Pese a los latigazos del virus, hay buenas noticias sobre la provisión de dosis
Aumenta la distribución global, las vacunas alcanzan mayor efectividad y los ricos prometen donaciones
WASHINGTON.– Esta semana aterrizó en el aeropuerto internacional de Ghana un avión de carga que transportaba un mensaje para el mundo: 600.000 dosis de la vacuna contra el coronavirus desarrollada en Gran Bretaña y fabricada en la India, agujas provistas por Dubái. La entrega fue parte de una iniciativa internacional apoyada por 165 países, pero para salvar vidas de ghaneses.
El arribo de las dosis de Astrazeneca a la capital de Ghana implica que ese país de ingresos medios-bajos con una población de 31 millones de habitantes podrá empezar a vacunar la semana próxima. Es apenas un primer paso, pero el más importante. Como dice la sanitarista y pediatra Juliette M. Tuakli desde la ciudad de Accra, capital de Ghana, “abre una luz de esperanza”.
Una esperanza que no se circunscribe exclusivamente a Ghana, sino a muchas otras naciones que esperan recibir vacunas a través de la iniciativa Covax, un Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19.
Covax es una alianza internacional público-privada que cuenta con apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que fue confirmada el año pasado con el objetivo de asegurar una distribución global y equitativa de las vacunas. Pero ese enfoque multilateral se chocó inicialmente con el nacionalismo vacunatorio de los países ricos.
Ahora hay señales promisorias de que las cosas están cambiando. La semana pasada, el nuevo compromiso de fondos de parte de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) elevó la cifra total de financiamiento del Covax a 6000 millones de dólares. Solo el gobierno de Biden prometió un desembolso de 4000 millones de dólares para la iniciativa, revirtiendo así la política del gobierno de Trump.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron hizo un pedido para que las naciones ricas donen 13 millones de dosis a los gobiernos africanos. La semana pasada, el gobierno británico dijo que compartirá con el Covax “parte de cualquier futuro excedente de vacunas de nuestra provisión”, pero sin precisiones de plazos.
Los progresos delcov ax de la semana pasada representan una buena noticia largamente esperada sobre el suministro global de vacunas. Pero los expertos advierten que sin un plan de acción global, la pandemia no terminará realmente para nadie.
Disparidad
Hasta el 15 de febrero las naciones ricas se habían asegurado más de 4600 millones de dosis, más que la suma de todas las naciones de ingresos medios y bajos, y alrededor del cuádruple de la cantidad que tiene encargadas el Covax, que hasta el momento tiene aseguradas 1100 millones de dosis.
También hubo buenas noticias de los ensayos clínicos de las vacunas disponibles, con datos recientes sobre la efectividad de una sola dosis, su éxito contra variantes del virus, y hasta sobre su almacenamiento, todos factores que podrían beneficiar y facilitar los esfuerzos mundiales de vacunación.
Según una investigación difundida en Escocia esta semana, por ejemplo, una sola dosis de las vacunas Pfizer-biontech u Oxfordastrazeneca bastó para reducir hasta en un 85% y 94%, respectivamente, las internaciones de ancianos.
Anteayer la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) publicó su análisis de la vacuna monodosis fabricada por Johnson & Johnson y reveló que parece ser efectiva contra las variantes del virus.
Pfizer-biontech anunció recientemente que su vacuna no necesita el almacenamiento ultrafrío que la volvía prohibitiva para las naciones más pobres. Y las vacunas producidas por empresas rusas y chinas, que están reportando datos positivos en las publicaciones científicas, deberían aumentar aún más la provisión mundial en los próximos meses.
Hace meses que el panorama no era tan esperanzador. Las vacunas contra el virus están funcionando, el avance de la vacunación muy probablemente ralentice drásticamente su propagación, y esas vacunas ya están llegando a muchas partes del mundo. Podría ser mejor, pero también mucho peor, y al menos es un comienzo.