Santamarina de Monte Grande y director del comité científico de la Federación Argentina de Diabetes (FAD).
Si bien la mayoría de los diabéticos tipo 2 se controla con medicación oral, existen diabéticos tipo 2 “insulino-requirentes”, que necesitan insulina para compensar la falta o la insuficiente acción de esa hormona que nivela el azúcar en sangre (glicemia). Los diabéticos tipo 1, en cambio, son insulino dependientes.
Lijteroff añade que la “rareza” es la súbita aparición de diabetes en personas con Covid-19 y una hemoglobina glicosilada normal. La hemoglobina glicosilada, que resume el comportamiento de los últimos tres meses de la glucosa en sangre, habitualmente presenta alteraciones en personas con alto riesgo de desarrollar diabetes en el futuro.
“No en estos casos –continúa el diabetólogo–. La hemoglobina glicosilada de estos pacientes es normal pero de pronto se ve, junto con la infección por Covid-19, un cuadro grave, la cetoacidosis diabética, que consiste en un déficit severo de insulina que causa hiperglucemia”, puntualiza Lijteroff, que es Director de la Task Force en Desastres de la Federación Internacional de Diabetes (FAD).
Motor de la enfermedad
“Así es: la infección por SARSCOV-2 enciende el motor de la enfermedad”, dice a el especialista la nacion peruano Andrés Gómez Noronha, endocrinólogo del Hospital Lima Callao de Perú y autor de un preprint donde reportan pacientes sin antecedentes de diabetes que llegaban al servicio de emergencias muy graves.
Desde su oficina en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, Douglas Villarroel, presidente de la Federación Internacional de Diabetes (FAD) Región Sud y Centro América (SACA), dice a la nacion: “En la mayoría de los países del continente hemos tenido casos de pacientes que debutan con diabetes al infectarse con el virus SARS-COV-2, pero son cosas que se comentan y no se publican para que quede registrado, que es lo que debería ocurrir”.
Villarroel, al igual que sus colegas, afirma que es mucho lo que no se sabe aún de esta compleja interacción entre la infección por SARS-COV-2 y el debut diabético. “No está claro si estas alteraciones del metabolismo del azúcar que ocurren en una forma abrupta con el Covid-19 continúan después. Estamos en terrenos desconocidos. Si la diabetes permaneciera, se podría considerar una secuela”.
El especialista boliviano comenta que este año muchos de sus pacientes diabéticos mayores de 65 años fallecieron por Covid-19. “La mayoría de ellos no tenía la enfermedad bien controlada y se contagió de familiares que debían salir inevitablemente a trabajar –se lamentó–. Me causa mucha tristeza”.